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"Mientras estuvo en la tierra, Nicolás fue un gran intercesor, al salir de la tierra aún intercede fervientemente".
En el sexto apareció el final de la vida de Nicolás.
El sexto de este mes [diciembre], conmemoramos a nuestro Santo Padre Nicolás el Arzobispo de Mira en Licia el Milagroso.
Nicolás de Bari el Taumaturgo o realizador de milagros, es uno de los santos más venerados por los ortodoxos y especialmente por la gente rusa. Nació en Patara de Licia en Asia Menor a finales del tercer siglo. Era el único hijo de sus padres, los ricos y eminentes Teófanes y Nona, quienes dedicaron a Dios el único hijo que Él les dio. Desde temprana edad era profundamente religioso; siendo un bebé, los miércoles y los viernes no amamantaba la leche de su madre.
Fue instruido en la vida espiritual por su tío Nicolás, obispo de Pátara, y
fue ordenado monje por él en el monasterio de «Nueva Sión», monasterio fundado por su propio tío. Después de la muerte de sus padres San Nicolás heredó una inmensa fortuna, la cual puso al servicio de los necesitados. Él trataba de ayudar a la gente de forma anónima, para que no se lo agradeciesen. Como sacerdote en Pátara, era conocido por sus obras caritativas, cumpliendo las palabras del Señor: «No sepa tu izquierda lo que hace tu derecha» (Mat.6:3).
San Nicolás
quiso visitar los lugares Santos y se embarcó sobre una nave en Pátara con
destino a Palestina. El viaje transcurría tranquilo, pero el Santo supo gracias
a una visión que se avecinaba una gran tormenta y se lo dijo a sus compañeros
de viaje. Efectivamente, pronto se desató una fortísima tormenta y la nave se
convirtió en un juguete de las olas. Sabiendo que San Nicolás era sacerdote
todos le pidieron que rezase por su salvación. Y gracias a las oraciones del
Santo el viento se calmó y vino gran silencio. Después de esto, uno de los
tripulantes, a raíz del viento, se cayó del mástil del barco, muriendo al
instante. La oración a Dios del Santo lo resucitó.
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| "San Nicolás salva a los que peligraban en el mar" |
Después de visitar Tierra Santa, San Nicolás tenía la intención de retirarse al desierto y vivir lejos de la gente. Pensando llevar una vida de soledad y silencio hasta su dormición, una voz desde el cielo le dijo: «Nicolás, dedícate a tu trabajo entre el pueblo si deseas recibir una corona de mí». Inmediatamente después de esto, en la providencia maravillosa de Dios, fue elegido como arzobispo de la ciudad de Mira en Licia. Misericordioso, sabio y audaz, Nicolás fue un verdadero pastor con su rebaño.
Pero no queriendo vivir en la ciudad donde la gente le conocía y le elogiaba, Nicolás se fue a la cercana ciudad de Mira, principal ciudad de la región de Lisia, donde estaba la sede episcopal. San Nicolás vino como un pobre. Amando a la iglesia, él iba todos los días nada más abrirse las puertas.
En aquel tiempo falleció el obispo de la ciudad de Mira y todos los obispos se reunieron para elegir al sucesor. No se ponían de acuerdo, hasta que uno de ellos aconsejó: "El Señor Mismo debe mostrar Su elección. Recemos, ayunemos y esperaremos la decisión de Dios." Y así fue. Dios reveló al obispo mayor que el primer hombre en entrar a la iglesia debía ser el obispo. El obispo comentó a los otros obispos sobre la revelación y antes de que empease la Misa se paró en la entrada de la iglesia, esperando al elegido por Dios. De acuerdo a su costumbre, San Nicolás entró primero para rezar. Cuando el entraba a la iglesia, el obispo lo paró y le preguntó: "¿Cómo te llamas?”. “Nicolás”- se identificó.
"Acompáñame hijo" — dijo el obispo. Le tomó de la mano y le hizo entrar a la iglesia y le comunicó que iba a ser ordenado Obispo de Mira. San Nicolás temía asumir un cargo tan alto, pero tuvo que aceptar el deseo de los obispos y el pueblo.
Pero no queriendo vivir en la ciudad donde la gente le conocía y le elogiaba, Nicolás se fue a la cercana ciudad de Mira, principal ciudad de la región de Lisia, donde estaba la sede episcopal. San Nicolás vino como un pobre. Amando a la iglesia, él iba todos los días nada más abrirse las puertas.
