"La tierra da a luz a tres muertos que son portadores de vida, los cielos decían que era apropiado que los sacaran de donde se escondieron".
Los Santos Mártires Quinctiliano, Máximo y Dada en Durostorum fueron decapitaros a espada el 28 de abril de 307. Así los benditos ascendieron a los cielos donde fueron coronados como mártires. Posteriormente se construyó un "martyrium" sobre sus tumbas cuando un ángel reveló sus reliquias a los cristianos locales y convirtiéndose en una fuente de curaciones. Esta revelación tuvo lugar el 2 de agosto y es celebrada anualmente por la Iglesia.