Versos:
"Jonás dejó el lugar en el que su vida era inestable, encontrando un lugar estable y seguro".
Reverenciado por su sencilla piedad, San Jonás fue un sacerdote que vivió en Palestina en el año 829. Como monje y asceta, estableció un alentador ejemplo a sus fieles devotos en el Monasterio de San Saba, ubicado no muy lejos de Jerusalén, donde cada día trabajaba durante largas horas y descansaba muy poco.
San Jonás también fue el padre carnal de
dos santos y notables hombres Palestinos: Los Santos Teodoro Graptus (también conocido como “el Marcado”, a quien
conmemoramos el 27 de Diciembre) y a Teófanes, confesor altamente recomendado,
compositor de himnos y Obispo de Nicea (conmemorado el 11 de Octubre)."Jonás dejó el lugar en el que su vida era inestable, encontrando un lugar estable y seguro".
Reverenciado por su sencilla piedad, San Jonás fue un sacerdote que vivió en Palestina en el año 829. Como monje y asceta, estableció un alentador ejemplo a sus fieles devotos en el Monasterio de San Saba, ubicado no muy lejos de Jerusalén, donde cada día trabajaba durante largas horas y descansaba muy poco.
El Santo Padre Jonás el Sabaita, o Jonás el Presbítero (Menologio de Basilio II) |
Ambos fueron glorificados después por su confesión de la fe ortodoxa durante el tiempo de la herejía iconoclasta.
Después de la muerte de su esposa, San Jonás se retiró a la Laura de San Sabas el Santificado (5 de diciembre). Allí adquirió una extrema reverencia hacia Dios, y mediante mucho ascetismo, ayuno, oración, continuas lágrimas y lamentos, fue estimado por todos e inspiró a muchos a un estilo de vida similar.
Santo Padre Jonás el Sabaita |
Habiendo multiplicado los talentos que el Señor le otorgó, y condecorado con todas las virtudes, adquirió el don de obrar milagros. Muchos venían a él en busca de curación.
San Jonás entregó su alma al Señor a una avanzada edad en el monasterio que siempre amó, rodeado por sus hermanos y alabando al Señor hasta el final de sus días.
Apolitiquio tono plagal del 4º
Tono Oh Padre, en ti la imagen fue
preservada con exactitud, pues al haber tomado tu cruz, seguiste realmente a
Cristo, y por tus acciones nos enseñaste a ver aquello que está por encima de
la carne, ya que eso pasa, para poder fijarnos en el alma, que es inmortal. Por
eso, Oh justo Padre Jonás el Sabaita, tu espíritu se regocija con los ángeles.
Condaquio tono 2º
Oh Jonás el Sabaita, padre
nuestro, armado con la pureza de alma y perseverando firmemente en la oración
constante, venciste a multitudes de demonios. Intercede incesantemente por
todos nosotros.
Fuentes consultadas: Texto publicado con autorización del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury; saint.gr, oca.org, synaxarion.gr