Versos:
"El insensato asaltó a Quadratus con piedras, porque a las piedras no rendiría reverencia".
En el vigésimo primero Quadratus encontró la corona del concurso.
"Como un atleta Kodratos predicó profundamente, y en los cielos recibió muchos premios".
"El insensato asaltó a Quadratus con piedras, porque a las piedras no rendiría reverencia".
En el vigésimo primero Quadratus encontró la corona del concurso.
"Como un atleta Kodratos predicó profundamente, y en los cielos recibió muchos premios".
En el vigésimo primero Quadratus encontró la corona del concurso.
El Santo Apóstol Codrato
Del libro "Una nube de testigos", por su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury
El día veintiuno, Kodratos encontró la corona del concurso.
Quadratus (algunas veces escrito
como Codratus, Codrato o Cuadrado), fue uno de los Setenta Apóstoles y predicó el Evangelio en
Grecia donde eventualmente llegó a ser obispo de Atenas. Su magnífica
“Apología” para la vida cristiana, escrita en el año 126 d.C. jugó un papel crítico
en el convencimiento del Emperador Adriano (117-138) para que refrenase a sus
soldados de castigar sin ninguna evidencia a aquellos acusados de ser cristianos.
Pero ese gesto pacífico por parte de los romanos duró bastante poco –y cuando el santo
de Tierra Santa retó al príncipe local, que estaba persiguiendo a los
cristianos, el gobernador lo hizo torturar y luego decapitar.
Posteriormente, citado por Eusebio -quien lo
describió como “un hombre de entendimiento y de Fe Apostólica”,- la “Apología”
hablaba elocuentemente de la fe cristiana que para el Segundo Siglo ya estaba
propagándose rápidamente a través de Tierra Santa:
“Las obras de nuestro
Salvador fueron presenciadas porque fueron verdaderas. Las curaciones que realizó, así como las resurrecciones que trajo de la muerte fueron visibles, no sólo para aquellos sanados o resucitados, sino para todos. Ellos vivieron no sólo durante el tiempo en que nuestro Salvador estuvo en la tierra, sino que vivieron bastante tiempo más luego de Su partida; algunos, ciertamente, han vivido hasta nuestra época.”
Otro notable historiador de ese período, San Jerónimo (342-420), mostró un relato brillante de Quadratus en su vívida descripción de los primeros Cristianos, “Hombres Ilustres.” San Jerónimo lo describe así en el Capítulo 19: “Quadratus, discípulo de los Apóstoles, sustituyó a Publio, Obispo de Atenas, quien fuera coronado con el martirio a causa de su fe en Cristo. Y por su fe y su laboriosidad reunió a la Iglesia que estaba dispersa a causa del temor.”
“Y cuando Adriano pasó el invierno en Atenas para presenciar los
misterios Eleusinos, y fue iniciado en casi todos los misterios sagrados de
Grecia, aquellos que odiaban a los cristianos usaron esta oportunidad para
acosar a los creyentes.
Martirio del Apóstol San Quadratus (o Codratus), Menologio de Basilio II |
Durante esa época Quadratus le presentó a Adriano el trabajo que había compuesto a favor de nuestra religión, indispensable, lleno de argumentos sólidos y de fe, digno de la enseñanza apostólica. En su escrito, ilustrando la antigüedad de ese período, dice que ha conocido a muchos quienes, oprimidos por varias enfermedades, fueron curados por el Señor en Judea así como a algunos que fueron resucitados de la muerte.”
Poderoso escritor y pensador, pero al mismo tiempo humilde discípulo del Señor, Quadratus es recordado en el presente como un obispo que se dedicó completamente a su rebaño y como un mártir que sacrificó su cuerpo para la Gloria y el servicio al Dios Todopoderoso.
Poderoso escritor y pensador, pero al mismo tiempo humilde discípulo del Señor, Quadratus es recordado en el presente como un obispo que se dedicó completamente a su rebaño y como un mártir que sacrificó su cuerpo para la Gloria y el servicio al Dios Todopoderoso.
