Leemos de San Paulino de Nola que San Amando sirvió a Dios desde su infancia; que fue educado en el conocimiento de las escrituras, y que conservó su inocencia de esas manchas que generalmente se contraen en el comercio del mundo.
Al ser ordenado sacerdote por San Delfín, obispo de Burdeos, quien lo empleó en su iglesia, manifestó un gran celo por la gloria de Dios.
Fue él quien instruyó a San Paulino en los misterios de la fe, para prepararlo para el bautismo. A partir de este momento surgió entre ellos una profunda amistad.
Al ser ordenado sacerdote por San Delfín, obispo de Burdeos, quien lo empleó en su iglesia, manifestó un gran celo por la gloria de Dios.
Fue él quien instruyó a San Paulino en los misterios de la fe, para prepararlo para el bautismo. A partir de este momento surgió entre ellos una profunda amistad.
Paulino le escribió muchas cartas (Ep. 2, 9, 15, 48), y vemos por lo que queda de ellas que él rindió la mayor veneración a la virtud de Amando.
Después de la muerte de San Delfín, San Amando fue elegido para la sede de Burdeos, pero poco después renunció a la dignidad a favor de San Severino, ante cuya muerte se le impidió nuevamente que la reasumiera.
Después de la muerte de San Delfín, San Amando fue elegido para la sede de Burdeos, pero poco después renunció a la dignidad a favor de San Severino, ante cuya muerte se le impidió nuevamente que la reasumiera.
San Paulino nos dice que siempre se condujo como un celoso guardián de la piedad y de la fe de Cristo. San Amando también tuvo que luchar contra la herejía gnóstica del monje español Prisciliano.Se desconoce el año exacto de su muerte, aunque probablemente fue el 431 o 432. Es por él que estamos en deuda por la preservación de los escritos de San Paulino, quien murió en el año 431.
Fuentes consultadas: saint.gr. synaxarion.gr, johnsaidopoulos.com, es.wikipedia.org.