
El lunes después del Pentecostés, la Iglesia celebra el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, el cual procede del Padre.
És consubstancial con las personas del Padre y del Hijo, de acuerdo con el Símbolo de la Fe ". Es adorado y glorificado junto con el Padre y el Hijo, él co- iguales en adoración y honor.
A continuación se expone el capítulo dedicado al Espíritu Santo del conocido libro "Nuestra Fe Cristiana Ortodoxa", del Archimandrita Epiphanios K. Hadjiyiangou:
EL ESPÍRITU SANTO
Versículo 8. "Y en el Espíritu Santo..."
1. LA NATURALEZA DEL ESPÍRITU SANTO
Macedonio y el II Sínodo Ecuménico
Después de mencionar la persona de nuestro Señor Jesús Cristo, el Santo Credo nos presenta en el 8º artículo la tercera persona de la Santa Trinidad, el Espíritu Santo. La razón para esto fue la herejía de Macedonio I, Patriarca de Constantinopla: él decía que el Espíritu Santono es verdadero Dios sino una creación de Dios. Así en el año 381 d.C. el Segundo Sínodo Ecuménico tuvo lugar en Constantinopla donde fue condenada la enseñanza de Macedonio y declaró que el Espíritu Santo es Verdadero Dios, consubstancial (una sóla esencia) con el Padre y con el Hijo. En adición, el Sínodo agregó los cinco artículos finales de Santo Credo.
El Espíritu Santo es una Persona
Primeramente, debemos enfatizar que el Espíritu Santo no es una fuerza abstracta e impersonal de Dios, como algunos heréticos enseñan, sino que es una persona. Vemos en la Santa Escritura que el Espíritu Santo habla a San Pedro (Hechos 10:19); decide en los Sínodos Apostólicos (Hechos 15:28); y en otras partes, el Espíritu Santo prohíbe (Hechos 16:6), o advierte a los Apóstoles (Hechos 20:23), etc. Todo lo anterior revela que el Espíritu Santo es una persona.
El Espíritu Santo es Verdadero Dios
El Espíritu Santo, sin embargo, no es simplemente una persona, como son los hombres o los ángeles. El Espíritu Santo es mucho más que eso. El Espíritu Santo es perfecto Dios, consubstancial con el Padre y con el Hijo. El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santa Trinidad. Presentamos algunas citas bíblicas relevantes: 1Cor.3:16, 6:19, 2Cor.3:16-17;Hechos 5:3-4.
"Santo", "Señor","Dador de vida"
El Santo Credo atribuye tres características al Espíritu Santo:
a. El Espíritu Santo es llamado "Santo". A lo largo de casi todo el Nievo Testamento, es caracterizado como Santo (ver: Lc.1:35; Mat.1:20; Jn.14:26;etc.) Pero solo Dios es santo, en el significado absoluto de la palabra. (Ver Is.6:3; Jn.17:11;). Por lo tanto, el Espíritu es Dios
b. El Espíritu Santo es también llamado "Señor": en otras palabras, El que gobierna. El Espíritu Santo es "Señor", siendo Omnisciente, "porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (1Cor.2:10). El Espíritu Santo es Todopoderoso, porque "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos" (Sal.33:6). El Espíritu Santo es Omnipresente (Sal.139:7). El Espíritu Santo es fuente de Verdad, ya que es Él quien ilumina a los profetas (2 Ped. 1:21). Solo Dios tiene todos los atributos anteriores.
c. El Espíritu Santo es también caracterizado commo "Dador de Vida", porque el da la vida. Él regenera al hombre a través del Misterio del Bautismo (Jn. 3:5; Tito 3:5). Perdona los pecados de los hombres (Jn. 20:22-23). El Espíritu Santo nos dará vida en el día de la Resurrección General de los muertos (Rom. 8:11).
Todos los versos anteriores indisputablemente prueban la divinidad del Espíritu Santo, y que el Espíritu Santo es "Santo", "Señor" y "Dador de Vida".
Adoración y glorificación.
Debido a que el Espíritu Santo es Señor, Dador de Vida, consubstancial e igual con el Padrey con el Hijo, consecuentemente decimos en el Credo: " Que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado". Nosotros tenemos por lo tanto que adorar y glorificar al Espíritu Santo junto con el Padre y con el Hijo.
2. LA PROCEDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
" Que procede del Padre..."