En aquel tiempo falleció el obispo de la ciudad de Mira y todos los obispos se reunieron para elegir al sucesor. No se ponían de acuerdo, hasta que uno de ellos aconsejó: "El Señor Mismo debe mostrar Su elección. Recemos, ayunemos y esperaremos la decisión de Dios." Y así fue. Dios reveló al obispo mayor que el primer hombre en entrar a la iglesia debía ser el obispo. El obispo comentó a los otros obispos sobre la revelación y antes de que empease la Misa se paró en la entrada de la iglesia, esperando al elegido por Dios. De acuerdo a su costumbre, San Nicolás entró primero para rezar. Cuando el entraba a la iglesia, el obispo lo paró y le preguntó: "¿Cómo te llamas?”. “Nicolás”- se identificó.
"Acompáñame hijo" — dijo el obispo. Le tomó de la mano y le hizo entrar a la iglesia y le comunicó que iba a ser ordenado Obispo de Mira. San Nicolás temía asumir un cargo tan alto, pero tuvo que aceptar el deseo de los obispos y el pueblo.
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| Icono con escenas de la vida del Santo. Sobre él, Jesucristo le ofrece el Evangelio y Su Santísima Madre un Omoforio |
Siendo obispo Nicolás se dijo a sí mismo: "Hasta ahora pude vivir para mí mismo y para la salvación de mi alma, pero desde ahora cada instante de mi vida deberá ser para otros." Y procedió así. Olvidándose de sí mismo, el Santo dejó abiertas las puertas para todos. Se convirtió en el padre de los huérfanos y los pobres, defensor de los ofendidos y benefactor de todos. De acuerdo a los comentarios de sus contemporáneos fue una persona de carácter suave, no se enojaba, vestía ropa sencilla, comía una vez por día — a la noche.
Cuando empezó la persecución durante el reinado del emperador Diocleciano (años 284-305 d.C.) el Santo fue encarcelado. Pero allí también, olvidándose de sí mismo, continuaba instruyendo al pueblo en la Ley de Dios. Sin embargo, el Señor no quería que muriese como mártir. El nuevo emperador Constantino fue benévolo con los cristianos y les otorgó el derecho de expresar abiertamente sus creencias religiosas.
Entonces San Nicolás pudo regresar con sus fieles. Es difícil enumerar a todos los que el ayudó y todos los milagros hechos por él. Una vez en la región de Licia empezó la hambruna. El Santo se presentó en un sueño a un comerciante, quien estaba cargando en Italia su barco con pan, le dio monedas de oro y le ordenó navegar hacía la ciudad de Mira en la región de Licia. Al despertarse y viendo en sus manos las monedas de oro el comerciante se asustó y cumplió lo que le ordenaba el Santo, trajo su pan al país hambriento y contó a los que vivían ahí sobre su visión milagrosa, gracias a la cual el vino.
En aquella época en muchas iglesias había disturbios a raíz de la herejía Arriana, que negaba la Divinidad del Señor Jesús Cristo. Para apaciguar la Iglesia, el emperador Constantino convocó un Concilio Ecuménico en la ciudad de Nicea en el año 325d.C.
Cuando empezó la persecución durante el reinado del emperador Diocleciano (años 284-305 d.C.) el Santo fue encarcelado. Pero allí también, olvidándose de sí mismo, continuaba instruyendo al pueblo en la Ley de Dios. Sin embargo, el Señor no quería que muriese como mártir. El nuevo emperador Constantino fue benévolo con los cristianos y les otorgó el derecho de expresar abiertamente sus creencias religiosas.
Entonces San Nicolás pudo regresar con sus fieles. Es difícil enumerar a todos los que el ayudó y todos los milagros hechos por él. Una vez en la región de Licia empezó la hambruna. El Santo se presentó en un sueño a un comerciante, quien estaba cargando en Italia su barco con pan, le dio monedas de oro y le ordenó navegar hacía la ciudad de Mira en la región de Licia. Al despertarse y viendo en sus manos las monedas de oro el comerciante se asustó y cumplió lo que le ordenaba el Santo, trajo su pan al país hambriento y contó a los que vivían ahí sobre su visión milagrosa, gracias a la cual el vino.
En aquella época en muchas iglesias había disturbios a raíz de la herejía Arriana, que negaba la Divinidad del Señor Jesús Cristo. Para apaciguar la Iglesia, el emperador Constantino convocó un Concilio Ecuménico en la ciudad de Nicea en el año 325d.C.
