sábado, 23 de septiembre de 2023

Santas Políxena y Xantipa, Primeras Cristianas de España (+70)

Versos:

"Xantipa y Políxena su familiar, recibieron familiaridad en el coro de los Ángeles".


"Os apoderasteis de lo divino con poder, hermanas Xantipa y Políxena".

El veintitrés de este mes [septiembre], conmemoramos a las venerables mujeres Políxena y Xantipa, que eran hermanas. 
 
 
Synaxarion*6 de los Santas Xantipa y Polixena de España
 
Estas santas eran de algún lugar de España (entonces Hispania) durante el reinado de Claudio César (41-54).* Xantipa era la esposa del gobernador de aquellas partes, cuyo nombre era Probo, y juntos aprendieron la piedad de Cristo del Apóstol Pablo, mientras estuvo en España.** Políxena era una virgen, que fue secuestrada por un hombre maligno y contaminado, pero por la gracia de Dios ella permaneció incorrupta. Habiendo encontrado al Apóstol Andrés "el Primero en ser llamado" (Protóklitos), ella fue bautizada por él junto con Rebeca. Después de esto hizo muchos milagros y convirtió a muchos a la fe de Cristo. Luego, con el Apóstol Onésimo (15 Febrero), se embarcaron juntos a su tierra natal en España. Después de muchas dificultades y tentaciones en el mar, se reunió con su hermana Xantipe. Pasaron juntos el resto de sus vidas e hicieron muchos milagros, hasta que partieron en paz al Señor
 
 
 
 
 




 
Políxena y Xantipa, cuya memoria se celebra el 23 de septiembre
 
Del Synaxario Ortodoxo Español (G. E. Piperakis, Prof. de la Facult. de Med. de la Univ. de Atenas, Grecia)
 

Nos encontramos en la Península Ibérica a mediados del primer siglo después de Cristo. En Roma reinaba el emperador Claudio (41-54 d.C.), tío y sucesor del sanguinario Nerón.
El Cristianismo, la nueva religión, se encuentra en sus albores. Los santos Apóstoles y sus colaboradores, con escasos medios comunicativos, labran la tierra del entonces mundo conocido y accesible.
En España Probo representa a Roma. La mujer del gobernador Probo, la devota Xantipa (o Jantipa), era cristiana. Una de las primeras españolas cristianas. La tradición oral dice que el gran apóstol Pablo llegó a esta tierra y predicó aquí. *1
 
 




Santa Políxena

 
 
 
 
En el Nuevo Testamento, en su Epístola a los Romanos, capítulo 15, versículo 24, san Pablo escribe: "cuando vaya a España, al pasar, espero veros y que vosotros me encaminéis allá, después de haber disfrutado un poco de vuestra compañía". Y, más abajo, en el mismo capítulo, versículo 28, vuelve a escribir: "así que, terminado esto, cuando les haya entregado la colecta recogida, iré a España".                  
¿Es posible que Pablo el cautivo llegase hasta allí? De todas formas la fe llegó hasta España. Y los españoles están orgullosos de que la esposa del gobernador fuese catequizada por el propio San Pablo. 
Jantipa vivía una vida devota de acuerdo con los mandamientos de Cristo. Nos ocuparemos de ello más abajo cuando su vida se une de nuevo con la de su hermana carnal.
 
 




Santa Políxena






Santa Políxena era hermana carnal de Santa Jantipa. Cuando era joven fue raptada por un hombre que la quería violar. Por la gracia de Dios, de una manera no conocida, la virginidad de Políxena se salvaguardó y ella se marchó, viajando de lugar en lugar. Se dice que fue hallada digna de seguir de cerca la enseñanza del propio primer Apóstol Pedro, no se sabe dónde, y finalmente la del Apóstol Felipe en Grecia. 
Santa Políxena, siguiendo su recorrido por el Imperio Oriental, conoció a un tercer Apóstol, Andrés, el primer llamado. Se hizo discípula y seguidora suya, y fue bautizada por él. Cuando hubiese sido iniciada plenamente por sus grandes maestros, regresó a España, acompañada del Apóstol Onésimo, para predicar el Evangelio a sus compatriotas.
 
