Versos:
"En la tierra, Joel se dio fue conocido por su trágico sufrimiento. De la tierra fue a un lugar en que tiene poder sobre el sufrimiento".
El día 19, Joel se encontró con su destino en la tumba.
Su más grande profecía fue la de haber predicho el acontecimiento de Pentecostés –pero el Santo Profeta Joel también advirtió a su gente que ellos habrían de sufrir grandemente pues se habían alejado de su Dios.
Segundo en la línea de los 12 profetas menores, San Joel de Palestina era el hijo de Phanuel y miembro de la tribu de Rubén.
Nacido 800 años antes de Cristo y criado en la villa de Methomorovan, este profeta vidente trató de alertar a sus conciudadanos de la catástrofe en ciernes, la cual luego sería conocida como el “Cautiverio en Babilonia.”
"En la tierra, Joel se dio fue conocido por su trágico sufrimiento. De la tierra fue a un lugar en que tiene poder sobre el sufrimiento".
El día 19, Joel se encontró con su destino en la tumba.
Su más grande profecía fue la de haber predicho el acontecimiento de Pentecostés –pero el Santo Profeta Joel también advirtió a su gente que ellos habrían de sufrir grandemente pues se habían alejado de su Dios.
Segundo en la línea de los 12 profetas menores, San Joel de Palestina era el hijo de Phanuel y miembro de la tribu de Rubén.
Nacido 800 años antes de Cristo y criado en la villa de Methomorovan, este profeta vidente trató de alertar a sus conciudadanos de la catástrofe en ciernes, la cual luego sería conocida como el “Cautiverio en Babilonia.”
Su mensaje: ya que la nación de Israel ha pecado ante los ojos de Dios, sus ciudadanos serían forzados, muy pronto, a soportar los horrores de la esclavitud, junto con otros castigos como una gran plaga de langostas hambrientas.
En un intento desesperado por impedir el desastre de Babilonia, Joel (cuyo nombre significa “Dios es Amor”) hizo este llamado a su gente: Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros de Yahveh, y digan: «¡Perdona, Yahveh, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio a la irrisión de las naciones! ¿Porque se ha de decir entre los pueblos, ¿dónde está su Dios?» (Joel 2, 17)
En un intento desesperado por impedir el desastre de Babilonia, Joel (cuyo nombre significa “Dios es Amor”) hizo este llamado a su gente: Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros de Yahveh, y digan: «¡Perdona, Yahveh, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio a la irrisión de las naciones! ¿Porque se ha de decir entre los pueblos, ¿dónde está su Dios?» (Joel 2, 17)
Sin embargo, como con la mayoría de los profetas, el valiente Joel fue ignorado por aquellos a quienes el buscaba proteger de los horrores de una existencia sin Dios, y su súplica para que se arrepintiesen y se reconciliasen con el Todopoderoso no fue escuchada. Como resultado de ello los Israelitas fueron atacados brutalmente por los belicosos Babilonios – y decenas de miles fueron llevados a vivir en esclavitud por más de 60 años (597-537 a.C.)
La exactitud de las predicciones sobre la tragedia de Babilonia de Joel fue lo enormemente certera, como para producir escalofríos a cualquiera que tuviera la perspicacia necesaria para entenderlas. El Profeta describió con una aterradora claridad los horrores que pasarían los Israelitas por haber abandonado el culto al único y verdadero Dios.
En una serie de pasajes muy bien conocidos el gran profeta describe la catástrofe que se aproxima, como un gran enjambre de langostas hambrientas: Porque una nación ha subido contra mi tierra, fuerte e innumerable: sus dientes son dientes de león, y tienen muelas de leona. En desolación ha dejado mi viña, destrozada mi higuera: la ha pelado del todo y derribado, y sus ramas han quedado blancas.
En una serie de pasajes muy bien conocidos el gran profeta describe la catástrofe que se aproxima, como un gran enjambre de langostas hambrientas: Porque una nación ha subido contra mi tierra, fuerte e innumerable: sus dientes son dientes de león, y tienen muelas de leona. En desolación ha dejado mi viña, destrozada mi higuera: la ha pelado del todo y derribado, y sus ramas han quedado blancas.
