martes, 5 de marzo de 2024

San Nicolás Velimirovic, Obispo de Ohrid y Zica en Serbia (+1956)

Conocido como "La Boca de Oro" en Serbia" y el "Igual a los Apóstoles" en América, San Nicolás Velimirovic nació el 23 de Diciembre del año 1880 en el pueblo de Lelic, al oeste de Serbia.


Era el primero de nueve hermanos, hijos de los devotos y humildes agricultores Dragomíru y Caterina.
 De complexión corporal débil, mostró desde pequeño su inteligencia, su gran amor por la Iglesia y por Dios y su llamada por la vida monástica.
Estudió, a pesar de la gran pobreza de su familia, en la escuela teológica de Belgrado, fue declarado Doctor en Teología en Berna, Suiza, en 1908; Doctor en Ortodoxia en Inglaterra, en 1909 y en Halle, Alemania en 1911. Conocía siete idiomas, entre los cuales estaba el griego. 
Nicolás adoraba a Dios con todo su corazón, con toda su fuerza y con todo su intelecto, y Dios le dió boca y sabiduría imbatible e invencible. 
Fue ordenado monje y presbítero en el monasterio de Rakóvitcha, cerca de Belgrado, en Diciembre de 1909. Enfermó gravemente de disentería y dijo que si el Señor le sanaba, se consagraría a Él de por vida, como efectivamente sucedió.
 
 
 
 



San Nicolás Velimirovic. 5 de Marzo (Nuevo Calendario)



 
 
 
Durante el periodo de 1915 a 1919 fue enviado a América y a Inglaterra para ayudar y fortalecer al pueblo serbio. En 1919 fue elegido obispo de Žiča en el municipio de Kraljevo en Serbia central y en 1920 fue trasladado a Ohrid, donde desarrolló una enorme obra apostólica y filantrópica; fue un magnífico predicador, poeta, organizador e inspirador del Movimiento Religioso Popular Serbio. En la ciudad de Bitol, perteneciente a dicha localidad, conoció al monje Juan, a quien tuvo mucho aprecio y cariño y tuvo una influencia muy benigna sobre él. Ya entonces se escuchaba decir a menudo al Obispo Nicolás: "Si quieren conocer a un santo viviente, vayan a ver al Padre Juan de Bitol." Se trataba del Bienaventurado Juan Maximovic el Milagroso (1896-1966), considerado por los Cristianos Ortodoxos de todos los países del mundo como uno de los santos más grandes del siglo.
 
 
 
 






 
 
 
 
El Obispo Nicolás, a pesar de su enorme formación y de sus muchos carismas, se distinguía por la sencillez de su personalidad, su amabilidad y su amor. La virtud que le caracterizaba por excelencia era la humildad. El estudio de los Padres de la Iglesia y su encuentro con Padres del Monte Atos enriquecieron su espiritualidad. Con sus escritos y su conducción espiritual el pueblo renacía espiritualmente y el monacato florecía.
En 1942, fue arrestadoo por las autoridades alemanas  establecidas en su país, , deteniendo su obra, y en 1944 es enviado al campo de concentración de Dachau en Alemania, donde le aplicaron terribles torturas. Después de su liberación en Mayo de 1945, ya solo quería volver a su patria. El siervo del Señor mantenía las señales del martirio en su cuerpo, completamente lleno de cicatrices y magulladuras. No tenía piel en la espalda ni en las plantas de los pies.  
El régimen de entonces lo declaró una "persona no deseada". Entonces se fue a América y a pesar de su débil estado de salud, continuó la obra apostólica y filantrópica  de Cristo.
 
 
 
 



San Nicolás Velimirovic, Obispo de Ohrid y Zica en Serbia






Enseñó en la Escuela Sacerdotal del Monasterio de San Sabas de Libertyville en illinois y desde 1951 se instaló en el monasterio ruso de San Ticón en Pensilvania (en gr. "Τύχωνος", [Tíjonos], en ing. "Tikhon"), donde guiaba a los monjes y dirigía el seminario teológico del monasterio. 
Las dificultades y los problemas nunca lo desanimaron. Sentía intensamente la presencia de la Divina Providencia en su vida y esto le daba vida, coraje y alegría. Su oración era ininterrumpida y emanaba de él como los ríos del Paraíso. Vivía en penitencia continua y derramaba lágrimas de arrepentimiento, súplica, amor y alabanza. Una mañana de un Domingo de 1956, mientras rezaba en su humilde celda y se preparaba para oficiar en la Iglesia, durmió en el Señor. Sus Santas Reliquias regresaron a Serbia en 1991.
 