 




Santa Xantipa o Jantipa





Su ejemplo, sus palabras llenas de caridad, hicieron que, en la tierra de España, la palabra *2 de Dios fructificase. Un gran número de paganos debe su vuelta al Señor a la acción apostólica de Santa Políxena. A la "igual a los Apóstoles" ( del gr. "ισαπὀστολος", isapóstolos), reconocimiento a algunos santos por su importante obra de difusión y consolidación del cristianismo) la acompañaba su fiel compañera Rebeca, que fue bautizada junto con ella por el primer llamado discípulo, San Andrés.
Pasaron muchos años. La obra de Políxena abrazaba este lejano país y la Iglesia creció y maduró. Después de muchas penas y vicisitudes, Políxena y Jantipa decidieron pasar juntas el resto de su vida. Vivían la iglesia en su casa, según la palabra de San Pablo (1 Cor. 16, 19), mostrando con su ejemplo el poder de Dios, y sellando su palabra con innumerables milagros. La vida virtuosa de ambas daría origen a numerosas conversiones y las dos morirían en paz en torno al año 70 *3. La Iglesia las conmemora juntas el 23 de Septiembre de cada año.
Santas Jantipa y Políxena rogad por la iluminación de todas las naciones que se encuentran en la oscuridad. Amén.






Santas Políxena y Xantipa, Primeras Cristianas de España 


 
 
 
 
 
Santas Políxena y Xantipa, como modelos para nuestras vidas

Por Protopresbítero p. Georgos Papavarnavas 

Santas Políxena y Xantipa eran hermanas según la carne. Eran de Hispania (act. España) y vivieron en el siglo I durante el reinado del emperador Claudio (41-54 d.C.). Ambas buscaron la fe verdadera que traería sentido a sus vidas, y le agradó a Dios que llegaran a conocerla y luego se esforzaran con todas sus fuerzas por difundirla.

Xantipa era la esposa de Probus (Probo), el gobernante del país. Fue llevada a la fe en Cristo con su esposo por el apóstol Pablo, cuando estaba en su país. Políxena era virgen y antes de su bautismo fue probada por una gran tentación. Cierto hombre libidinoso intentó corromperla, pero la Gracia de Dios la preservó y ella permaneció ilesa. Después de esto, su deseo de buscar al Dios verdadero creció, lo que la llevó a moverse de un lugar a otro. Dios la hizo digna de escuchar la predicación de los apóstoles Pedro, Andrés y Felipe. Se convirtió en discípula del apóstol Andrés, quien la bautizó junto a Rebeca, su amiga y compañera de camino. Después de su bautismo regresó a Hispania, junto con el apóstol Onésimo y Rebeca, y vivió allí el resto de su vida. 
 
 
 











Las dos hermanas, Políxena y Xantipa, por celo divino como genuinas discípulas de los santos Apóstoles, predicaron la verdadera fe y llevaron a muchos bien intencionados a la salvación. Aunque vivieron en una época en la que los miembros de la Iglesia eran perseguidos y asesinados después de torturas crueles e inhumanas, a Dios le agradó que ambas completaran sus vidas en paz, a una edad avanzada.

Su vida y su época nos brindan la oportunidad de destacar lo siguiente:

Predicar la palabra *2 de Dios es necesario porque, cuando se hace de la manera correcta, ayuda a las personas a creer. San Gregorio Palamás, al interpretar el pasaje del Evangelio que menciona la curación del paralítico, que fue bajado con cuerdas ante de Cristo después de que se abrió el techo de una casa, dice que para que las personas crean, primero deben escuchar la palabra de Dios, que Por eso Cristo "les habló la palabra".
Para que la palabra de Dios se arraigue y dé fruto en el alma de los oyentes debe caer en terreno fértil, "tierra hermosa y buena", ya que hay mucha gente a la que le gusta escuchar la palabra de Dios, pero poca gente que se esfuerza para aplicarlo en sus vidas. Esto se debe a que, como dice San Gregorio Palamás: "A todos les encanta oír y ver, pero no todos son amantes de Dios". Es decir, a todo el mundo le gusta oír y ver las cosas, pero, lamentablemente, pocos aman la virtud, por eso son pocos los que llevan en el corazón la palabra y se esfuerzan por hacer de ella una experiencia y una forma de vida. 
 
 






 
 
 
 
 
Característica es la frase de Cristo, que repitió numerosas veces a los oyentes de sus palabras: "Los que tienen oídos para oír, oigan". Es decir, el que tiene los oídos abiertos, especialmente los oídos espirituales del alma, que oiga, que obedezca y aplique lo que digo.
Sin embargo, la fructificación no solo depende de la tierra, sino también de la calidad de la semilla. En otras palabras, el fruto de la palabra de Dios en el corazón de las personas no solo depende de los oyentes, sino también de los predicadores de la palabra de Dios. Los primeros, como se mencionó, deben tener el deseo de aplicar lo que escuchan en sus vidas, pero los segundos deben tratar de ofrecer al pueblo la palabra de Dios de una manera pura y sin adulterar, como la Iglesia Católica y Apostólica Ortodoxa la ha experimentado y enseñado desde que le fue revelada a los Santos Apóstoles y a través de sus Santos Padres. 
 