La relación del Espíritu Santo con el Padre y con el Hijo
Como se mencionó en el capítulo dos, la Deidad tiene una y única fuente: el Padre. El Hijo es nacido del Padre y el Espíritu Santo procede del Padre. Por esta razón en el Santo Credo confesamos: "Y en el Espíritu Santo...que procede del Padre."
Pero ¿cuál es la relación entre el Espíritu Santo y el Hijo? El Espíritu Santob es enviado por el Hijo. Esto no tiene nada que ver con la esencia de las personas sino con sus energías. Estos dos dogmas fundamentales están basados en las palabras de Cristo, que dijo: "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre..." (Jn. 15:26). Entonces vemos que el Espíritu Santo procede del Padre y es "enviado" al mundo por el Hijo.
La relación del Espíritu Santo con el Padre y con el Hijo
Como se mencionó en el capítulo dos, la Deidad tiene una y única fuente: el Padre. El Hijo es nacido del Padre y el Espíritu Santo procede del Padre. Por esta razón en el Santo Credo confesamos: "Y en el Espíritu Santo...que procede del Padre."
Pero ¿cuál es la relación entre el Espíritu Santo y el Hijo? El Espíritu Santob es enviado por el Hijo. Esto no tiene nada que ver con la esencia de las personas sino con sus energías. Estos dos dogmas fundamentales están basados en las palabras de Cristo, que dijo: "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre..." (Jn. 15:26). Entonces vemos que el Espíritu Santo procede del Padre y es "enviado" al mundo por el Hijo.
Desafortunadamente, hubo una herejía con respecto a este importante dogma, que se convirtió en la razón principal de que una gran parte de la cristiandad occidental, con el Papa como líder, fuera separada de la Iglesia en el año 1054 d.C. (El Gran Cisma). Los Papistas (Romano Católicos) sin fundamento añadieron al Credo la frase " y del Hijo"; en latín, el "Filioque" - en otras palabras, que el Espíritu procede no sólo del Padre sino también del Hijo.
Desde el punto de vista Ortodoxo, el "Filioque" no es una simple opinión teológica; es la primera herejía concerniente a la Santa Trinidad, porque introduce una segunda fuente para la Deidad -el Hijo- simultánea y paralelamente con al Padre
3. LA DESCENDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
Examinemos algunas energías del Espíritu Santo en la Santa Escritura. El Espíritu Santo aparece ya desde las primeras líneas del libro del Génesis, crear el mundo con el Padre y con el Hijo (ver Gén. 1:1-2). Después vemos al Espíritu Santo realizando milagros (ver Gen. 41:38; Jueces 14:6) e inspirando a los profetas. Este es el "...y que habló por los profetas", como mencionamos en el Credo.
En el Nuevo Testamento el Espíritu Santo se manifiesta más veces. El Espíritu Santo participa en el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios (Lc. 1:35). En el Río Jordán durante el bautismo de Cristo, descendió el Espíritu Santo "en forma de una paloma" y afirmó las palabras del Padre (Mat.3:17). Con el Espíritu Santo, el Padre ungió a al Hijo como humano, para cumplir Su obra de redención (Is. 61:1-2).
Durante la Transfiguración, el Espíritu Santo apareció como una nube brillante (ver Mat. 17:5).
Y así llegamos al día de Pentecostés, donde el Espíritu Santo descendió e iluminó a los santos Apóstoles. Pentecostés era una antigua fiesta Judía. Cincuenta días después de su paso por el Mar Rojo, Dios dio los Diez Mandamientos a Moisés en el Monte Sinaí. Dios eligió el día de este aniversario para enviar el Espíritu Santo al mundo y establecer el Nuevo Testamento con la humanidad.
San Lucas el Evangelista describe este día, cincuenta días después de la Resurrección de Cristo, (diez días después de su Ascensión), cuando se reunieron los Apóstoles, como sigue: " Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:2-4).
Pero, ¿por qué el Espíritu Santo descendió como un estruendo como de un viento recio que soplaba ? porque como el viento arranca los árboles, así es como el Espíritu Santo sopló como un viento fuerte y desarraigó la idolatría. El Espíritu Santo también apareció como lenguas de fuego. Esto revela su Su naturaleza divina, porque "el Señor tu Dios es fuego que consume" (Deut. 4:24). Además, la lengua sería el instrumento mediante el cual los Apóstoles, como "bocas del Logos", predicarían el Evangelio. Y eran de fuego, porque las lenguas de quienes predican el Evangelio deben estar "en llamas" para quemar el mal: "un fuego que consume malicia" (San Gregorio el Teólogo).
