domingo, 7 de mayo de 2023

Santo Mártir Codrato y los que estaban con él (+ s.III)

Versos: 
A Codrato: "Por Dios viniste ante la espada Codrato,
Ofreciendo un cuadrante y logrando el esjatos".*
A Rufino y Saturnino: "Dos atletas se atreven a acercarse a la decapitación por la espada, expresando su fe en el Señor".


Era de la ciudad de Nicomedia, durante el reinado de Decio (249 - 251 d.C.) y Valeriano (251 - 259 d.C.),
y en el año 253 fue arrestado por los griegos idólatras por su fe en Cristo junto con muchos otros cristianos, siendo entregado a Perinio el procónsul, el gobernador de Nicomedia. Perinio les pidió a los santos que le contaran sobre su origen y patria y sus nombres. Codrato respondió: "Nos llamamos cristianos. Este es el nombre maravilloso que tenemos. Si desea averiguar cuál es nuestra patria, escuche. Somos siervos de Cristo y nuestra ciudad es la Jerusalén de arriba." Cuando el gobernador vio que este atleta no podía ser ablandado, ni con amenazas ni con promesas de regalos, sino que luchó contra él con el poder de sus palabras, su ira se encendió contra él, y ordenó que el Santo fuese extendido en el suelo, para ser fustigado durante bastante tiempo con nervios de buey. Habiendo cubierto la superficie del suelo con sangre, fue llevado a prisión.
 
 
 



Santo Mártir Codrato de Nicomedia.



 
 
Luego el procónsul se lo llevó a él y a sus compañeros, y fueron a Nicea, donde fueron interrogados nuevamente. San Codrato volvió a responder en nombre de todos. Cuando el Santo vio a algunos cristianos allí, que por temor a la tortura estaban considerando sacrificar a los ídolos, les recordó el temor de Dios y el día del juicio, y con esto reafirmó su fe. Cuando el procónsul vio que eran inalterables, los entregó al fuego. Entonces San Codrato entró en el templo de los ídolos, y destruyó todos los ídolos. Por esta razón fue suspendido con cuerdas, sus carnes fueron rasgadas, y fue nuevamente fustigado. 
Cuando el procónsul fue a Apamea en el Mar Negro, se llevó a San Codrato con él y ordenó que lo pusieran dentro de un saco, y siendo el mártir golpeado duramente. Se dirigió también a Cesarea, llevando de pie atado al santo con él y allí fue nuevamente fustigado. En este momento, Saturnino y Rufino llegaron a creer en Cristo, fueron suspendidos, fustigados y finalmente decapitados, recibiendo la corona del martirio.
El procónsul fue luego a Apolonia y nuevamente llevó con él a San Codrato, y le instó a que sacrificara a los ídolos. Debido a que no podía persuadirle, la bestia mezcló sal con vinagre, y la vertió sobre las heridas del Santo, que previamente le habían provocado las palizas y los latigazos.  Luego ordenó que se frotaran sus heridas con trapos hechos a mano de pelo de cabra. 
 





 
 
Después de esto mandó sobrecalentar unos hierros y colocarlos sobre el mártir. Luego el procónsul fue a un lugar llamado Roundakos y luego a Hermópolis, donde nuevamente fue llevado atado el Santo, que, al no poder caminar, se sentó en el carruaje de caballos. Allí nuevamente se le preguntó acerca de negar a Cristo, y en lugar de ser persuadido, confesó a Cristo. Entonces fue tumbado sobre una  parrilla ardiente, y los sirvientes virtieron sobre él y sobre la parrilla aceite y brea. Debido a que el mártir dijo que este tormento era como si fuera una delicadeza y una relajación, y viendo el procónsul vio que el fuego no le había ni siquiera tocado, decidió decapitarle, recibiendo la corona inmarchitable del martirio.

NOTA:

* Cuadrante (cuarta parte de un círculo), probablemente se refiera al recorrido durante el cual fue lllevado atado. Para "esjatos", ver "Léxico Ortodoxo griego-español en biblioteca", término 38.
 
 

Apolitiquio tono 1º

Por las aflicciones de los Santos, que por tu causa sufrieron, recibe sus suplicas, Señor, y sana todas nuestras dolencias. Amante de los hombres, te rogamos.


Apolitiquio tono 4º

Tu mártir Codrato, Señor, por sus tribulaciones recibió de ti la corona de la incorrupción, Dios nuestro, porque por tu potencia ha derrotado a los tiranos, y ha vencido las afrentas impotentes de los demonios; por sus intercesiones, salva nuestras almas.

Otro apolitiquio tono 4º

Tus mártires, Señor, por sus tribulaciones recibieron de ti la corona de la incorrupción, Dios nuestro, por tu potencia han derrotado a los tiranos y han vencido las afrentas impotentes de los demonios. Por sus intercesiones salva nuestras almas.

Condaquio tono 2º

Como astro resplandeciente has aparecido, no oscurecido por el mundo, pregonando con tus rayos a Cristo, el Sol de Justicia, Codrato, portador de la pasión, y has extinguido toda vanidad, concediéndonos luz. Intercede sin cesar por todos nosotros.






Fuentes consultadas: . Sinaxario de San Nicodemo el Athonita de los Doce Meses del Año- vol. II- Ed. Domos 2005, saint.gr, synaxarion.gr, diakonima.gr, fatheralexander.org., parroquiasanmartin.com, eltestigofiel.org