 
 
 
 
 
Santa Políxena. Hesicasterio «Παναγία των Βρυούλων» (Panayía ton Briúlon)

 
 
 
 
 
Además, antes del sermón deben orar por ellos mismos, así como por sus oyentes, a quienes deben enseñar e inspirar principalmente con su ejemplo. Esto significa que todo lo que enseñen, primero deben esforzarse por aplicarlo en sus propias vidas, ya que, como dice San Serafín de Sarov, los más grandes misioneros son aquellos en quienes está "la intensidad de la oración y el ejemplo". Pero los oyentes también deben orar juntos por los predicadores de la palabra divina, para que Dios los ilumine para enseñar correctamente la palabra de su verdad, y luego por ellos mismos, para que Cristo abra sus mentes "para que se les presenten las Escrituras".
En nuestros días escuchamos muchos sermones, pero por lo que parece por los resultados, pocos son los que tocan el corazón de las personas y las llevan al arrepentimiento y la regeneración espiritual. Quizás esto se deba a que son reflejos y pensamientos piadosos, que son palabras de hombres, y no tienen el poder de consolar, sostener y regenerar al hombre. 
 
 




Santas Políxena y Xantipa, Menologio de Basilio II, s.X. 






En efecto, a veces, porque en palabras humanas hay energías de las pasiones (padecimientos), provocan el efecto contrario, es decir, provocan confusión, agitación y, a veces, desesperación. Más bien, la palabra de Dios regenera, sana, conforta y da sentido a la vida, ya que "es una espada viva, activa y aguda de doble filo, que penetra profundamente ... discerniendo los pensamientos y las intenciones de los corazones". 
Una vez le dijeron a Cristo, mientras él estaba enseñando a la gente, que su Madre y sus hermanos (los hijos de José) estaban preguntando por Él. Él, señalando con la mano a sus discípulos, dijo: "He aquí mi madre y mis hermanos". Luego agregó: "Los que hacen la voluntad de Mi Padre que está en los Cielos, ellos serán Mi hermano, mi hermana y mi madre".
Es verdaderamente un honor y una bendición para todos nosotros ser dignos de convertirnos en madres y hermanos de Cristo [y esta es la auténtica felicidad]. Depende de nosotros.

Traducido del inglés por el equipo de La Ortodoxia e la Verdad, de la web www.johnsanidopoulos.com. Fuente original: "Ekklesiastiki Paremvasi, "Άγιες Ξανθίππη καί Πολυξένη", August 2013."
 
 
 
 
 
NOTAS: 

 
*2 "La palabra", en ocasiones también "el verbo", son términos, quizás un tanto ambiguos, utilizados para referirse al término "logos" (término 124).
 
*3 El dato de la fecha de su muerte sólo ha sido encontrado en el Diccionario de Historia Eclesiástica de España publicado en la Página de la Real Academia de la Historia de España.
 
 
NOTAS ADICIONALES:

*4 Las Actas de Xantipa, Polixena y Rebeca,es un texto apócrifo del Nuevo Testamento que data del siglo III o IV. No hemos juzgado oportuno exponer tal obra aqui, por ser poco "ortodoxas". No obstante, el que lo desee puede encontrarlo   aquí (página neo-adventista).
 
*5 España, en aquellos tiempos Hispania, es uno de los pocos países, si es que hay alguno más, que han conservado intacto su nombre. Aunque en español pueda haber sufrido pequeñas variaciones, en griego siempre se ha denominado "Ισπανία", [Ispanía] 

*6 Synaxarion: vidas de santos en modo breve utlizadas principalmente par ser leídas en la Iglesia 
 durante los Servicios Litúrgicos.



   


TEXTOS LITURGICOS


Apolitiquio tono 3º.   (SIMILAR A: "Θείας πίστεως", [Ζías písteos], "De la fe Divina") 
 
De la fe divina,
la luz recibiste, tus obras de piedad brillaron, Políxena Venerable divinamente inspirada; y con tu vida a Cristo magnificaste, así como por tus acciones irreprensibles, por lo tanto, intercede ante el Señor que te glorificó, para que nos conceda la gran misericordia.
 
