El Venerable Máximo durmió en el Señor el 11 de noviembre de 1434. El siguiente 13 de agosto, se exhumaron sus reliquias incorruptas.
Leer su vida (13 de agosto)
San Máximo de Moscú: "¡Sí, hace un frío acerbo, pero el paraíso es dulce!"
Por San Nicolás Velimirovic
El bendito Máximo, "loco en Cristo", caminaba desnudo por las calles de Moscú en invierno. En respuesta al consejo de los hombres de que se vistiera y se protegiera del frío, se sabía que Máximo respondía: "Sí, hace un frío acerbo, ¡pero el paraíso es dulce!" También respondía: "¡Por la paciencia, Dios concede la salvación!" Cuando Cristo mismo no sintió tristeza por entregarse al sufrimiento y la muerte, ¿por qué deberíamos sentir lástima por nosotros mismos por causa de nosotros mismos? Él [Cristo] nos prescribió una receta; una dieta para nuestra restauración espiritual a la salud y Él lo llamó "un yugo fácil". "Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga" (Mateo 11:30).
El yugo que nos imponemos es mucho más pesado, porque este yugo nos empuja cada vez más hacia la enfermedad espiritual. La tierra busca sacrificios mucho mayores de nosotros y no nos promete ninguna recompensa después de la muerte. La tierra busca que sacrifiquemos hasta a Dios, alma, conciencia, mente y toda la dignidad humana y divina por ella y, por ello, muestra una tumba oscura y pútrida como el fin de todo y recompensa para todos. Cristo busca que sacrifiquemos solo la tierra, nuestra bestia y pecado, vicio y toda maldad y, para eso, Él promete resurrección y vida eterna en el Paraíso. "Sí, hace un frío acerbo, ¡pero el paraíso es dulce!"
Fuentes consultadas: mystagogyresourcecenter.com