El Santo Mártir Teodoro se ha identificado erróneamente con el Patriarca Teodoro I de Alejandría (608–610) en el Hagiologion (Libro de Santos) y Sinaxario, que se conmemora el 3 de diciembre. Este Teodoro, sin embargo, a quien conmemoramos hoy, fue un laico de Alejandría durante una de las primeras persecuciones cristianas. Allí proclamó a Cristo sin miedo y por ello fue apresado por los paganos.
Enfurecidos por su mensaje, los paganos primero le pusieron a Teodoro una corona de espinas, luego fue golpeado y escupido en la cara, y le hicieron desfilar encadenado por las calles de Alejandría. Luego fue arrojado al mar, pero la gracia divina lo mantuvo ileso. Por último, el gobernador ordenó su decapitación, entrando así victorioso a los cielos.
Fuentes consultadas: synaxarion.gr, johnsanidopoulos.com