Θείας πίστεως, τὸ φῶς δεχθεῖσα, ἔργοις ἔλαμψας, τῆς εὐσεβείας, Πολυξένη Ὁσία θεόληπτε· καὶ ἐν τῷ βίῳ Χριστὸν ἐμεγάλυνας, σὺν τῇ συγχρόνῳ ἀμέμπτοις σου πράξεσι· μεθ’ ἧς πρέσβευε Κυρίῳ τῷ σὲ δοξάσαντι, δωρήσασθαι ἡμῖν τὸ μέγα ἔλεος.


Otro apolitiquio tono plagal del 1º (SIMILAR A:
"Τν συνάναρχον Λόγον", [Ton sinánarjon Lógon], “Al Logos coeterno")

Seguiste los pasos de los Apóstoles, siguiendo tu vida a través de buenas obras de amor fraternal, distribuyendo amor puro, la maravillosa Xantipa y la venerable belleza radiante de Políxena, y ahora suplicáis a Cristo, veneradas hermanas, en nuestro nombre.
 
Ἀποστόλων ταῖς τρίβοις ἀκολουθήσασαι, ὑμῶν τὸν βίον ἐν ἔργοις, φιλαδελφείας καλῶς, καὶ ἀγάπης ἀκραιφνοῦς ἐδαπανήσατε, σῶφρον Ξανθίππη θαυμαστή, καὶ ὁσίων παμφαὲς, ὡράϊσμα Πολυξένη· καὶ νῦν Χριστὸν δυσωπεῖτε, ὑπὲρ ἡμῶν σεμναὶ αὐτάδελφοι.
 

Condaquio tono plagal del 4º  (SIMILAR A:
"Τῇ Ὑπερμάχῳ Στρατηγῷ", [Ti Ypermájo Stratigó], "A la General Defensora")   

Habiendo atravesado la tierra, por su conducta más maravillosa, trajisteis la luz a mujeres venerables como vosotras, divina Xantipa y Políxena; habiendo recibido una corona inmarcesible de las manos de nuestro Jesús, ahora escuchad nuestras voces: Alégrate, pareja divina.
 
Διαδραμοῦσαι πολιτείαν ὑπερθαύμαστον, ἐπὶ τῆς γῆς ὁσίων σύμμορφαι ἐδείχθητε γυναικῶν, Ξανθίππη θεία καὶ Πολυξένη· ὅθεν στέφανον δεξάμεναι ἀμάραντον ἐκ χειρῶν τοῦ Ἰησοῦ ἡμῶν ἀκούετε τῶν βοώντων νῦν· Χαίροις, ζεῦγος θειότατον.


Megalinarion (Himno de alabanza) 
     
Clamemos a las venerables flores de España, seguidoras e imitadoras de los Apóstoles, a las glorias de la Iglesia, Santas Políxena y Jantipa.
 
 

Doxastikón. Himno de alabanza a los Santos de España. 


 
Venid fieles de todo el Universo, regocijémonos espiritualmente celebrando la memoria de todos los Santos de España. Aclamemos en salmos e himnos y cantos espirituales: al conjunto piadoso de las santas mujeres, Políxena y Jantipa, junto con Eulalia, la virgen de Barcellona, que sufrió ultrajes y torturas por Cristo nuestro Dios: a Teodosio el Grande, orgullo de emperadores, por quien el ejército de los ortodoxos fue exaltado: a Hermenegildo, príncipe de los visigodos, quien confundía las lenguas de los herejes arrianos, y a Esteban el príncipe, mártir y confesor.
Honramos a Osio de Córdoba, con Leandro e Isidoro, obispos de Sevilla, como pilares de la Ortodoxia. A Dámaso, papa de Roma, procedente de Guimaraes en Portugal, el buen pastor, con el santo mártir Eulogio de Córdoba y la virgen mártir, Lucrecia.
Acudamos, fieles, en la presente festividad, implorando que seamos liberados de los enemigos visibles e invisibles: nosotros, que celebramos con fe y anhelo su venerable memoria.
 
 





Fuentes consultadas: Santoral Ortodoxo Español (G. E. Piperakis, Prof. de la Facult. de Med. de la Univ. de Atenas, Grecia. SERVICIO APOSTOLICO DE LA IGLESIA DE GRECIA), saint.gr, mystagogyresourcecenter.com, synaxarion.gr, diakonima.gr