domingo, 15 de septiembre de 2024

Gran Mártir San Nicetas el godo (+372)

Versos: 
A Nicetas: "Nicetas se inflama y se convierte en un portador de la victoria, o más bien deberíamos decir un portador de la victoria y portador de fuego".
A los santos mártires que disputaron con San Nicetas: "Una multitud piadosa se enfrentó en Gotia, sacando a los bárbaros de sus mentes"
El día quince, Nicetas fue arrojado al horno.

San Nicetas (del gr. “Νηκίτας, [Nikítas]) fue un soldado perteneciente al pueblo godo, el cual se había establecido más allá del río Istros (Istros, según el geógrafo Meletio, se llama al río Danubio desde el lugar donde se une con el río Safo hasta el Mar Negro o según otros desde algo antes de Axiópoli hasta sus desembocaduras), dentro de las fronteras de la actual Rumanía, en los años de Constantino el Grande (306-337).
Fue convertido al cristianismo bautizado en su juventud por el obispo Teófilo, el conocido iluminador de los godos y participante en el Primer Sínodo Ecuménico en 325.  Por lo tanto Nicetas fue un cristiano ortodoxo devoto desde su juventud, y no un arriano, como muchos suponen, porque el arrianismo se extendió entre los godos a través del sucesor de Teófilo, el obispo Urfilus. * 
 







Desde niño, Nicetas aprendió la santa fe del obispo godo Teófilo, el cual recordaba a menudo las palabras del Apóstol Pablo: "Pero tú persiste en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús." (Timoteo II, 3 14-15). Es decir, permanece inamovible en aquello que aprendiste. Desde pequeño conoces las Santas Escrituras, que pueden ofrecerte la verdadera sabiduría, que conduce a la salvación por medio de la fe en Jesucristo. Y así fue.

En ese momento, una intensa guerra surgió entre los godos. A la cabeza de un lado hostil estaba el Príncipe Atanarico, quien dado su origen pagano odiaba a los cristianos. Frigento, que era cristiano, estaba a la cabeza del otro lado. En el sangriento enfrentamiento de los ejércitos, Atanarico salió victorioso y Frigento se vio obligado a huir a Constantinopla. Pero pronto Frigento regresó a su tierra natal, reforzado por las nuevas tropas proporcionadas por el emperador Valente (364-378 d.C.).
Frigento ordenó que la imagen de la Santa Cruz se hiciera según las normas de su ejército, como antaño con el emperador Constantino el Grande. Una segunda batalla sangrienta tuvo lugar, y esta vez Frigento fue victorioso. Pero Atanarico, con un pequeño grupo de adeptos, se salvó.
 








Después de la victoria de Frigento, se dieron tiempos favorables para el cristianismo. El sucesor del obispo Teófilo, el obispo Urfilus (311-383 d.C.), creó el alfabeto godo y tradujo muchos libros espirituales del griego al gótico, incluidas las Sagradas Escrituras. San Nicetas, por su predicación y su vida piadosa, ayudó grandemente a la confirmación de la fe cristiana entre los godos y convirtió a muchos. Amigo cercano de San Paulino de Nola, Niceta se convirtió en obispo de Remesiana en Dacia (Rumania moderna y Yugoslavia) y se destacó por sus exitosas actividades misioneras, especialmente entre los Bessi, una raza de merodeadores, que Paulino conmemora en un poema.
Niceta escribió varias disertaciones sobre la Fe, el Credo, la Trinidad, el canto litúrgico, y algunos eruditos creen que es el autor de Te Deum. Sabemos poco del propio Niceta más allá del hecho de que en al menos dos ocasiones, se trasladó desde un país que Paulino consideraba una región salvaje de nieve y hielo para visitar a su amigo en Nola, en Campaña. 









San Jerónimo también habla muy agradecido de su trabajo en la conversión de la gente de Dacia.
Después de algunos años, Atanarico volvió a su patria con un ejército numeroso, y la intensa guerra otra vez comenzó entre los godos. Habiendo vencido a Frigento, Atanarico levantó una cruel persecución contra los cristianos. Niceta, convertido en un líder espiritual de los godos cristianos, denunció a Atanarico por impiedad y crueldad. Instó a los fieles a ser firmes y no temer el martirio. Pronto Niceta fue capturado. Lo amenazó para que negase a Cristo pero éste permaneció fijo en lo que aprendió de pequeño. Entonces fue entregado a torturas crueles. 









Ordenó que le rompiesen los huesos directamente de un modo terrible. Pero él conservaba su intelecto y su corazón elevado a Dios, y en su pecho, debajo de su túnica, llevaba un icono de la Santísima Theotokos con el Niño Jesús Cristo de pie y sosteniendo la Cruz en sus manos. Niceta llevaba este icono porque la Santa Madre de Dios Theotokos se le había aparecido y lo había consolado.
El odio de los bárbaros era tal, que después lo arrojaron al fuego. Su cuerpo se iluminó con una luz milagrosa, y aunque su cuerpo se conservó intacto, entregó su espíritu al Señor el 15 de septiembre de 372. 




