Cresto era
un cristiano albanés que vivía en Constantinopla y era jardinero de profesión.
Un día ofendió a un turco mientras vendía sus vegetales, y este lo acusó
falsamente ante un juez, diciendo que Cresto le había prometido hacerse
musulmán y luego se había retractado.Tras ser interrogado, Cresto fue encadenado y arrojado en prisión. Alguien le ofreció comida en la cárcel, mas Cresto la rechazó diciendo: «Es mejor si me presento ante Cristo ayunando».
Fuente: crkvenikalendar.com, impantokratoros.gr