Para Teodosio: "Teodosio vivió solo para Dios, entregando su vida por él a espada".
A Manuel: "Con la espada derramé una copa, Manuel declaró de su sangre".
A los cuarenta: "Cuarenta mártires a espada, ¡Se acercron a Dios, oh la valentía!"
Estos santos eran de algún lugar del este. Cuando veían a diario a los cristianos morir a manos de los idólatras, juntos acordaron confesar valientemente su fe en Cristo, para poder heredar el Reino de los Cielos. Por su propia voluntad se entregaron al gobernante de ese lugar, quien en ese momento estaba interrogando y castigando a muchos cristianos. De pie ante él, confesaron que eran cristianos, por lo que fueron encarcelados.
Unos días después, tras haber sido sacados de la prisión, fueron suspendidos desnudos en estacas de madera, y sus costados fueron desgarrados. Luego fueron arrastrados sobre abrojos y finalmente decapitados, por lo que los bienaventurados recibieron la corona del martirio.
Fuentes consultadas: synaxarion.gr, saint.gr