Mano incorrupta de San Niceta, Monasterio de Vysokie Dechani en Serbia




Por la noche, un amigo del mártir, un cristiano llamado Mariano, trasladó el cuerpo de San Niceta en un cofre desde la tierra de los godos (Valaquia y Besarabia) hasta la ciudad de Mopsuestia donde lo enterró. Luego, fue transferido a Constantinopla, donde se construyó una iglesia en su honor.
Parte de las reliquias del Gran Mártir Niceta fueron luego llevadas al Monasterio de Vysokie Dechani en Serbia, donde su mano incorrupta realiza muchos milagros. 
Rezamos a San Niceta por la sanación de los niños contra defectos de nacimiento.
San Sabas y San Nicetas fueron los dos mártires más renombrados entre los godos. Al primero se le conmemora el 12 de abril. En Venecia, el 12 de septiembre, se celebra la fiesta de otro San Nicetas, martirizado durante la persecución de Diocleciano.
 








Mártir Nicetas

Sinaxario de los doce meses del año de de San Nicodemo el Athonita

Era un vástago de la ilustre raza de los godos, que se encontraban más allá del río Istros [actual Danubio], durante el reinado de Constantino el Grande [306-337]. El obispo de ese lugar llamado Makarios le enseñó la fe piadosa cuando era niño. Habiendo sido educado piadosa y noblemente, enseñó a los de su propia raza a creer también y a comportarse de modo piadoso y virtuoso.  Creyendo y viviendo también él de tal modo, se convirtió en predicador y maestro de la verdad para todos. 

Debido a que el impío Atanarico, el gobernante y jefe de una sección de la raza gótica (estaban divididos en dos secciones), fue derrotado con mucha deshonra por Phrikigerni, el gobernante de la otra sección de los godos, con la ayuda y la alianza de la Cruz divina y el ejército romano, con el paso del tiempo revivió y fortaleció una vez más, y con gran locura el profanado fue contra los cristianos piadosos. Los castigó con métodos bárbaros e insoportables. El villano no hizo solo esto, sino que también ordenó a sus subordinados que imitaran su propia locura y salvajismo contra los cristianos.

 






Debido a que el mártir de Cristo Nicetas aumentaba su predicación del evangelio y proclamaba la fe de Cristo de manera ilustre, por esta razón fue capturado repentinamente y con fuerza por aquellos godos mientras enseñaba. Luego se le instó a negar a Cristo, pero como no lo persuadieron, aplastaron todos los miembros de su cuerpo. Aunque estaba amordazado por este castigo, proclamó a Cristo aún con más fuerza. Por esto fue arrojado al fuego. De esta manera, el verdadero portador de la victoria de Cristo Nicetas recibió la corona inmarcesible del martirio, junto con muchos otros de sus compañeros godos. Su sagrada reliquia fue indicada por una estrella a un amigo suyo llamado Marianus. Lo llevó a la tierra conocida como Mopsuestia, donde Nicetas fue honrado con un magnífico templo y con otros honorables testimonios a través de la realización de varios milagros.




 

San Nicetas el Godo, Mártir (375 p.c.)

De las "Vidas de los Santos de A. Butler"

San Sabas y San Nicetas fueron los dos mártires más renombrados entre los godos. Al primero se le conmemor a el 12 de abril y al segundo, a quien los griegos colocan en la categoría de los "grandes mártires", en la fecha de hoy.

Nicetas era un godo nacido en las riberas del Danubio y convertido a la fe en su juventud por Ulfilas, un brillante misionero entre aquellas gentes y traductor de la Biblia a la lengua gótica. Fue Ulfilas quien ordenó de sacerdote a Nicetas. 

Hacia el año de 372, varios cientos de godos que huían de los hunos invasores se refugiaron en Moldavia y las autoridades romanas les hicieron un mal recibimiento, los maltrataron y vejaron. Inmediatamente, como represalia, el rey Atanarico, señor de los godos de oriente, cuyo territorio lindaba con el imperio romano en las regiones de Tracia , inició una violenta persecución contra los cristianos. Por orden del rey, un ídolo colocado sobre una carreta fue llevado a través de todas las ciudades y aldeas donde se sospechaba que habí a cristianos, y todo aquel que se negase a adorar al dios, quedaba automáticamente condenado a muerte. 

 

 

 

 

Para matar en masa, los perseguidores utilizaban el método de encerrar a los cristianos capturados en casas o iglesias tapiadas y prenderles fuego. En el ejército de mártires que glorificaron a Dios en aquella ocasión, figuró San Nicetas, que selló su fe y su obediencia con su sangre , se purificó de toda culpa al morir en el fuego y entró triunfante a la vida eterna. Sus reliquias fueron llevadas a Mopsuecia en Cilicia, donde tuvieron su santuario; por lo cual, el mártir visigodo fue venerado en las iglesias bizantinas y sirias.

