Los Santos Hieromonjes Nectario y Teófanes antes eran hermanos, que nacieron en la eminente familia conocida como Apsarades de Ioannina a finales del siglo XV.
Sus padres y tres hermanas adoptaron el esquema monástico y se fueron a vivir a una monasterio en un pueblo de la isla de Ioannina. Los dos hermanos recibieron una educación notable en el famoso Monasterio de Philanthropinon que estaba bajo el abad Makarios. Pero a una edad temprana se llenaron de amor divino, por lo que decidieron seguir el camino monástico. En el monasterio del Honorable Precursor en la isla de Ioannina encontraron a un "yérontas" llamado Savvas (3 de febrero), y recibieron de él el esquema monástico en 1495. Permanecieron con él durante diez años hasta su reposo el 9 de abril de 1505, obteniendo los frutos de la vida hesicasta.
Monasterio del Gran Meteoro |
Después del reposo de su padre espiritual Savvas, fueron al Monte Atos. Fueron recibidos por el ex Patriarca Ecuménico Nefón II (11 de agosto), que vivía como monje en el Monasterio de Dionisio después de su tercera elección en 1502. Después de su corta estadía en el M. de Dionisio, buscaron la bendición del Patriarca Nefón para vivir la vida solitaria. El Patriarca les dio su bendición y les aconsejó que regresaran a Ioannina para continuar sus luchas ascéticas. Los dos hermanos obedecieron al Patriarca y regresaron al monasterio del Honorable Precursor en Ioannina. Pero debido a que lo encontraron ocupado por dirigentes seculares, se vieron obligados a irse por segunda vez. Encontraron un monasterio abandonada y medio en ruinas cerca de Ioannina que era perfecta para la tranquilidad y que estaba dedicada a San Panteleimon. Fue construido en una cueva sobre el lago. Un famoso ermitaño había vivido anteriormente en ascetismo allí durante dieciocho años.
San Teófanes bendice a los obreros |
Poco después fueron visitados por el Metropolitano de Ioannina, quien dio a los hermanos su bendición y permiso por escrito para establecer un nuevo monasterio. Para mayor seguridad también buscaron el permiso del Patriarca Pacomio I (1503-1504, 1504-1513), quien les envió una carta patriarcal apoyando sus esfuerzos, asegurándoles que nadie obstaculizaría su bendita labor. Con esta licencia inmediatamente comenzaron a construir una iglesia y celdas. Después de un trabajo muy difícil por cuenta propia, en 1507 completaron la Iglesia del Honorable Precursor, y continuaron para completar la construcción de las celdas y otros edificios necesarios en esta ubicación junto al acantilado. Después de completar el Monasterio del Honorable Precursor, también construyeron en Lepenos el Monasterio de San Nicolás para sus padres y hermanas. Este monasterio más tarde se convirtió en una dependencia del Monasterio de Barlaam.
Construcción del "Katholikon" o iglesia principal del monasterio |
Durante este tiempo, los santos sufrieron pruebas y tentaciones no a manos de los turcos, sino a manos de las autoridades eclesiásticas y seculares. En su autobiografía se negaron a dar detalles. A medida que aumentaban estas pruebas, recordaron el consejo del patriarca Nefón: "Cuando las tentaciones nos abrumen, no nos enfrentemos, retírense del monasterio y obtengan la paz". Por lo tanto, después de cuatro años en Ioannina, abandonaron su monasterio recién construido y fueron a Meteora alrededor del año 1510, en busca de un nuevo lugar para vivir su vida hesicasta. Cuando llegaron, recibieron permiso de los padres del Monasterio del Gran Meteoro para ocupar el "Stilos"* del Honorable Precursor, y permanecieron allí durante siete años.
Debido a la estrechez de las rocas y al clima insalubre con fuertes vientos, ya no podían permanecer allí. Por eso buscaron un lugar más apropiado. Se sintieron atraídos por una roca en Meteora que era amplia y espaciosa, tranquila y apta para vivir, que se llamaba Barlaam.
Recibiendo el Esquema Monacal del Yérontas Savvas |
Este nombre proviene de su primer ermitaño que vivió en ascetismo allí unos siglos antes. La roca de Barlaam estuvo totalmente desierta y deshabitada durante muchos años. Por lo tanto, con el permiso del metropolitano Bessarion de Larisa y el abad del Monasterio del Gran Meteoro, se establecieron allí en octubre de 1517 o 1518. Tan pronto como subieron a esta roca comenzaron la construcción, porque ninguno de los edificios antiguos pudo salvarse. Después de restaurar casualmente algunas celdas para vivir, comenzaron a trabajar en la iglesia completamente arruinada. El ermitaño Barlaam había dedicado esta iglesia a los Tres Jerarcas, y solo quedaba una porción del Santo Altar que servía para sus necesidades.
Con inagotable trabajo físico y sufrimiento, y con el apoyo inquebrantable de sus subordinados, Benedicto y Pacomio, que estuvieron desde el principio con ellos, aunque Benedicto reposó durante la construcción del monasterio a los cuarenta años, y con la gracia de Dios, procedieron al levantamiento de la iglesia. En 1542 establecieron la fundación de la Iglesia de Todos los Santos.
Guiados por el Patriarca Nefón |
El 17 de mayo de 1544, sábado, a la hora novena, se completó la construcción de dicha iglesia. Mientras tanto, Teófanes llevaba ya diez meses postrado en cama y al borde de la muerte.
Mientras todos los hermanos y padres lloraban y se lamentaban a su alrededor, se produjo un milagro. De repente, una estrella brillante apareció y se colocó sobre la celda del Santo, ¡brillando con una luz sobrenatural! Cuando llegó la puesta del sol, el alma del Santo partió hacia las mansiones eternas. Con esto se fue la estrella luminosa. Seis años después, en el segundo día de la Semana de la Renovación (la que sigue al Domingo de Resurrección), el 7 de abril de 1550, reposó San Nectario. Su tumba y las reliquias de la mano derecha de San Nectario y la mano izquierda de San Teófanes, con su piel incorrupta, son una fuente de fortaleza para los monjes del monasterio y tambiénpara los visitantes.
NOTA:
* Traducido del gr. "στύλος", [stilos], traducido columna, base...no hemos encontrado la traducción más adecuada respecto al contexto que se refiere. Quizás se trate de algún error al copiar el texto, o de algún tipo de estancia monástica desconocida para nosotros.