viernes, 22 de marzo de 2024

San Epafrodito, Apóstol de los 70

San Epafrodito el Apóstol de Los Setenta es conmemorado el 22 de Marzo según el Martirologio Romano. 

El 8 de Diciembre junto con los apóstoles Sóstenes Apolo, Crispo, César y Cefas de Los Setenta. El 4 de Enero en Sinaxis (Memoria) de los Setenta Apóstoles. El 30 de marzo según ww.oca.org y el 30 de marzo y el 8 de diciembre, según San Dimitri de Rostov (ver LVIII San Epafrodito

 

San Epafrodito, Apóstol de los 70, del Martirologio Romano, el (22 de Marzo).

San Epafrodito, Obispo. (Siglo I). 

De Las Vidas de los Santos de A. Butler. 22 de Marzo:

Epafrodito parece haber nacido en Filipos. San Pablo usa los siguientes términos para hablar de él: "Mi hermano, mi colaborador, mi compañero de armas." (Filip. II, 25).

Había ido a Roma, donde Pablo estaba cautivo, para llevarle una nueva colecta de parte de los filipense* Allí cayó enfermo de cuidado, pero Dios luvo misericordia de él y no quiso añadir tristeza sobre tristeza al alma de Pablo. Los mismos filipenses, al saber que su emisario había estado enfermo, urdían en deseos de volverlo a ver. A pesar del vacío que ello iba a dejar en el corazón de San Pablo, éste no dudó un momento en separarse de su amado Epafrodito y así lo despidió con una carta para los fieles de Filipos.








Esta carta es como el eco de las conversaciones que intercamiaron Pablo y  Epafrodito. Pablo rogaba a sus queridos neófitos que recibieran a su compatriota con toda alegría en el Señor, ya que para realizar la misión que le habían encomendado se había visto al borde mismo de la muerte. Entregaba su vida para suplir los cuidados que los filipenses no le podían dar. (Filip. II, 25-30).

Fuera de este auténtico elogio, no poseemos otros detalles de la vida de Epafrodito, aunque se han hecho, por cierto, toda clase de conjeturas sobre el papel que desempeñó después.

El Martirologio Romano hace de él un obispo de Terracina, enviado a esta ciudad por San Pedro. Las notas del martirologio nos dicen que esta noticia está sacada de Metafrasto. Esta misma alusión se encuentra reproducida en Lipomano y en Surio. Este último pretende conocer las circunstancias en que sucedió: "Pedro, dice, después de una estancia en Roma, en donde bautizó a un buen número de conversos, dejó allí como obispo a Lino y partió para Terracina; allí consagró a Epafrodito".

 


De izq. a dcha. San Epafrodito, Sóstenes, Apolos, Cefas y César



Pseudo-Doroteo, cuyo testimonio es poco seguro, hace de Lino un obispo de Adria. Teodoreto piensa que Epafrodito fue obispo de Filipos, su ciudad natal. Baronio en sus "Annales" se pregunta si no habría que admitir tres personajes que lleven el nombre de Epafrodito, a saber: el obispo de Terracina, mencionado el 22 de marzo, el discípulo de San Pablo y, finalmente, el obispo de Adria, en Siria. Faltan datos para poder solucionar el problema. San Pablo insinúa en su carta que Epafrodito ocupaba una elevada posición en su ciudad; esto favorecería la opinión de Teodoreto.



Este Epafrodito en particular fue un colaborador cristiano del Apóstol Pablo que se menciona sólo en la Epístola a los Filipenses, pero en dos capítulos diferentes (2, 25-30 y 4,18). Epafrodito fue un enviado de la comunidad cristiana de Filipos a Pablo durante el primer encarcelamiento de Pablo en Roma o Éfeso. Pablo lo llama (2,25) "hermano, cómplice y soldado". 
 









Las tres palabras se dan en escalada: simpatía común, trabajo común, peligro común y fatiga y dolor. Inmediatamente después, se describe a Epafrodito como mensajero y apóstol, "ministrador de la necesidad" de Pablo (2, 25), haciendo por Pablo lo que la comunidad de Filipos no pudo hacer (2, 30). La palabra ministrador indica en griego común ("λειτουργός", [liturgós]) al funcionario, muchas veces el que tiene recursos económicos para cumplir con su trabajo, por lo que Epafrodito pudo no haber sido solo un miembro de la Iglesia de Filipos, sino también un hombre que por sus propios medios pudo contribuir al don ofrecido por la Iglesia a Pablo (4,18)

Al llegar junto a Pablo, Epafrodito se dedicó a la "obra de Cristo", como ayudante de Pablo en su labor misionera. Trabajó tanto que perdió la salud y, en palabras de Pablo, se enfermó y estuvo a punto de morir ("... que enfermó. Y cuando se enfermó estaba a punto de morir"). Sin embargo, se recuperó y luego Pablo lo envió de regreso a Felipe con esta carta (la Epístola a los Filipenses) para tranquilizar a sus amigos, quienes se habían enterado de su grave enfermedad. Pablo escribe que la Iglesia debe acogerlo con alegría y "honrar a las personas como él" (2, 29).




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