Versos:
"Que Joaquín ahora con su esposa se deleite, ambos llevan a la creación el deleite del alma".
El noveno es la sinaxis de los padres de la Madre de Dios.
Ellos llevaron unas vidas simples, de gran austeridad y al mismo tiempo de profunda devoción. Su humildad ha de haber complacido a Dios grandemente, pues al final El los escogió, por encima de todos los demás, para ser los padres de la Bienaventurada Theotokos, y de esa manera llegar a ser los abuelos de Jesucristo, Santo Redentor.
"Que Joaquín ahora con su esposa se deleite, ambos llevan a la creación el deleite del alma".
El noveno es la sinaxis de los padres de la Madre de Dios.
Ellos llevaron unas vidas simples, de gran austeridad y al mismo tiempo de profunda devoción. Su humildad ha de haber complacido a Dios grandemente, pues al final El los escogió, por encima de todos los demás, para ser los padres de la Bienaventurada Theotokos, y de esa manera llegar a ser los abuelos de Jesucristo, Santo Redentor.
Los Santos Joaquín y Ana fueron dos personas de un carácter
ejemplar.
Dado que ellos habían decidido que su vida tenga un carácter más espiritual que material habían optado por entregar una tercera parte de sus ingresos al Templo, otra tercera parte a los pobres – dejándoles a ellos con muy poco dinero para su subsistencia.
Dado que ellos habían decidido que su vida tenga un carácter más espiritual que material habían optado por entregar una tercera parte de sus ingresos al Templo, otra tercera parte a los pobres – dejándoles a ellos con muy poco dinero para su subsistencia.
A pesar de ello se las arreglaron para
vivir gozosamente por lo poco que tenían –y su frugalidad fue como un anticipo
del futuro nacimiento de nuestro Salvador, quien comenzó su propia vida en las
circunstancias más humildes que nos podríamos imaginar, rodeado por animales de
granja y unos pastores en un pesebre.
San Joaquín pertenecía a la tribu de Judá y descendía del
Rey David –mientras que su esposa Ana había nacido de un sacerdote muy conocido
de la tribu de Leví llamado Nathan, como una de sus tres hijas (María, Zoe y
Ana). María se casaría en Belén y vendría a ser la madre de Salomé, mientras
que Zoe, también casada en Belén, daría a luz a Isabel, la madre de San Juan,
el Predecesor.
Joaquín y Ana se casaron en Nazaret donde llevaron una vida
piadosa y de alegría silenciosa en su matrimonio. Pero su felicidad se vio
empañada por una ardiente decepción. Después de 50 años de matrimonio no habían
sido capaces de concebir a un hijo. Esta
situación difícil era especialmente dolorosa por el hecho de que en esa época
de la historia el no tener descendencia era considerado como un defecto o una
falta moral, como un castigo.
Hubo un momento en que la angustia que sentía esta pareja
estéril se hizo casi insoportable.
Esto sucedió cuando el sumo sacerdote de su
templo –un clérigo llamado Rubén, despiadado, sin corazón y de un juicio
severo- le reprochó severamente a Joaquín, al tiempo que le informaba que no
era digno de ofrecer sacrificios. Desde ese momento en adelante no le fue
permitido participar en los sacrificios rituales en el templo – un acontecimiento
devastador para un hombre de gran piedad como Joaquín.
Lleno de lamentos por esta situación tan poco prometedora,
Joaquín deambuló por el desierto, rezando y pidiéndole a Dios que recuerde la
manera en que El había bendecido a Abraham y Sara con un hijo a pesar de su
edad avanzada.
El Señor le respondió amablemente… enviando un poderoso ángel
para darles las buenas noticias, antes de anunciarles (de acuerdo a una versión
no-bíblica, “El Evangelio de Santiago”, una historia informal de ese período) de
que ellos serían recompensados con “la más bendecida de las hijas, por la cual
todas las naciones de la tierra serían bendecidas, y a través de la cual nos vendría
la salvación del mundo.”
Mientras Joaquín observaba con admiración, según el Apóstol
Santiago; el Angel hablaba a través de rayos brillantes de luz: “Yo, el Angel
del Señor, he sido enviado a ti, para anunciarte que tus oraciones han sido
escuchadas y que tus obras de caridad han subido a la presencia del Señor. He
visto tu vergüenza y he escuchado el reproche de la infertilidad puesto sobre
ustedes de manera equivocada.
Pues Dios no castiga por la naturaleza propia,
sino el pecado, por consiguiente, cuando El cierra un vientre, sólo significa
que luego El lo abrirá de manera maravillosa, para que todos sepan que lo que
proviene de ahí no es fruto de la lujuria sino de la magnificencia divina.