En Venecia, el 12 de septiembre, se celebra la fiesta de otro San Nicetas, martirizado durante la persecución de Diocleciano.**

 


HIMNO DE ALABANZA: El Santo Mártir Nicetas

Por San Nikolai Velimirovich


Es un verdadero patriota que, entre su propio pueblo,

Erige un verdadero altar al Señor Viviente.

Atanarico el godo gobernó por la fuerza,

Y ofreció sacrificios a ídolos sin vida.

Pero el santo Nicetas, el soldado de Cristo Dios,

Fue un predicador de la salvación eterna.

Lanzó rayos de la Luz Eterna a lo largo de la noche,

Dispersando las tinieblas idólatras que envolvían las almas.

 

 

San Nicetas siendo quemado. Menologio Basilio II

 

 

San Nicetas se opuso al príncipe,

Y su valiente aguante asombró a su pueblo.

Por el poder de la Honorable Cruz,

confundió la oscuridad

Y llenó a todo el pueblo del temor de Dios.

Su sangre era el tono rosado del nuevo amanecer,

Y su espíritu se elevó a los atrios celestiales.

En el terrible incendio, Nicetas ardió,

Pero, ni siquiera hoy, se ha consumido.

Con la verdad de Cristo fueron bautizados los godos,

Y glorificaron a Nicetas, su maravilloso.

Oh San Nicetas, voz de la trompeta de Dios,

Mártir valiente, verdadero patriota;

De las tiendas de la tierra te has marchado,

Y estás en los atrios reales con los ángeles.

Ruega por nosotros, porque el Rey te escucha,

Que conceda misericordia a nuestras almas.

 


NOTAS:

* Nicetas fue instruido en la fe ortodoxa por el obispo Urphillus o Urfilus (Ulfilas, 311-383). Urphilus era un nativo de Capadocia, que había sido capturado por los godos. Estaba en una embajada en Constantinopla cuando Eusebio de Nicomedia lo consagró obispo de los godos (341). Murió en 383. Además de traducir las Sagradas Escrituras al idioma gótico, trabajó arduamente por la conversión de los pueblos germánicos pero, como pertenecía al partido "homoiousian" (consubstancial) de los arrianos moderados, tenía cierta responsabilidad por los godos convertidos que se pusieron del lado de los herejes. San Nicolás fue su discípulo cuando Urphilus todavía era ortodoxo, y continuó el trabajo de difundir la fe entre los godos.


** El texto en griego sobre la pasión de San Nicetas, tal como lo presentó Metafrasto, se halla impreso con un comentario en Acta Sanctorum, sept. vol. v. Pero en la Analecta Bollandiana, vol. xxxi (1912), pp. 209-215, se imprimió el relato original con anotaciones críticas y un comentario que ocupa las pp. 2ÍO-2H7 del mismo volumen. 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος γ’. Θείας πίστεως.
 
Νίκην ἔστησας, κατὰ τῆς πλάνης, νίκης εἴληφας, ἄφθαρτον γέρας, ἐπαξίως Νικήτα φερώνυμε· σὺ γὰρ νικήσας ἐχθρῶν τὴν παράταξιν, διὰ πυρὸς τὸν ἀγώνα ἐτέλεσας. Μάρτυς ἔνδοξε, Χριστὸν τὸν Θεὸν ἱκέτευε, δωρήσασθαι ἡμῖν τὸ μέγα ἔλεος.

Apolitiquio tono 3º

Tú derrotaste el error y triunfaste en el martirio, Niceta homónimo de la victoria: porque conquistaste las filas del enemigo y acabaste tu combate con fuego. Ora a Cristo nuestro Dios para que nos conceda Su gran misericordia.
 
 
 
Κοντάκιον. Ἦχος δ’. Ἐπεφάνης σήμερον.
 
Νικητὴς γενόμενος ἐν τοῖς ἀγῶσι, νικητὰς ἀνάδειξον, κατὰ παθῶν φθοροποιῶν, τοὺς εὐλαβῶς ἐκβοῶντάς σοι· χαίροις Νικήτα, Μαρτύρων ὡράϊσμα.

 

Condaquio tono 2º

Tú te mantuviste firme y derrotaste la ilusión y has recibido tu corona de mártir, oh Niceta, el nombre de la victoria; te regocijas con los Ángeles. Junto con ellos, orad incesantemente a Cristo nuestro Dios para salvar nuestras almas.
 






Fuente: saint.gr, diakonima.gr, Sinaxario de los doce meses del año de de San Nicodemo el Athonita, synaxarion.gr.

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