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| San Nicolás dando una bofetada al sacerdote herético Arrio, Concilio de Nicea, 325 d.C. |
En iconos de san Nicolás, frecuentemente puede verse a un lado a nuestro Señor y Salvador con un Evangelio en su mano, y a la Santísima Madre de Dios con un omoforio episcopal en sus manos al otro. Esto tiene un doble significado histórico: en primer lugar, denota el llamado de Nicolás al oficio episcopal, y en segundo, su vindicación y restauración tras el castigo de su encontronazo con Arrio. San Metodio, patriarca de Constantinopla, escribe: «Una noche, san Nicolás vio a nuestro Salvador en gloria, de pie junto a él y extendiéndole el Evangeliario adornado con oro y perlas, y a la Madre de Dios de pie al otro lado, colocando el omoforio sobre sus hombros. Poco después de esta visión murió Juan, que era entonces obispo de Mira, y Nicolás fue elegido obispo de aquella ciudad».
Los santos padres del Concilio no estuvieron de acuerdo con tal conducta, y expulsaron a Nicolás del Concilio, privándolo de todas las señales de su rango episcopal.
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| Icono ruso de San Nicolás |
Esa misma noche, varios de los padres tuvieron una idéntica visión: el Señor estaba a un lado de Nicolás con un Evangeliario, y la Madre de Dios al otro con un palio, ofreciéndole al santo las señales de su rango que le habían sido quitadas. Viendo esto, los padres se maravillaron, comprendieron hasta qué punto el arrianismo era desagradable a Dios y le devolvieron su cargo de obispo. Comenzaron a respetarle desde entonces como un gran hombre, interpretando su acto contra Arrio no como ira sin sentido, sino como expresión de un gran celo por la verdad.
Una vez el emperador condenó, a raíz de una falsa denuncia, a muerte a tres jefes militares. Acordándose de los milagros de San Nicolás, ellos le entregaron su petición, pidiéndole que les ayudase. Después de rezar, el Santo se presentó en un sueño al emperador ordenándole dejar en libertad a sus fieles servidores, en caso contrario sería castigado. "¿Quién eres, que te atreves a exigir algo de mí?” — preguntó el emperador. "Soy Nicolás, el obispo de la ciudad de Mira" — contestó el Santo. Sin atreverse a no cumplir la orden, el emperador revisó el caso muy atentamente y con honor dejó en libertad a los jefes militares.
Una vez navegaba un barco de Egipto a Libia. Se levantó una gran tormenta y el barco estaba a punto de zozobrar. Algunos se acordaron de San Nicolás y en sus oraciones le pidieron ayuda. Y vieron cómo el Santo iba apurado sobre el mar enfurecido, subió al barco y toma el timón. La tormenta se calmó y el barco llegó bien al puerto.
San Nicolás falleció en la mitad del siglo IV, siendo anciano. Pero con su dormición no sólo no se terminó su ayuda, sino que se incrementó. Durante más de mil quinientos años él es quien ayuda rápidamente a todos los que con creencia se la piden rezando. Hay muchos libros sobre su ayuda y el amor de los ortodoxos hacia él sigue aumentando.
Una vez el emperador condenó, a raíz de una falsa denuncia, a muerte a tres jefes militares. Acordándose de los milagros de San Nicolás, ellos le entregaron su petición, pidiéndole que les ayudase. Después de rezar, el Santo se presentó en un sueño al emperador ordenándole dejar en libertad a sus fieles servidores, en caso contrario sería castigado. "¿Quién eres, que te atreves a exigir algo de mí?” — preguntó el emperador. "Soy Nicolás, el obispo de la ciudad de Mira" — contestó el Santo. Sin atreverse a no cumplir la orden, el emperador revisó el caso muy atentamente y con honor dejó en libertad a los jefes militares.
Una vez navegaba un barco de Egipto a Libia. Se levantó una gran tormenta y el barco estaba a punto de zozobrar. Algunos se acordaron de San Nicolás y en sus oraciones le pidieron ayuda. Y vieron cómo el Santo iba apurado sobre el mar enfurecido, subió al barco y toma el timón. La tormenta se calmó y el barco llegó bien al puerto.