 
 
 
 




"Николај Велимировић",
[
Nikolaj Velimirović]



La ortodoxia es un misterio dramático 

Por San Nikolai Velimirovich

Iglesias, santuarios, capillas, iconos, velas, procesiones, sacerdotes, campanas, monasterios, predicadores ambulantes, santos de todos los días, temporadas de ayuno; todo es la repetición de la misma idea, es decir, que Cristo es el gobernante de la vida y nosotros somos  seguidores Suyos. Cristo debe expresarse en todas partes, dentro y fuera. Muchos ingleses han comentado que la Biblia se lee muy pocas veces en casa en Rusia y Serbia. Eso es verdad. La gente lee la Biblia más en emblemas, imágenes y signos, en música y oraciones, que en el Libro. Nuestra religión no es una religión de libros, ni siquiera una religión erudita. Es un misterio dramático. La Biblia contiene las palabras, pero en este dramático misterio hay algo más elevado y profundo que las palabras. El cristianismo eslavo es algo más grande que la Biblia. 
 
 
 









Al mirar un icono, un mujik (campesinos rusos que no poseían propiedades) percibe la Biblia encarnada en el drama de la vida de un santo. Misterio del pecado, misterio de la expiación, misterio del sufrimiento heroico, misterio de la presencia diaria de Cristo entre nosotros en el vino santo, en el pan santo, en el agua bendita, en la palabra santa, en la obra santa, en toda sustancia santificada, tanto en la materia como en el espíritu, misterio de comunión de los pecados y de las virtudes —todos están registrados una vez en la Biblia, y todos están registrados y repetidos también en nuestra vida diaria— eso es lo que llamamos nuestra ortodoxia eslava. Tomamos los contornos místicos de la Biblia y no nos preocupamos por los detalles. En esos trazos místicos ponemos nuestra vida diaria, con sus detalles de pecados y sufrimientos. No concebimos la religión cristiana ni tan jurídica como los católicos romanos, ni tan científica como los protestantes, ni siquiera tan razonable y práctica como los anglicanos, pero la concebimos más bien como dramática.

Del libro "El espíritu religioso de los eslavos", 1916.







 
 
 
ALGUNAS OBRAS DE SAN NICOLÁS VELIMIROVIC

 
 
 
 
 
Cristo se alejó de Europa
 
 





El Venerado Cuerpo del Santo, en su funeral. Serbia, 1991. 

 
 
 
 
 

 
 
Apolitiquio tono 4 (en serbio, hasta el min. 2)
 
Apolitiquio tono 4º

En verdad fuiste revelado a su rebaño como una regla de fe, una imagen de humildad y un maestro de abstinencia; tu humildad te exaltó, tu pobreza te enriqueció. Jerarca Padre "Nikolai", ruega a Cristo nuestro Dios que nuestras almas sean salvadas.
 


Apolitiquio tono plagal del 4º

Oh predicador de boca de oro que proclama a Cristo resucitado, guía eterna de los serbios portadores de la Cruz, arpa resonante del Espíritu Santo y querido por los monásticos que se regocijan en ti: orgullo y jactancia del sacerdocio, maestro del arrepentimiento, maestro para todas las naciones. Guía de los que están en el ejército de Cristo mientras oran a Dios, Santo Nicolás profesor
 en América y orgullo del pueblo serbio. Con todos los santos, implora al único Amante de la humanidad ¡que nos conceda la paz y gozo en su reino celestial!



Condaquio tono 3º

Nacido en Lelic en Serbia, serviste como en la Iglesia de San Nahúm
en Ochrid. Presidiste el trono de San Sabas en Zica, enseñando al pueblo de Dios e iluminándolo con el Evangelio, llevándolos al arrepentimiento y al amor por Cristo. Y por Su causa soportaste el sufrimiento en Dachau. Por lo tanto, Nicolás, te glorificamos como a un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios.
 





Fuentes consultadas: saint.gr, apostoliki-diakonia.gr, cristoesortodoxo.com, fatheralexander.org, laortodoxia.wordpress.com, oca.org, orthodoxwiki.org, vimeo.org