Tono 3º. Evangelio de Maitines 1 (ver p.5).
APOSTOLES
Epístola del Apóstol Pablo a los Gálatas 2, 16-20*
Hermanos, sabemos que el hombre no puede ser salvado con el cumplimiento de las órdenes de la ley. Esto tiene lugar solo por la fe de Jesucristo. Por eso nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por el cumplimiento de la ley; porque con las obras de la ley no será salvado ningún hombre. Pero si, buscando ser salvados por Cristo, encontramos ser también nosotros pecadores como los gentiles, ¿significa tal ve que Cristo conduce al pecado? Claro que no. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, es como si confesase que cometí error cuando cuando lo destruí. Y ciertamente, con la ley como criterio, soy muerto para la religión de la ley, para encontrar la vida junto a Dios. He muerto en la cruz junto con Cristo. Ahora ya no vivo yo, sino que vive en mi persona Cristo. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo basado en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó voluntariamete por mí.
EVANGELIO. DOMINGO DESPUES DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (8,34–9,1) [Ver p. 206]
El Señor dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?
Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Les decía también: Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios.
HOMILIA. -Enseñanza sobre abnegación-
« Ni el mundo entero valdría para recuperarla » **
Nota Introducctoria:
[Las líneas que siguen son palabras del Señor Jesús hacia los que
están decididos a seguirle frente a cualquier condición. Sólo los que
disponen de un heroico espíritu de fuerte amor por Cristo pueden
leerlas. Al resto se ruega que cambien de página.]
Estas palabras fueron dichas a causa de lo que le dijo el Apóstol
Pedro, para que evitase la crucifixión; que no fuese a Jerusalén,
donde sabía que le crucificarían. Entonces Cristo le habló de modo
muy severo a Pedro, y después se volvió a la multitud que le seguía,
diciéndoles estas palabras:
"Quien quiera venir conmigo y seguirme como fiel y decidido
alumno mío, que sepa que debe negarse a sí mismo, de modo que no viva
teniendo como centro de su vida su codicia y su "yo", y que además
que tome la decisión fija de sufrir por mí cada maldad, cada prueba y
cada adversidad, incluso la muerte por crucifixión, y que así me siga.
Porque quien tema y se acobarde frente a cada tipo de contrariedad
que le saldrán al paso en su caminar conmigo y quiera salvar su vida,
éste que sepa que perderá la verdadera y glorificada vida que le
preparo Yo. Por el contrario, quien desprecie todo peligro, incluso su
vida por mi causa y por causa del Evangelio, éste realmente salvará
su alma y ganará la vida verdadera con él.
¡Y qué esta vida momentánea frente a aquella que tengo Yo para
entregarte! Realmente, ¿qué ganará el hombre, si, supongamos,
ganase todo el mundo, con todas las glorias, con sus riquezas y sus
placeres, pero al final pierde su alma? O ¿qué cambio existe en este
mundo que pueda dar el hombre para recuperar su alma perdida?
Entonces por esto, quien dentro de este mundo, el apóstata y pecador,
se avergüence de Mí y de mis mandamientos, y se niega a seguirme
por cobardía frente a las burlas y los menosprecios de los hombres,
Yo también le apartaré cuando venga de nuevo, no como he venido
ahora, pobre y desconocido, sino como juez glorioso, dentro de la
gloria y esplendor divino de mi Padre. Y le repudiaré no sólo frente a
los hombres, sino delante de todo el mundo celestial, los santos
ángeles, los gloriosos y resplandecientes..."
* * *
« ¿Qué beneficio obtendrá el hombre si gana todo el mundo, y se pierde su alma?»
Amigo mío, éstas son palabras de nuestro Jesús, si hay alguien que
conozca mejor que nadie el valor que tiene este mundo, todo el
universo material, y el valor que tiene una única alma, éste no podría
ser otro que el Señor. Porque Él creó ambos y conoce muy bien el
valor que ha puesto en ellos.
Es verdad que el mundo ejerce sobre nosotros una atracción mágica y
una fuerza, que a menudo la sentimos como algo invencible. Y el
diablo no hace nada más que proponernos continuamente lo que él se
atrevió a decir a Jesús Cristo: "Toda esta riqueza, y honras, glorias, y
disfrutes del mundo, te las daré si te inclinas para reverenciarme".
Nosotros escuchemos a nuestro Jesús Cristo que nos ama mucho.
Quiere abrirnos los ojos. Que no nos pase como les pasa a los animales que se quedan hipnotizados ante los ojos de la cobra. Ni para un momento de placer, disfrute, gloria o éxito perdamos lo más importante que tenemos: nuestro alma.
Junto a Él, a pesar de lo que cueste, porque no nos dejará sólos. Él delante, y nosotros le seguimos.
Tiene mucho que regalarnos. Mucho.
Todo esto para nosotros. Los demás... ya han cambiado de página.
NOTAS
* Fuente: del libro ΕΓΚΟΛΑΔΙΟΝ. ΑΠΟΣΤΟΛΙΚΑ ΚΑΙ ΕΥΑΓΓΕΛΙΚΑ ΑΝΑΓΝΩΣΜΑΤΑ ΤΩΝ ΚΥΡΙΑΚΩΝ ΚΑΙ ΕΟΡΤΩΝ. ΑΠΟΣΤΟΛΙΚΗ ΔΙΑΚΟΝΙΑ ΤΗΣ ΕΚΚΛΗΣΙΑΣ ΤΗΣ ΕΛΛΑΔΟΣ. ("EGKOLADION". Lecturas apostólicas y Evangélicas de los Domingos y Festivos. Servicio Apostólico de la Iglesia de Grecia).
Traducido por el equipo de La Ortodoxia es la Verdad.