Versos:
A Julián y Basilissa: "Muchas recompensas Julián y Basilisa, os son guardadas a través de la espada".
A Celsio y Antonio: "La cabeza de Celsio es cortada por la espada, junto con la cabeza de Antonio".
A los Mártires con Julián: "Hombres que verdaderamente reverencian a Cristo se unieron, y fueron entregados a la muerte con una sola mente".
A la Esposa del Gobernador: "El anhelo de Cristo infligió a la madre de Celsio, haciéndola despreciar a su esposo, y recibir los tormentos".
San Julián vivió durante el reinado del emperador Diocleciano (284-305 d.C.) y el gobernador Marciano, y era de Antinoópolis que se encuentra en Egipto.
Junto con su esposa Basilisa vivieron por mutuo consentimiento en perpetua castidad, se santificaron mediante la práctica de la vida ascética y emplearon sus rentas en socorrer a los pobres y a los enfermos. Con este motivo convirtieron su propia casa en hospital, donde en ciertas ocasiones encontraba refugio cerca de un millar de menesterosos, si hemos de creer a sus actas. Basilisa se ocupaba de las mujeres y Julián de los hombres. La caridad de Julián era tan grande, que la posteridad le confundiría frecuentemente con San Julián el Hospitalario.
A Julián y Basilissa: "Muchas recompensas Julián y Basilisa, os son guardadas a través de la espada".
A Celsio y Antonio: "La cabeza de Celsio es cortada por la espada, junto con la cabeza de Antonio".
A los Mártires con Julián: "Hombres que verdaderamente reverencian a Cristo se unieron, y fueron entregados a la muerte con una sola mente".
A la Esposa del Gobernador: "El anhelo de Cristo infligió a la madre de Celsio, haciéndola despreciar a su esposo, y recibir los tormentos".
San Julián vivió durante el reinado del emperador Diocleciano (284-305 d.C.) y el gobernador Marciano, y era de Antinoópolis que se encuentra en Egipto.
Junto con su esposa Basilisa vivieron por mutuo consentimiento en perpetua castidad, se santificaron mediante la práctica de la vida ascética y emplearon sus rentas en socorrer a los pobres y a los enfermos. Con este motivo convirtieron su propia casa en hospital, donde en ciertas ocasiones encontraba refugio cerca de un millar de menesterosos, si hemos de creer a sus actas. Basilisa se ocupaba de las mujeres y Julián de los hombres. La caridad de Julián era tan grande, que la posteridad le confundiría frecuentemente con San Julián el Hospitalario.
Después de haber sido ella tonsurada monja en un monasterio, él se convirtió en monje en otro y se convirtió en abad de más de doce mil monjes. Fue llevado a juicio por el gobernador, y sin negar a Cristo, sino que se burló de los ídolos, encendió en el gobernador una gran ira. Así, el contaminado envió de inmediato a sus hombres para quemar el monasterio del Santo junto con los monjes. En el interior fueron quemados también todos los obispos, y el resto del clero del lugar, tantos como se habían refugiado allí. De esta manera se encontraron con su fin por el martirio.
En cuanto a Julián, fue extendido sobre la tierra y golpeado. Después de esto fue atado con cadenas de hierro, y le rompieron los huesos. Luego, un verdugo que era ciego de un ojo, creyó en Cristo, y el mártir lo sanó. Por esto fue decapitado y recibió la corona del martirio. Celsio, el hijo del gobernador, junto con veinte soldados, creyeron en Cristo, porque vieron al Santo resucitar a alguien de entre los muertos con sus oraciones. Debido a esto, el gobernador ordenó, primero, que su hijo Celsio fuera encarcelado. Después de esto fue arrojado a una caldera que estaba sobre el fuego y llena de agua hirviendo.
En cuanto a Julián, fue extendido sobre la tierra y golpeado. Después de esto fue atado con cadenas de hierro, y le rompieron los huesos. Luego, un verdugo que era ciego de un ojo, creyó en Cristo, y el mártir lo sanó. Por esto fue decapitado y recibió la corona del martirio. Celsio, el hijo del gobernador, junto con veinte soldados, creyeron en Cristo, porque vieron al Santo resucitar a alguien de entre los muertos con sus oraciones. Debido a esto, el gobernador ordenó, primero, que su hijo Celsio fuera encarcelado. Después de esto fue arrojado a una caldera que estaba sobre el fuego y llena de agua hirviendo.
También se hizo esto a los otros siete hijos del gobernador que creyeron en Cristo, junto con el sacerdote Antonio y Anastasio, que resucitó de entre los muertos. Habiendo permanecido todos ilesos por la gracia de Cristo, muchos otros griegos** creyeron en Cristo, así como en la madre de Celsio, quien era la esposa del gobernador.
Todos los creyentes en Cristo se presentaron ante el gobernador, oraron, y - ¡Oh, el milagro! - Todos los ídolos del templo cayeron y fueron hechos pedazos, y el templo fue tragado por la tierra. Luego, los griegos juntaron paquetes de papiros, y humedeciéndolos con aceite, ataron las muñecas y los tobillos de los santos. Luego prendieron fuego a los papiros, pero la gracia divina mantuvo a los santos ilesos y no fueron quemados. Por esto, los santos Julián y Celsio fueron arrastrados y escaldados. Al sacerdote Antonio le sacaron los ojos con un gancho de hierro. La madre de Celsio fue suspendida, y luego entregada a las bestias para ser devorada. Habiendo permanecido ilesos por estos tormentos, finalmente fueron decapitados. De esta manera, los benditos recibieron la corona del martirio. Su Sinaxis* se lleva a cabo en su santo y martírico Templo que está cerca del Foro.
NOTAS:
Todos los creyentes en Cristo se presentaron ante el gobernador, oraron, y - ¡Oh, el milagro! - Todos los ídolos del templo cayeron y fueron hechos pedazos, y el templo fue tragado por la tierra. Luego, los griegos juntaron paquetes de papiros, y humedeciéndolos con aceite, ataron las muñecas y los tobillos de los santos. Luego prendieron fuego a los papiros, pero la gracia divina mantuvo a los santos ilesos y no fueron quemados. Por esto, los santos Julián y Celsio fueron arrastrados y escaldados. Al sacerdote Antonio le sacaron los ojos con un gancho de hierro. La madre de Celsio fue suspendida, y luego entregada a las bestias para ser devorada. Habiendo permanecido ilesos por estos tormentos, finalmente fueron decapitados. De esta manera, los benditos recibieron la corona del martirio. Su Sinaxis* se lleva a cabo en su santo y martírico Templo que está cerca del Foro.
NOTAS:
* Sinaxis, del gr. "Σύναξις", [Sínaxis], congregación para la conmemoración de la memoria de un evento o de un santo o un grupo de ellos, en un lugar determinado.
** Griegos: del gr. "ελληνες", [élines], se refiere a idólatras o gentiles.
Foto de cabecera (y superior): fresco del siglo V, Basílica de San Pablo extramuros, Roma.
Los personajes representados son San Julián (medio cuerpo) a la izquierda, San Marcianilla en el centro y San Basilissa. El niño es San Celsio, el hijo de Marcianilla, mantenido por San Julián.
Ver iconografia de los Santos Mártires Julián, Basilisa, Celsio and Antonio (inglés)
Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, Acta Sanctorum, "Vidas de Santos de A. Butler", Martirologio Hieronymianum, crkvenikalendar.com, orthodoxwiki.gr, johnsanidopoulos.com, synaxarion.gr, christianiconography.info/