Cuando el Megalomártir San Jorge fue encerrado en la cárcel, la fama de sus milagros había llegado a la ciudad y sus alrededores.
Muchas personas llenaban la prisión cada noche, dando grandes regalos a los guardias para ver al Santo y recibir el espíritu de fortaleza, el espíritu de alegría, el espíritu de fe y de amor.
Entre ellos se encontraba el pobre Glicerio (del gr. "Γλυκέριος", [Glikérios]).
Muchas personas llenaban la prisión cada noche, dando grandes regalos a los guardias para ver al Santo y recibir el espíritu de fortaleza, el espíritu de alegría, el espíritu de fe y de amor.
Entre ellos se encontraba el pobre Glicerio (del gr. "Γλυκέριος", [Glikérios]).
San Glicerio visitando al Gran Mártir Jorge en la prisión |
Solo tenía un buey, que murió mientras araba su campo. Así que cayó de rodillas ante San Jorge y le rogó que le ayudara. Tras su sincera confesión de su creencia en Dios, el Santo lo recibió y le dijo que su buey estaba vivo.
Cuando Glicerio lo confirmó, regresó al Santo para agradecérselo, y voceó: "¡Grande es el Dios de Jorge!" Por esta razón fue arrestado y sometido a muerte por la espada.
Fuentes consultadas: saint.gr