viernes, 9 de febrero de 2024

San Nicéforo de Antioquía (+260)

Versos: 
Nicéforo fue llamado, desde la antigüedad, para saber cómo ser decapitado, básicamente Nicéforo”. 
En el noveno Nicéforo fue decapitado por la espada.

Respecto a San Nicéforo de Antioquía, San Nicolás Velimirovic escribe: "La biografía de este mártir Nicéforo muestra claramente cómo Dios rechaza el orgullo y corona la humildad y el amor con gloria".


El santo mártir Nicéforo vivía en la ciudad de Siria de Antioquía. En esta ciudad vivía también el presbítero Sapricio, de quien Nicéforo era muy amigo, tanto que eran considerados como hermanos. Se pelearon debido a algún desacuerdo, y su amor anterior se convirtió en enemistad y odio.
Después de un cierto tiempo, Nicéforo recobró el sentido, se arrepintió de su pecado y más de una vez le pidió a Sapricio, a través de amigos mutuos, que le perdonara. Sapricio, sin embargo, no quiso perdonarlo. Nicéforo se dirigió a su ex amigo y le pidió perdón fervientemente, pero Sapricio se mostró inflexible. 
 




San Nicéforo de Antioquía. 9 de Febrero.




 
En este momento, los emperadores Valeriano (253-259) y Galeriano (260-268) comenzaron a perseguir a los cristianos, y uno de los primeros en comparecer ante la corte fue el sacerdote Sapricio. Se confesó firmemente a sí mismo como cristiano, sufrió torturas por su fe y fue condenado a muerte por decapitación con una espada. Mientras llevaban a Sapricio a la ejecución, Nicéforo imploró con lágrimas su perdón diciendo: "Oh, mártir de Cristo, perdóname si he pecado contra ti de alguna manera".
El sacerdote Sapricio se mantuvo terco, e incluso mientras se acercaba a la muerte, se negó a perdonar a su compañero cristiano. Al ver la dureza de su corazón, el Señor retiró Su bendición de Sapricio, y no le permitió recibir la corona del martirio. En el último momento, repentinamente se asustó de la muerte y aceptó ofrecer sacrificios a los ídolos. En vano, Nicéforo instó a Sapricio a no perder su recompensa por apostasía, ya que él ya estaba en el umbral del Reino celestial.
Nicéforo luego le dijo al verdugo: "Soy cristiano y creo en nuestro Señor Jesucristo. Ejecútame en lugar de Sapricio". Los verdugos informaron esto al gobernador. 










 
Entonces decidió liberar a Sapricio y decapitar a Nicéforo en su lugar. De este modo, San Nicéforo heredó el Reino y recibió la corona de mártir.
A modo de curiosidad y como complemento se exponen a continuación los textos traducidos de las actas su original griego y la antigua versión latina, tal como lo editó el historiador eclesiástico francés Thierry Ruinart:
« VIII. Cuando el bienaventurado Nicéforo vió cómo Sapricio se pasaba al enemigo, dijo a los verdugos:
—Yo soy cristiano y creo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo a quien éste ha negado. Descargad, pues, sobre mí el golpe de la espada.
Mas ellos no se atrevieron a ejecutarle sin orden del gobernador; todos, sin embargo, estaban maravillados de que así se entregara a la muerte, pues no cesaba de repetir: "Soy cristiano y no sacrifico a vuestros dioses."
Uno de los ejecutores corrió a dar la noticia al gobernador, diciéndole:
—Sapricio ha venido a sacrificar a los dioses; pero allí se nos ha presentado otro que quiere morir por amor del que llaman Cristo, gritando libremente a voz en cuello que es cristiano y no sacrifica a los dioses ni obedece a las órdenes de nuestros emperadores.

 




"Ο ΑΓΙΟΣ ΝΙΚΗΦΟΡΟΣ", [O Ayios Nikiforos],
EL SANTO NICEFORO



 
IX. Oido que hubo esto el gobernador dió contra él sentencia, diciendo:
—Si no sacrifica a los dioses, según los edictos de los emperadores, muera a filo de espada.

Y volviendo los verdugos, decapitaron al santo Nicéforo, conforme a la orden del gobernador. Y de este modo consumó su martirio San Nicéforo y subió al cielo coronado, premio de su fe en Cristo y de su amor a la concordia y humildad. Y, en efecto, por haber sido inclinado a la caridad, se ciñó la corona del martirio y mereció ser contado en el número de los mártires, para alabanza de gloria de la grandeza y de la gracia de nuestro Señor y Dios y Salvador Jesucristo, con quien sea al Padre gloria, potencia, honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. »
Esto ocurrió en el año 260 d.C. durante el reinado de Galeriano. Nicéforo, cuyo nombre significa "portador de la victoria", ganó un doble triunfo sobre las pasiones y la impiedad.
La historia de San Nicéforo nos enseña que incluso si cediésemos toda nuestra riqueza como limosna y arrojásemos todos nuestros miembros corporales al fuego y a las bestias salvajes, incluso por el bien de la piedad, y soportásemos otros diez mil tormentos, el sacrificio de uno que recuerde los errores no sería aceptado por Cristo. Al recordar los errores, nos referimos a aquellos que llevan rencor o guardan rencor.