En el día de Pentecostés comenzó un nuevo periodo en la historia de la Iglesia. En este día, fue establecida la iglesia. El Reino de Dios sobre la Tierra, el Cuerpo de Cristo, la "nueva creación" (2 Cor. 5:17).
4. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA
En General
El Espíritu Santo fundó la Iglesia, y permanece dentro de ella hasta el fin del mundo, fortaleciendo y santificando a sus miembros. Examinemos algunas de las energías del Espíritu Santo dentro de la Iglesia.
El Espíritu Santo realiza y consagra todos los Misterios (Sacramentos) y los actos de Santificación. Ilumina a los profetas para predecir el futuro. Descendió sobre los Apóstoles haciéndoles sabios predicadoers del Evangelio. Iluminó a los Santos Padres y Maestros de la Iglesia para afrontar las herejías y para expresar las doctrinas Ortodoxas. El Espíritu Santo realiza milagros y expulsa demonios. Fortalece a los santos mártires de nuestra Fe, dándoles fuerza para afrontar el cruel martirio y permanecer fieles hasta la muerte.
El Espíritu Santo revela los santos de nuestra Iglesia. Los santos son el mayor milagro que la Iglesia tiene que presentar al mundo, porque a través de la gracia del espíritu Santo ellos han vencido al diablo y al mundo con sus seducciones y sus terrores; ellos superan las pasiones humanas y sus debilidades; y ellos se han convertido en ángeles terrenales, imágenes vivas de Dios. Por esta razón, el Domingo después de pentecostés celebramos el Domingo de Todos los Santos, donde honramos a todos los santos, como frutos del Espíritu Santo.
El cuidado del Espíritu Santo para cada uno de los fieles
Fuimos "sellados" con el Espíritu Santo el día en que fuimos bautizados y nos convertimos en "templo del Espíritu Santo, el cual está en nosotros, el cual tenemos de Dios, y que no somos nuestros"? (1 Cor. 6:19). Es el Espíritu Santo el que nos concede la garantía interna de que somos hijos de Dios (Gal.4:6). El Espíritu Santo nos refuerza en nuestra batalla contra el pecado (Rom. 8:26). El Espíritu Santo es el "Paráclito"(confortador, consolador o ayudador) que nos consuela y nos da corage y paciencia cada vez que encontramos dolores y tentaciones en la vida. El Espíritu Santo también nos inspira para rezar (Rom. 8:26), y a adorar al Padre celestial en verdad (Jn. 4:24). Para aquellos que luchan, el Espíritu Santo les concede grandes bendiciones, "frutos", los cuales son: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza" (Gál.5:22). Finalmente, es el Espíritu Santo quien resucitará a los cuerpos sin vidaen el día de la Resurrección General (Rom. 8:11)
Nuestra posición con respecto al Espíritu Santo
Estos y muchos mas son los regalos y las bendiciones que el Espíritu Santo concede. Esto es por lo que la Iglesia honra especialmente al Espíritu Santo. La Iglesia honra cada año al Espíritu Santo en la fiesta del Lunes después de Pentecostés". La Iglesia también honra al Espíritu Santo cada día en el servicio de la 3ª Hora, que está dedicada al Espíritu santo. Al Espíritu Santo dirigimos la oración: "Rey celestial, Consolador, Espíritu de verdad...".
Pero ¿ cuál debería ser nuestra posición con respecto al Espíritu Santo? No deberíamos entristecer al Espíritu Santo (Efe. 4:30), algo que hacemos cada vez que pecamos. Entristecemos especialmente y expulsamos al Espíritu Santo cuando cometemos pecados carnales.(ver Gén. 6:3).
Aún más terrible es la blasfemia contra el Espíritu Santo; en otras palabras atribuir las energías del Espíritu Santo al diablo. Este es un signo de la depravación total del hombre; en realidad es una falta de arrepentimiento. Respecto al pecado, Cristo dice: "Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada." (Mat. 12:31).
El propósito de nuestra vida: la adquisición del Espíritu Santo.
Un gran santo ruso, San Serafín Sarov, enfatizó que el propósito de nuestra vida es la adquisición del Espíritu Santo. Todo lo demás que hacemos - oraciones, ayunos, obras de caridad, guardar los mandamiento de Dios, etc. - no son nada más que los medios para adquirir el Espíritu Santo. Porque, como el apostol Pablo mencionaba: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." (Rom. 8:14).