San Nicolás falleció en la mitad del siglo IV, siendo anciano. Pero con su dormición no sólo no se terminó su ayuda, sino que se incrementó. Durante más de mil quinientos años él es quien ayuda rápidamente a todos los que con creencia se la piden rezando. Hay muchos libros sobre su ayuda y el amor de los ortodoxos hacia él sigue aumentando.
Cuando en el año 1087 los sarracenos devastaron la región de Licia, San Nicolás se presentó a un devoto sacerdote, en la ciudad de Bari (Italia) y le ordenó trasladar sus reliquias a esta ciudad. Esta orden del Santo fue rápidamente ejecutada y desde entonces sus reliquias se encuentran en la iglesia de esta ciudad. Las reliquias despiden una mirra curativa. El recuerdo de este hecho se celebra el 22 de mayo según el calendario actual.
Son muchos los milagros que se le atribuyen, entre otros, citaremos brevemente:
- En la ciudad de Pátara de Licia vivía un hombre rico, quien tenía tres hijas, según la santa tradición, hermosas y honestas. Cuando las hijas empezaron a llegar a la mayoría de edad, tuvo mala suerte en sus negocios y quedó arruinado. Entonces se le ocurrió la idea de utilizar la belleza de sus hijas para conseguir medios de vida. San Nicolás supo sobre sus planes y decidió salvarle a él y a sus hijas de tan grande deshonor. Se acercó fugitivamente durante la noche a la casa del comerciante arruinado y echó por la ventana del cuarto donde dormía aquel padre desnaturalizado una bolsita (según otras versiones zapatos*) con monedas de oro. Cuando encontró la bolsita, el contento comerciante casó a su hija mayor, dándole la dote correspondiente. Poco tiempo después San Nicolás echó la segunda bolsita con monedas de oro, lo que alcanzó para la dote de la segunda hija y también ella se casó. Cuando San Nicolás echó por la ventana la tercera bolsita con las monedas de oro para la hija menor, el comerciante lo esperaba.
Son muchos los milagros que se le atribuyen, entre otros, citaremos brevemente:
- En la ciudad de Pátara de Licia vivía un hombre rico, quien tenía tres hijas, según la santa tradición, hermosas y honestas. Cuando las hijas empezaron a llegar a la mayoría de edad, tuvo mala suerte en sus negocios y quedó arruinado. Entonces se le ocurrió la idea de utilizar la belleza de sus hijas para conseguir medios de vida. San Nicolás supo sobre sus planes y decidió salvarle a él y a sus hijas de tan grande deshonor. Se acercó fugitivamente durante la noche a la casa del comerciante arruinado y echó por la ventana del cuarto donde dormía aquel padre desnaturalizado una bolsita (según otras versiones zapatos*) con monedas de oro. Cuando encontró la bolsita, el contento comerciante casó a su hija mayor, dándole la dote correspondiente. Poco tiempo después San Nicolás echó la segunda bolsita con monedas de oro, lo que alcanzó para la dote de la segunda hija y también ella se casó. Cuando San Nicolás echó por la ventana la tercera bolsita con las monedas de oro para la hija menor, el comerciante lo esperaba.
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| Dormición del Santo |
Arrodillándose delante de San Nicolás, él agradecía llorando por la salvación de su familia del tremendo pecado y deshonor. Ubicadas sus tres hijas y pasando algún tiempo, el comerciante mejoró sus negocios y empezó a ayudar a la gente imitando a su benefactor.
Pellicer, en su Tratado histórico, informa que era habitual en la corte de Felipe II de España la puesta en escena el 6 de diciembre, día de San Nicolás de Bari, de la llamada Fiesta del Zapato, con la eventual participación de alguna dama de Palacio.
- Otro milagro conocido es el de haber resucitado por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante.
- También se le atribuye el milagro de los tres niños sacrificados para dar de comer a los clientes de un hostelero, siendo devueltos a la vida por intercesión del santo. Motivo por el cual se le representa con tres niños a su lado, en una cubeta.
- Se cuenta que cierta vez salvó la vida de tres generales condenados a muerte
injustamente.
Pellicer, en su Tratado histórico, informa que era habitual en la corte de Felipe II de España la puesta en escena el 6 de diciembre, día de San Nicolás de Bari, de la llamada Fiesta del Zapato, con la eventual participación de alguna dama de Palacio.
- Otro milagro conocido es el de haber resucitado por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante.
- También se le atribuye el milagro de los tres niños sacrificados para dar de comer a los clientes de un hostelero, siendo devueltos a la vida por intercesión del santo. Motivo por el cual se le representa con tres niños a su lado, en una cubeta.
