viernes, 9 de febrero de 2024

Santa Virgen Mártir Apolonia de Alejandría (+249)

Los historiadores eclesiásticos afirman que en los últimos años del emperador Felipe el Árabe (reinó del 244 al 249), durante las festividades para conmemorar el milenio de la fundación de Roma


(tradicionalmente en el 753 a. C., poniendo la fecha alrededor del 248 d.C.), la furia del la turba alejandrina se elevó a gran altura, y cuando uno de sus poetas profetizó una calamidad, cometieron sangrientos ultrajes contra los cristianos, a quienes las autoridades no hicieron ningún esfuerzo por proteger.

Dionisio, obispo de Alejandría (247-265), relata los sufrimientos de su pueblo en una carta dirigida a Fabio, obispo de Antioquía, de la que se conservan extensos extractos en la Historia Eclesiástica de Eusebio. Después de describir cómo un hombre y una mujer cristianos, Metras y Quinta, fueron capturados y asesinados por la turba, y cómo fueron saqueadas las casas de varios otros cristianos, Dionisio continúa:

Pero también se apoderaron de esa admirable virgen Apolonia, entonces en edad avanzada, y le arrancaron todos los dientes, y le aplastaron las mandíbulas; y luego, encendiendo un fuego ante la ciudad, amenazaron con quemarla viva a menos que repitiera con ellos sus expresiones de impiedad. Y aunque pareció despreciar por un momento su destino, al ser soltada, saltó ansiosa al fuego y fue consumida".

 






 

Así, Santa Apolonia pidió a los paganos que la soltaran un momento para que pudiera rezar. Tan pronto como lo hicieron, saltó a las llamas por su propia voluntad y fue consumida, recibiendo una doble corona de martirio y virginidad. Debido a la naturaleza de sus tormentos, a veces se la representa con un diente de oro colgando de un collar o sosteniendo un diente con unas tenazas. Ella es invocada por aquellos que sufren de dolor de muelas.

Aunque Santa Apolonia es conmemorada el 9 de febrero en Occidente, donde es más popular que en Oriente, donde no es reconocida oficialmente en esa fecha, en el año 2000 la Iglesia de Grecia decidió reconocer oficialmente su santidad y honrar su memoria el 30 de octubre.* Además, en Grecia fue considerada la patrona de los dentistas hasta 1967, pero en 1967 reconocieron oficialmente a San Antipas de Pérgamo como su patrón.

 






Según la web "saint.gr": por desgracia en los sinaxarios no se hace referencia a más datos. En el sinaxario de la Gran Mártir Santa Anastasía la Sanadora (22 de Diciembre) se dice que, cuanto fue martirizada Santa Anastasia, "sus santos restos los recogió una mujer, que se llamaba Apolonia, habiendo hecho uso de su conocimiento con la esposa del Eparca. Enterró su cuerpo en su huerto, donde más tarde construyó una Iglesia en su honor (no conocemos el lugar exacto del  martirio y de su entierro). No obstante, el hecho de que era conocida de la esposa del eparca, lleva a la conclusión de que era hija de una familia reconocida. 

 




 



Santa Apolonia, Virgen y Mártir 

Vida de los Santos de A. Butler

San Dionisio de Alejandría escribió a Fabio, obispo de Antioquía, un relato sobre la persecución de los cristianos por el populacho pagano de Alejandría, en el último año del reino del emperador Felipe. La primera víctima de su furia fue un anciano venerable llamado Metras o Metrius, a quien trataron de obligar a proferir blasfemias contra Dios. Cuando se negó, lo azotaron, le clavaron astillas de caña en los ojos, y lo mataron a pedradas. La siguiente persona que aprehendieron fue a una mujer cristiana, llamada Quinta, a quien llevaron a uno de sus templos para forzarla a adorar al ídolo. 

 






Ella se dirigió al falso dios con palabras de desprecio que exasperaron tanto al pueblo, que la arrastraron por los talones por encima del empedrado, la azotaron y le dieron muerte a pedradas. Por esos días, los alborotadores habían llegado al colmo de su furor. Los cristianos no ofrecían resistencia, sino que se daban a la fuga, abandonando todas sus pertenencias, sin quejarse, porque sus corazones estaban despegados de la tierra. 





 

Su constancia era tan general, que San Dionisio no supo de ninguno que hubiera renunciado a Cristo. Se apoderaron de Apolonia, una diaconisa de edad avanzada. Con golpes en la cara, le tiraron todos los dientes, y después, prendiendo una gran hoguera fuera de la ciudad, la amenazaron con arrojarla dentro si no pronunciaba ciertas palabras impías. 

Les rogó que le dieran unos momentos de tregua, como si fuera a considerar la proposición; después, para convencer a sus perseguidores de que su sacrificio era perfectamente voluntario, tan pronto como la dejaron libre, se lanzó dentro de las llamas. Luego descargaron su furia sobre un santo hombre llamado Serapión y lo atormentaron en su propia casa; después lo tiraron de cabeza desde la azotea.

 







En la mayoría de regiones de la Iglesia occidental se encuentran Iglesias y altares dedicados en honor de Santa Apolonia, pero no se la venera en ninguna iglesia oriental, aun cuando sufrió en Alejandría. San Agustín explica por qué razón anticipó su muerte. El santo supone que obró por una dirección particular del Espíritu Santo, porque de otra manera no sería lícito hacerlo;

nadie puede apresurar su propio fin. Se la invoca contra el dolor de muelas y todas las enfermedades dentales, y se le representa con un par de pinzas que sostienen un diente, o si no, se le distingue por un diente de oro pendiente de su collar.







Apolitiquio en plagal del tono 1º. (MODELO: "Τν συνάναρχον Λόγον", [Ton sinánarjon Lógon], “Al Logos coeterno")

Soportando el desarraigo de tus dientes y el aplastamiento de tu mandíbula, venerada Apolonia, elegida Virgen Mártir, entregaste tu divino cuerpo al fuego, recibiendo el placer del divino rocío en la cámara nupcial y la gracia de desterrar el dolor y aflicción de los dientes.

GRIEGO:

Των οδόντων εκρίζωσιν καθυπέμεινας και συντριβήν των σων γνάθων, Απολλωνία σεμνή, εκλεκτή παρθενομάρτυς και παρέδωκας σώμα το θείον σου πυρί, ίνα δρόσου θεϊκής παστάδος επαπολαύσης και χάριν λάβης οδόντων διώκειν άλγη τα κατώδυνα.

INGLES:

Enduring the rooting out of your teeth and the crushing of your jaw, revered Apollonia, elect Virgin Martyr, you delivered your divine body to the fire, that you may receive the pleasure of the divine dew in the bridal chamber and the grace to banish the pain and affliction of the teeth





Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, johnsanidopoulos.com, Vidas de los Santos de A.Butler.