San Nicéforo de Antioquía, junto al cuerpo 
sin vida de Sapricio, mantieniendo a la Vida, Cristo



 
Para aquellos que tienen dificultades para olvidar los daños y las ofensas pasadas, escuchen el consejo adicional de San Juan: "Los rencorosos tuercen las Escrituras para defender sus malos propósitos. Sin embargo, bastaría recordar la oración que Jesús nos enseñó, la cual no podríamos repetir si estuviéramos llenos de resentimientos." ( “La Santa Escala” de San Juan Clímaco. Noveno Escalón: del Resentimiento, 10.)
Pero, "si aún después de ardua lucha no pudieses desterrar del todo esta pasión, al menos trata con palabras y con el rostro de mostrar a tu enemigo que te pesa lo hecho. Así, por lo menos, aunque simules, te avergonzarás de no tenerle el amor que le debes; tu propia conciencia te acusará y remorderá." 
(“La Santa Escala” de San Juan Clímaco. Noveno Escalón: del Resentimiento, 11.)
Y entonces, "Tú sabrás que te has desembarazado de esta enfermedad, no por los ruegos a tus enemigos, ni por los presentes que les ofrecieras, ni cuando les convides a tu mesa, sino solamente, cuando viéndolos padecer de algún mal espiritual o corporal, sufras o llores como si te ocurriera a ti."( “La Santa Escala” de San Juan Clímaco. Noveno Escalón: del Resentimiento, 12.) 







Martirio por decapitación de San Nicéforo de Antioquía. Menologio Basilio II, s.X. 





 
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος δ’. Ταχὺ προκατάλαβε.
 
Ἀγάπῃ τοῦ Κτίσαντος, καταυγασθεὶς τὴν ψυχήν, τοῦ νόμου τῆς χάριτος, ἐκπληρωτὴς ἀκριβής, ἐμφρόνως γεγένησαι· ὅθεν καὶ τὸν πλησίον, ὡς σαυτὸν ἀγαπήσας, ἤθλησας Νικηφόρε, καὶ τὸν ὄφιν καθεῖλες· ἐντεῦθεν ἐν ὁμονοίᾳ, ἡμᾶς διατήρησον. 
 
Apolitiquio tono 4

Tu Mártir Nicéforo, oh Señor, en su valeroso concurso por ti recibió el premio de las coronas de la incorrupción y la vida de parte de ti, nuestro Dios inmortal. Porque ya que poseía Tu fuerza, derribó a los tiranos y destruyó totalmente la presunción sin fuerza de los demonios. Oh Dios de Dios, por sus oraciones, salva nuestras almas, porque eres misericordioso.



Ἦχος α’. Χορός Ἀγγελικός.

Ἀγάπης τῷ δεσμῷ, συνδεθείς Νικηφόρε, διέλυσας τρανῶς, τήν κακίαν τοῦ μίσους· καί ξίφει τήν κάραν σου, ἐκτμηθείς ἐχρημάτισας, Μάρτυς ἔνθεος, τοῦ σαρκωθέντος Σωτῆρος· ὃν ἱκέτευε, ὑπέρ ἡμῶν τῶν ὑμνούντων, τήν ἔνδοξον μνήμην σου.

Apolitiquio tono 1º

El amor por el Creador iluminó tu alma, permitiéndote cumplir la ley de la gracia, Oh Nicéforo. Amaste a tu prójimo como a ti mismo, ganas la competencia y destruyes la serpiente. Por lo tanto siempre preservarnos en paz.





Κοντάκιον. Ἦχος α’. Χορὸς Ἀγγελικός. 
 
Ἀγάπης τῷ δεσμῷ, συνδεθεὶς Νικηφόρε, διέλυσας τρανῶς, τὴν κακίαν τοῦ μίσους, καὶ ξίφει τὴν κάραν σου, ἐκτμηθεὶς ἐχρημάτισας, Μάρτυς ἔνθεος, τοῦ σαρκωθέντος Σωτῆρος· ὃν ἱκέτευε, ὑπὲρ ἡμῶν τῶν ὑμνούντων, τὴν ἔνδοξον μνήμην σου.
 
Condaquio tono 1º

Ligado con cadenas de amor, derribaste poderosamente la maldad del odio con manifiesto coraje, y por lo tanto, oh Nicéforo, cuando la espada te cortó la cabeza, se te mostró un piadoso mártir de Jesús, nuestro Salvador Encarnado. Ruega por los que honramos tu memoria gloriosa.






Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, fundacionsanvicenteferrer.blogspot.com, johnsanidopoulos.com, orthodoxwiki.org, pemptousia.gr, Prologos de Ohrid de San Nicolas Velmirovic. 


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