Su padre era agricultor y su madre, que era de Valaquia, murió cuando Filotea aún era una niña, volviéndose a casar su padre.
La niña a menudo era castigada por su madrastra, quien la acusaba de desobediencia y de entregar sus posesiones a los pobres. Su padre la reprendió por esto, pero Filotea continuó asistiendo a los servicios de la iglesia y haciendo el bien a los demás, tal como su madre le había enseñado. A medida que crecía, era adornada con las virtudes de la oración, la virginidad y la limosna.
Santa Filotea solía llevarle comida a su padre, que estaba trabajando en el campo. Sin embargo, no le llegaba toda la comida porque la niña les daba un poco a los niños pobres que mendigaban en la calle. Cuando se quejó con su esposa de que no le preparaba suficiente comida, ella respondió: "Te envío mucha comida. Pregúntale a tu hija qué hace con ella".
Enfadado con Filotea, su padre decidió espiarla para ver qué pasaba con la comida. Desde un escondite, la vio dando de comer a los niños pobres que se le acercaban. En un violento ataque rabia, sacó el hacha de su cinturón y se la arrojó a la niña de doce años, golpeándola en la pierna. La herida era mortal y pronto entregó su alma pura en manos de Dios.
El hombre se llenó de miedo y remordimiento e intentó levantar el cuerpo de su hija del suelo, pero se volvió tan pesado como una piedra. Entonces el desgraciado corrió hacia el arzobispo de Trnovo para confesarle su pecado y explicarle lo sucedido. El arzobispo y su clero fueron con velas e incienso a tomar el cuerpo de la mártir y llevarlo a la catedral, pero ni siquiera ellos pudieron levantarlo.
El arzobispo se dio cuenta de que santa Filotea no deseaba permanecer en su tierra natal, por lo que comenzó a nombrar varios monasterios, iglesias y catedrales para ver a dónde deseaba ir. Hasta que nombró al Monasterio de Curtea de Arges en Rumanía no pudieron levantar sus sagradas reliquias y colocarlas en un ataúd. El arzobispo escribió al rumano Voievode Radu Negru pidiéndole que aceptara las reliquias de la santa.
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| Monasterio de Curtea de Arges, Rumanía |
El arzobispo y su clero llevaron las santas reliquias en procesión hasta el Danubio, donde fueron recibidos por el clero rumano, los monjes y los fieles. Luego fueron llevados al Monasterio de Curtea de Arges.
Muchas personas han sido sanadas en la tumba de santa Filotea en una pequeña capilla en el campanario detrás de la iglesia del monasterio, y quienes suplican su intercesión reciben su ayuda. Cada año, el 7 de diciembre, hay una peregrinación festiva al Monasterio y la gente viene de todas partes de Rumanía. Las reliquias de santa Filotea se llevan en procesión por el patio y hay oraciones por los enfermos.
La Santa Virgen Mártir Filotea es venerada en Rumanía, en Bulgaria y en todo el mundo ortodoxo.
Santa Filotea, martirizada por el amor "al prójimo".
Del libro jóvenes mártires y heroicos, Santo Monasterio de Panayía Varnakova, Eupalio, Grecia. Ed. Dorida, 2011.
En la ciudad de Arges de Rumanía, se encuentra el Monasterio de Curtea de Arges. El katholikón del Monasterio, dedicado a la dormición de la Santísima Madre de Dios, es una obra maestra de la arquitectura y del arte decorativo. Fue construido en el s. XVI.
En la iglesia anexa (pareklisio) del Nacimiento de la Santísima Madre de Dios, en una urna de plata, se encuentran las sagradas reliquias de Santa Filotea, la cual "fue perfeccionada de modo martírico" a la edad de sólo once años.
La santa Filotea procedía de Trnovo de Bulgaria. Aunque su madre murió joven, le dio tiempo a enseñarla el amor a Dios y a los hombres. Cuanto más crecía, más avanzaba en la virtud. Amaba y se compadecía especialmente por los pobres. Una vez les daba su ropa, otra vez les daba su comida.
Su padre volvió a casarse, pero su madrastra no la trataba nada bien. Sin embargo Filotea, por el amor de Cristo, hacía paciencia.
Un día fue enviada por su madrastra a llevar la comida a su padre que trabajaba en el campo. Pero de camino, se encontró con unos pobres y unos huérfanos que estaban hambrientos, repartiendo entre ellos la comida. Por la noche, su padre se quejó a su mujer y ella le dijo que le envió la comida por medio de Filotea.
Al día siguiente su padre la siguió. Y cuando la vio repartir su comida, se encolerizó. Entonces ató a Filotea con una cuerda, comenzó a golpearla con un palo y a darla patadas.* De este la pequeña muchacha dió su último suspiro.
Su padre intentó levantar su cuerpo, pero era tan pesado, que lo dejó allí y fue a entregarse a las autoridades.
Llegó también al lugar del martirio el Metropolita junto con sacerdotes y muchos fieles. Aunque lo intentaron, no podían levantar a la joven mártir. Comenzaron entonces a nombrar iglesias y monasterios de Bulgaria, por si podrían ver dónde quería la santa que trasladasen sus santos restos. Pero el cuerpo continuaba siendo imposible de levantar.
Hicieron referencia después al Monasterio de Curtea de Arges en Rumanía, y en ese momento el cuerpo se volvió prácticamente ingrávido y ligero. Entonces fue trasladado allí, a la Rumanía ortodoxa. Es allí donde la sagradas reliquias de Filotea permanecen incorruptibles.
Galardonó Dios el abnegado amor hacia el prójimo, en la persona de la onceañera santa. Sus sagradas reliquias son fuente de curaciones.
Ruega por nosotros Santa Filotea, para que el Señor nos otorgue a nosotros también ese amor puro y desinteresado por nuestros compañeros.
NOTA:
* En otros synaxarios-santorales se hace referencia a que murió tras clavarse sobre ella el hacha que le lanzó su padre. Esta parece ser la opción mas acertada, a juzgar por los iconos rumanos dedicados a ella, en los cuales aparece un hacha.
Más fotos de Santa Filotea: al final de esta y de esta páginas.
Monasterio de Curtea de Arges (I) (II) (vídeo, rumano)
Fotos y ubicación del Monasterio de Curtea de Arges en Rumanía
Troparion - Tono 8
La bienaventurada Filotea clama a su Señor con gran amor, ofreciéndole el martirio que sufrió por él. Fue sepultada con Él en el Bautismo para que resucitara con Él, así, por sus sufrimientos, murió para vivir en Él. Habiendo dado la oblación pura de su vida a Cristo, ahora reina con Él en gloria. Por sus oraciones, oh Cristo Dios, en tu misericordia, salva nuestras almas.
Kontakion - Tono 8
Oh Filotea bendita, desde tu juventud te ofreciste, por tu gran virtud, como sacrificio puro e inmaculado a Dios, quien verdaderamente te conoció antes de tu nacimiento. Fuiste un adorno de vírgenes y de los habitantes de la Cámara Nupcial, digno de alabanza. Por eso te clamamos: Salve, virgen siempre memorable.
Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopouos.com, es.wikipedia.org, Libro jóvenes mártires y heroicos, Santo Monasterio de Panayía Varnakova, Eupalio, Grecia. Ed. Dorida, 2011, www.tipadvisor.com.gr , oca.org