¡Suspira tú como virgen ceñida de sayal por el esposo de su juventud! Oblación y libación han sido arrancadas de la Casa de Yahveh. En duelo están los sacerdotes, los ministros de Yahveh. El campo ha sido arrasado, en duelo está el suelo, porque el grano ha sido arrasado, ha faltado el mosto, y el aceite virgen se ha agotado. ¡Consternaos, labradores, gemid, viñadores, por el trigo y la cebada, porque se ha perdido la cosecha del campo! Se ha secado la viña, se ha amustiado la higuera, granado, palmera, manzano, todos los árboles del campo están secos. ¡Sí, se ha secado la alegría de entre los hijos de hombre! (Joel 1, 6-12)
Pero los pronósticos de Joel no se limitaron a la muerte y la destrucción: también predijo la llegada gozosa del Espíritu del Señor sobre los apóstoles en la fiesta de Pentecostés: “Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne.” (Joel 3,1)
Contándole a todo el mundo sobre el poder del Espíritu Santo, Joel estaba, de hecho, anunciando el nacimiento de la aún lejana Cristiandad – un mensaje muy importante sobre el mundo por venir y sobre el Santo Salvador que habría de curarlo. Para generaciones de lectores de la Biblia Cristiana, el Tercer Capítulo del gran libro de Joel ha servido como un faro de esperanza que nos recuerda una y otra vez la promesa de Dios de llevar hacia la luz bendita a toda la humanidad así como la gracia de la salvación:
Contándole a todo el mundo sobre el poder del Espíritu Santo, Joel estaba, de hecho, anunciando el nacimiento de la aún lejana Cristiandad – un mensaje muy importante sobre el mundo por venir y sobre el Santo Salvador que habría de curarlo. Para generaciones de lectores de la Biblia Cristiana, el Tercer Capítulo del gran libro de Joel ha servido como un faro de esperanza que nos recuerda una y otra vez la promesa de Dios de llevar hacia la luz bendita a toda la humanidad así como la gracia de la salvación:
«Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos tendrán sueños, y vuestros jóvenes tendrán visiones. Hasta en los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y realizaré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, fuego, columnas de humo». El sol se cambiará en tinieblas y la luna en sangre, ante la venida del Día de Yahveh, grande y terrible. Y sucederá que todo el que invoque el nombre de Yahveh será salvo, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá supervivencia, como ha dicho Yahveh, y entre los supervivientes estarán los que llame Yahveh. (Joel 3, 1-5).
El profeta Joel fue enterrado en su villa nativa de Methomorovan en Palestina alrededor del año 730 a.C. Su vida como profeta visionario, quien anunció la destrucción de Jerusalén bajo los Israelitas y también el posterior nacimiento del Cristianismo, nos provee un vívido ejemplo de la manera en que Dios elige comunicarse frecuentemente, a través de personas a las cuales El escoge para que transmitan Su Palabra sagrada.
El profeta Joel fue enterrado en su villa nativa de Methomorovan en Palestina alrededor del año 730 a.C. Su vida como profeta visionario, quien anunció la destrucción de Jerusalén bajo los Israelitas y también el posterior nacimiento del Cristianismo, nos provee un vívido ejemplo de la manera en que Dios elige comunicarse frecuentemente, a través de personas a las cuales El escoge para que transmitan Su Palabra sagrada.
Este profeta Joel no es el mismo que el conmemorado el 30 de Marzo.
Ἀπολυτίκιον (Κατέβασμα) Ἦχος δ’. Ταχὺ προκατάλαβε.
Ὡς ἔμπνουν κειμήλιον, τῶν ἱερῶν ἀρετῶν, Προφήτης θεόληπτος, ὤφθης σοφέ, Ἰωήλ, ἑλλάμψει τοῦ Πνεύματος· ὅθεν τῆς εὐσέβειας, ἡ πηγὴ ὡς προέφης, ἔβλυσε τοὶς ἐν κόσμῳ, ἐκ τοῦ οἴκου Κυρίου ἧς νῦν καταπολαύοντες, πόθω τιμῶμεν σε.
Himno de despedida tono 4º
Fuiste revelado como un tesoro de virtudes sagradas, Profeta de Dios por la gracia del Espíritu. Pronosticaste la efusión de la fuente de piedad de la Casa del Señor, para nosotros que te honramos amorosamente, oh santo profeta Joel.
Himno de despedida tono 2º
Oh Señor, al celebrar la memoria de Tú Profeta Joel, te suplicamos que por su intercesión Salves nuestras almas. Condaquio tono 1º
Oh Señor, al celebrar la memoria de Tú Profeta Joel, te suplicamos que por su intercesión Salves nuestras almas.
Κοντάκιον. Ἦχος α’. Τὸν τάφον σου Σωτήρ.
Τὴν
δόξαν τοῦ Θεοῦ, νοητῶς θεώρησας, ἐδέξω Ἰωήλ, τῶν μελλόντων τὴν γνῶσιν·
τὸ Πνεῦμα γὰρ τὸ Ἅγιον, ὥσπερ ἔφης ἐκκέχυται, κατ’ ἐνέργειαν, εἰς πᾶσαν
σάρκα Προφῆτα, τὴν πιστεύσασαν, τῷ ἐπὶ γῆς κενωθέντι, καὶ σὲ
θαυμαστώσαντι.
Ya que tú has visto la gloria de Dios en el espíritu, realmente anticipaste Su perdón divino; pues como tú dijiste, el Espíritu de Dios se derrama sobre la carne de todos los que creen en El, quien se apareció a los mortales bajo la forma de siervo e hizo cosas maravillosas para la eternidad, Oh Joel, visionario
de Dios.
Μεγαλυνάριον.
Ὤφθη
ἀποστάζουσα γλυκασμόν, Ἰωὴλ Προφῆτα, σοῦ ἡ γλῶσσα προφητικόν· τὴν γὰρ ἐν
τῷ Λόγῳ, ἀνάπλασιν τοῦ κόσμου, συμβολικῶς κηρύττει, δι’ ἧς ἐσώθημεν.
Fuente: *Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. * saint.gr *synaxarion.gr