Santo Apóstol Kodratos en Magnesia
Del Synaxarion
Kodratos (o Quadratus) fue un hombre sabio y erudito que fue uno de los discípulos de Cristo.* Al ser enriquecido con la gracia llameante del Espíritu, fue ordenado obispo de Atenas y llevó a muchos a la verdadera fe de Cristo.**
A los sabios griegos, que se enorgullecían de su sabiduría, los refrenó y avergonzó con la gracia de Dios y el poder de sus palabras.*** Por eso los perseguidores de los cristianos lo castigaron con piedras, fuego y otros tormentos, y él fue desterrado de su sede y de su rebaño.
A los sabios griegos, que se enorgullecían de su sabiduría, los refrenó y avergonzó con la gracia de Dios y el poder de sus palabras.*** Por eso los perseguidores de los cristianos lo castigaron con piedras, fuego y otros tormentos, y él fue desterrado de su sede y de su rebaño.
Al entrar en la ciudad de Magnesia, ahuyentó con sus enseñanzas las tinieblas del error. Finalmente, durante el reinado de Elio Adriano (117-138), recibió la corona del martirio. Su santa reliquia está en Magnesia, y es una rica fuente de la que brotan curaciones de toda clase de enfermedades para todos aquellos que se acercan a ella con fe.
NOTAS:
* El Synaxarion aquí identifica a Kodratos con uno de los discípulos de los Apóstoles mencionados por Eusebio (Hist. Ecl. 3, 37), quien fue renombrado por sus dones proféticos junto con las hijas del Apóstol Felipe. Eusebio lo llamó "hombre de entendimiento y de fe apostólica", y Jerónimo en Viri Illustrissimi intensificó la conexión apostólica, llamándolo "discípulo de los apóstoles". Así podemos decir que siendo discípulo de los apóstoles, fue discípulo de Cristo, o como se sabe hoy, padre apostólico. Por su parte, el Menologio de Basilio II, aunque también se refiere a él como apóstol, dice que fue martirizado durante el reinado de Decio a mediados del siglo III.
** Eusebio luego resume una carta de Dionisio de Corinto que simplemente afirma que Kodratos fue nombrado obispo de Atenas "después del martirio de Publio", y que "a través de su celo ellos [los cristianos atenienses] fueron reunidos nuevamente y su fe resucitado" (Hist. Ecl. 4, 23). Kodratos fue obispo de Atenas entre 125 y 129 d.C.
*** Eusebio registra (Hist. Ecl. 4, 3): "Después de que Trajano hubo reinado durante diecinueve años y medio, Aelius Hadrian se convirtió en su sucesor en el imperio. A él Kodratos le dirigió un discurso que contenía una apología de nuestra religión, porque ciertos hombres malvados habían tratado de inquietar a los cristianos. La obra está todavía en manos de muchos de los hermanos, como también en las nuestras, y proporciona pruebas claras del entendimiento del hombre y de su ortodoxia apostólica. Él mismo revela la fecha temprana a lo que vivió con las siguientes palabras: 'Pero las obras de nuestro Salvador siempre estuvieron presentes, porque eran verdaderas: los que fueron sanados, y los que resucitaron de entre los muertos, que se vieron no solo cuando fueron sanados y cuando resucitaron, pero también estuvieron siempre presentes, y no solo mientras el Salvador estuvo en la tierra, sino también después de su muerte, vivieron durante bastante tiempo, de modo que algunos de ellos vivieron hasta nuestros días.' Tal entonces era Kodratos".
** Eusebio luego resume una carta de Dionisio de Corinto que simplemente afirma que Kodratos fue nombrado obispo de Atenas "después del martirio de Publio", y que "a través de su celo ellos [los cristianos atenienses] fueron reunidos nuevamente y su fe resucitado" (Hist. Ecl. 4, 23). Kodratos fue obispo de Atenas entre 125 y 129 d.C.