- Se cuenta que cierta vez salvó la vida de tres generales condenados a muerte
injustamente.
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-También se cuenta que en otra ocasión, hallándose un grupo de marineros en medio de una tempestad y habiendo invocado la protección de San Nicolás, vieron aparecer la figura del santo sobre el barco y al momento la tempestad se calmó.
-Uno de los milagros más recientes, ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuenta cómo en un bombardeo a la ciudad de Bari una madre se separó de su niño en medio de la confusión, apareciendo éste horas después a la puerta de la casa sano y salvo. El niño contó cómo un hombre que describió como San Nicolás le ayudó, le protegió y le llevó de regreso a su casa.
Más de dos mil templos están dedicados a él en todo el mundo. En Oriente es también conocido como San Nicolás de Myra, donde fue Obispo y su lugar de fallecimiento, y en Occidente como San Nicolás de Bari, por el lugar donde fueron trasladados sus restos.
NOTA:
-Uno de los milagros más recientes, ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuenta cómo en un bombardeo a la ciudad de Bari una madre se separó de su niño en medio de la confusión, apareciendo éste horas después a la puerta de la casa sano y salvo. El niño contó cómo un hombre que describió como San Nicolás le ayudó, le protegió y le llevó de regreso a su casa.
Más de dos mil templos están dedicados a él en todo el mundo. En Oriente es también conocido como San Nicolás de Myra, donde fue Obispo y su lugar de fallecimiento, y en Occidente como San Nicolás de Bari, por el lugar donde fueron trasladados sus restos.
NOTA:
*Estas distintas interpretaciones son originadas normalmente por distintas interpretaciones de los hechos, debido a las traducciones, o a los enemigos de la verdad que no quieren que los demás se salven, ο a conveniencias...
En otra versión, que haría historia, dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que milagrosamente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando, y de aquí se supone la tradición de colgar las medias tejidas que sirven para recibir regalos en Navidad. Así también, en ocasiones se representa al obispo de Myra con tres monedas de oro en las manos.  |
| San Nicolás el Taumaturgo, Arzobispo de Mira en Licia. Menologio Basilio II, s.X |
Procesión de la Cruz en Velikoretsky, Rusia (vídeo: 40.000 peregrinos de todo el país caminan 160 kilómetros durante 5 días siguiendo el icono de San Nicolás el Taumaturgo).
Canon de Súplica a San Nicolás (vídeo, griego)
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος δ’.
Κανόνα πίστεως, καὶ εἰκόνα πραότητας, ἐγκρατείας διδάσκαλον, ἀνέδειξέ σε τῇ ποίμνῃ σου, ἡ τῶν πραγμάτων ἀλήθεια· διὰ τοῦτο ἐκτήσω τῇ ταπεινώσει τὰ ὑψηλά, τῇ πτωχείᾳ τὰ πλούσια, Πάτερ Ἱεράρχα Νικόλαε, πρέσβευε Χριστῷ τῷ Θεῷ, σωθῆναι τὰς ψυχὰς ἡμῶν.Apolitiquio tono 4º
La verdad de las cosas te reveló a tu rebaño como una regla de fe, un modelo de mansedumbre y un maestro de la templanza. Por lo tanto, has ganado las alturas con humildad, riquezas con pobreza. Santo Padre Nicolás, intercede ante Cristo nuestro Dios para que nuestras almas puedan ser salvadas.
Κοντάκιον. Ἦχος γ’. Ἡ Παρθένος σήμερον.
Ἐν
τοῖς Μύροις Ἅγιε, ἱερουργὸς ἀνεδείχθης· τοῦ Χριστοῦ γὰρ Ὅσιε, τὸ
Εὐαγγέλιον πληρώσας, ἔθηκας, τὴν ψυχήν σου ὑπὲρ λαοῦ σου· ἔσωσας, τοὺς
ἀθώους ἐκ τοῦ θανάτου· διὰ τοῦτο ἡγιάσθης, ὡς μέγας μύστης Θεοῦ τῆς
χάριτος.
Condaquio tono 3º
Tú fuiste un fiel ministro de Dios en Mira, oh San Nicolás. Por haber cumplido el Evangelio de Cristo, moriste por el pueblo y salvaste al inocente. Por lo tanto fuiste santificado, siendo un gran iniciado de la gracia de Dios.
