martes, 10 de septiembre de 2024

San Autberto, obispo de Avranches, fundador del monasterio de Mont-St-Michel en la costa de Normandía (+720)

San Auberto (Saint Autbert) vivió en la Galia durante el reinado de Childeberto III (695-711) y murió alrededor del 720.

Nació en una familia noble de Genetas y recibió una amplia educación. Cuando la sede de Avranches quedó vacante, Aubert, conocido por su sabiduría y piedad, fue elegido obispo.

Según los relatos de la fundación de Mont-Saint-Michel, en 708 Aubert se había retirado a Mont Tombe para rezar. Allí tuvo una visión en la que el Arcángel Miguel le instruyó para que construyera un oratorio en la isla rocosa de la marea en la desembocadura del Couesnon. 

 

 






 

Aubert no prestó atención a esta visión al principio, dudando que fuera una visión verdadera. El arcángel apareció por segunda vez, pero aún así Aubert vaciló. En vista del estado de este punto rocoso, escasamente unido al continente, cubierto de matorrales y zarzas, y solo habitado, además de las fieras, por algunos ermitaños, lo juzgó imposible, y en un principio lo pensó como un truco de el diablo. 

 






Por fin, exasperado, Miguel se le apareció de nuevo, esta vez metiéndolo en la cabeza y le ordenó que completara la tarea. Al despertar y sentir el agujero en su cabeza, se le confirmó que la visión era verdaderamente de Dios. Después de esto, se construyó el oratorio, ocurriendo muchos milagros en el proceso, y en adelante Mont Tombe pasó a llamarse Mont-Saint-Michel. 

 








Fue dedicado el 16 de octubre de 709. Aquí el obispo Aubert estableció al principio un capítulo de doce canónigos; luego los benedictinos. El cuerpo de Aubert fue enterrado primero en el oratorio y luego trasladado a la abadía el 18 de junio de c.1009.

 







El cráneo del Santo fue salvado de ser destruido por los revolucionarios en 1792 por un médico, Louis-Julien Guérin, quien tomó el pretexto de su cargo de médico para recuperar, con fines de estudio, la reliquia del cráneo. Cuando volvió la paz, la devolvió al clero de Versalles. El relicario del brazo de los santos había desaparecido. 

 

 



 

 

En 1856, su cráneo fue trasladado a la Basílica de Saint Gervais y Saint Protais en Avranches, donde se conserva hasta el día de hoy. Hoy en día se cree más generalmente que el cráneo es de hecho una reliquia prehistórica que muestra evidencia de trepanación. Sin embargo, el estado de conservación del cráneo sugiere que el cuerpo no fue enterrado en el suelo sino en un sarcófago o ataúd. 









Fuentes consultadas: mystagogyresourcecenter.com

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