*** Eusebio registra (Hist. Ecl. 4, 3): "Después de que Trajano hubo reinado durante diecinueve años y medio, Aelius Hadrian se convirtió en su sucesor en el imperio. A él Kodratos le dirigió un discurso que contenía una apología de nuestra religión, porque ciertos hombres malvados habían tratado de inquietar a los cristianos. La obra está todavía en manos de muchos de los hermanos, como también en las nuestras, y proporciona pruebas claras del entendimiento del hombre y de su ortodoxia apostólica. Él mismo revela la fecha temprana a lo que vivió con las siguientes palabras: 'Pero las obras de nuestro Salvador siempre estuvieron presentes, porque eran verdaderas: los que fueron sanados, y los que resucitaron de entre los muertos, que se vieron no solo cuando fueron sanados y cuando resucitaron, pero también estuvieron siempre presentes, y no solo mientras el Salvador estuvo en la tierra, sino también después de su muerte, vivieron durante bastante tiempo, de modo que algunos de ellos vivieron hasta nuestros días.' Tal entonces era Kodratos".
En otras palabras, Eusebio afirma que Kodratos dirigió un discurso al emperador romano Adriano que contenía una defensa o apología de la religión cristiana. Esta apología ahora se ha perdido, y solo se conserva esta cita de Eusebio, aunque algunos eruditos creen que puede ser el autor de la Epístola a Diogneto. La mención de que muchos de los sanados o resucitados por Cristo aún vivían parece ser parte de un argumento de que Cristo no fue un mero obrador de milagros cuyos efectos fueron transitorios. Parece que con esta defensa Kodratos pudo persuadir al emperador de que no hiciera daño a los cristianos, aunque probablemente fue una persuasión local temporal.
Ἀπολυτίκιον (Κατέβασμα) Ἦχος α’. Τοῦ λίθου σφραγισθέντος.
Σοφίας ταῖς ἀκτῖσι φαιδρύνας σου τὸν βίον, εἵλκυσας τοῦ Πνεύματος, μάκαρ, τὴν πυρίπνοον χάριν καὶ ηὔγασας δόγματα ζωῆς, Κορδᾶτε, ὡς ἀπόστολος Χριστοῦ· διὰ τοῦτο ὡς φωστῆρα σὲ ἀπλανῆ γεραίροντες ἐκβοῶμεν· δόξα τῷ δοξάσαντι Χριστῷ, δόξα τῷ σὲ στεφανώσαντι, δόξα τῷ ἐνεργοῦντι διὰ σοῦ πᾶσιν ἰάματα.
Otro apolitiquio tono 3º
Oh Santo Apóstol Quadratus,
intercede ante el Dios misericordioso para que El nos conceda a nuestras almas
el perdón por nuestras ofensas.
Κοντάκιον. Ἦχος πλ. δ’. Ὡς ἀπαρχὰς τῆς φύσεως.
Ὡς Ἱεράρχην τίμιον, καὶ Ἀθλητὴν στερρότατον, ἡ οἰκουμένη προσάγει σοι Κύριε, Κοδρᾶτον τὸν Ἀπόστολον· καὶ τοῖς ὕμνοις γεραίρει τὴν σεπτὴν αὐτοῦ μνήμην, αἰτοῦσα πάντοτε πταισμάτων ἄφεσιν, δι’ αὐτοῦ δωρηθῆναι, τοῖς μέλπουσι τοῦτον Εὔσπλαγχνε.
Condaquio tono plagal del 4º. Como primicias de la naturaleza.
Oh Señor misericordioso, el
mundo te ofrece al Apóstol Quadratus
como el más honorable de los Jerarcas y Atleta de gran fortaleza; veneramos su
memoria con himnos en su honor, te pedimos que, a quienes elevamos esta oración
a través de él, nos concedas el perdón de nuestras faltas.
Fuentes consultadas: Texto publicado con autorización del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury; doxologia.ro, saint.gr, diakonima.gr, synaxarion.gr