Ὁ Οἶκος
Ἀνυμνήσωμεν νῦν τὸν Ἱεράρχην ᾄσμασι, τὸν ἐν Μύροις λαοὶ ποιμένα καὶ διδάσκαλον, ἵνα ταῖς πρεσβείαις αὐτοῦ ἐλλαμφθῶμεν· ἰδοὺ γὰρ ὤφθη ὅλος καθάρσιος, ἀκήρατος πνεύματι, Χριστῷ προσάγων θυσίαν ἄμωμον, τὴν εἰλικρινῆ καὶ Θεῷ εὐπρόσδεκτον, ὡς ἱερεὺς κεκαθαρμένος τῇ ψυχῇ καὶ τῇ σαρκί· ὅθεν ὑπάρχει ἀληθῶς, τῆς Ἐκκλησίας προστάτης, καὶ ὑπέρμαχος ταύτης, ὡς μέγας μύστης Θεοῦ τῆς χάριτος.
Oikos
Elogiemos ahora al jerarca Nicolás en himnos, ese pastor y maestro en Mira, para que por sus intercesiones podamos recibir iluminación, oh gente. Porque he aquí, siendo inmaculado en espíritu, él era en conjunto una fuente de purificación, ofreciendo a Cristo el sacrificio que es puro y sin mancha y aceptable para Dios, ya que él mismo, como sacerdote, fue hecho puro en alma y cuerpo. Por lo tanto, él es verdaderamente un protector y defensor de la Iglesia, siendo un gran iniciado de la gracia de Dios.
Σαλπίσωμεν ἐν σάλπιγγι ᾀσμάτων, σκιρτήσωμεν ἑόρτια, καὶ χορεύσωμεν ἀγαλλόμενοι, τῇ ἐτησίῳ πανηγύρει τοῦ θεοφόρου Πατρός· Βασιλεῖς καὶ Ἄρχοντες συντρεχέτωσαν, καὶ τὸν δι' ὀνείρου φρικτῆς ἐπιστασίας, Βασιλέα πείθοντα, ἀναιτίους κρατουμένους τρεῖς, ἀπολῦσαι στρατηλάτας, ἀνυμνείτωσαν. Ποιμένες καὶ Διδάσκαλοι, τόν τοῦ καλοῦ Ποιμένος, ὁμόζηλον Ποιμένα, συνελθόντες εὐφημήσωμεν. οἱ ἐν νόσοις τὸν ἰατρόν, οἱ ἐν κινδύνοις τὸν ῥύστην, οἱ ἁμαρτωλοὶ τὸν προστάτην, οἱ πένητες τὸν θησαυρόν, οἱ ἐν θλίψεσι τὴν παραμυθίαν· τὸν συνοδίτην οἱ ὁδοιπόροι, οἱ ἐν θαλάσσῃ τὸν κυβερνήτην, οἱ πάντες τὸν πανταχοῦ θερμῶς προφθάνοντα, μέγιστον Ἱεράρχην, ἐγκωμιάζοντες οὕτως εἴπωμεν· Πανάγιε Νικόλαε, πρόφθασον, ἐξελοῦ ἡμᾶς τῆς ἐνεστώσης ἀνάγκης, καὶ σῶσον τὴν ποίμνην σου ταῖς ἱκεσίαις σου.
Doxastikon tono plagal del 1º
Hagamos sonar las trompetas de alabanza. Seamos felices en la fiesta, regocijándonos en el intercambio de buenas nuevas en el día del Dios glorificado. Deje que los reyes y los líderes se apresuren a alabar al que se le apareció al emperador en un sueño de una manera temible, convenciéndolo de liberar a los tres generales arrestados sin causa. Y reunámonos pastores y maestros y exaltemos al pastor, emulando al Buen Pastor con celo. Que los enfermos ensalcen al médico; aquellos en tribulación, el rescatador; pecadores, el intercesor; los pobres, el tesoro; el triste, el consolador; viajeros, el compañero; y los que están en el mar, el capitán; y todos elogiemos al gran Obispo, que responde calurosamente en todas partes, diciendo: ¡Oh, Santísimo Nicolás!, aprehéndenos y rescátanos de la angustia actual, y salva a tu congregación con tus intercesiones.
Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, paraklisi.blogspot.gr, fatheralexander.org, doxologia.ro, synaxarion.gr, youtube.com/user/arxontarikion, byzmusic.gr, vimeo.com