“¿Acaso Sara, la primera madre de tu raza, no fue portadora
de la vergüenza de la infertilidad hasta sus noventa años, y aún a pesar de
ello concibió a Isaac? ¿Acaso Raquel no permaneció estéril por largo tiempo, y
aun así concibió a José, quien luego fue el gobernador de todo Egipto?”
“De la misma manera Ana, tu esposa Ana, te dará una hija a
la cual deberás llamar María. De acuerdo a tus propios votos, desde su niñez,
ella será consagrada al Señor y será llena del Espíritu Santo desde el vientre
de su madre… Y ella, que ha nacido de una madre estéril, será virgen, y de una
manera maravillosa, será la madre del Altísimo. Aquél que será llamado Jesús y por
quien vendrá la salvación para todas las naciones.”
Justos Joaquín y Ana, los Antecesores del Señor. |
Al poco tiempo de este anuncio maravilloso Ana concibió y,
pasado el tiempo apropiado, dio a luz a la Bienaventurada Theotokos para un
mundo agradecido. Los dos padres se alegraron de corazón por una muy buena
razón: su nieto, en algún día feliz del futuro, sería nada menos que ¡el Hijo
de Dios! El gozo de Ana en la espera de la llegada de la Madre de Dios ha sido
capturado maravillosamente, tal como sigue, en el capítulo sexto del Evangelio
de Santiago:
“Su madre la llevó
(a María) a su habitación en donde la amamantó. Y Ana compuso una canción para
el Señor Dios diciendo: “cantaré una canción santa para el Señor mi Dios,
porque Él me ha mirado y removido la horrible desgracia que pesaba sobre mí. Y
el Señor me hado el fruto de su justicia, de su propia naturaleza, pero
distinto a Él. ¿Quién proclamará a los hijos de Reubel que Ana amamanta un
bebé? ¿Han escuchado? Escuchad esto doce tribus de Israel:
¡Ana alimenta un
bebé!” Las vidas de estas dos santas personas nos muestran claramente –y
triunfalmente- como el Señor Dios siempre responde las oraciones de aquellos
que lo invocan, aún en el más profundo dolor. Tal como lo han señalado muchos
Padres de la Iglesia a través de los siglos, su inspiradora fidelidad es un
constante recordatorio para los Cristianos de la fidelidad eterna de Jesús a su
propio Padre Celestial.
La veneración de Joaquín y Ana según San Paísio del Monte Atos
A San Paísio se le preguntó:
Géronta, cuéntanos sobre San Joaquín y Santa Ana, los Ancestros de Dios. En un momento, comenzó a narrarnos algo:
Desde muy joven tuve una gran veneración por los Santos Ancestros de Dios. De hecho, le dije a alguien que cuando me hiciera monje, me gustaría recibir el nombre de Joaquín. ¡Cuánto me he beneficiado de ellos! Los Santos Joaquín y Ana son la pareja más desapasionada de la historia. Ellos no tenían ninguna mentalidad carnal.
Así es como Dios hizo al hombre y así es como él quería que los hombres nacieran: desapasionadamente. Pero después de la caída, la pasión entró en la relación entre el hombre y la mujer. Tan pronto como se encontró un pareja desapasionada, que es la forma en que Dios creó al hombre y como quería que los hombres naciesen, la Panagia nació, esta creación pura, y entonces Cristo se encarnó. Mis pensamientos me dicen que Cristo habría descendido antes a la tierra, si hubiese habido una pareja tan pura como lo fueron los Santos Joaquín y Ana.
Los católicos romanos caen en el engaño y creen, supuestamente por la piedad, que la Panagía nació sin el pecado ancestral. Mientras que la Panagia no estaba libre del pecado ancestral, ella nació como Dios deseaba que los hombres nacieran después de su creación.
Los católicos romanos caen en el engaño y creen, supuestamente por la piedad, que la Panagía nació sin el pecado ancestral. Mientras que la Panagia no estaba libre del pecado ancestral, ella nació como Dios deseaba que los hombres nacieran después de su creación.
Ella era completamente pura, (1) porque su concepción ocurrió sin placer. Los Santos Antepasados de Dios, después de la oración ferviente a Dios para que les concediese un niño, éste no fue concebido por el deseo sexual, sino por la obediencia a Dios. Este hecho lo había comprendido, tras revelación, en el Monte Sinaí. (2)
(1) Theotokos nació de una manera natural y no virginal. "Ella era completamente pura", porque, como St. Juan Damasceno escribe en su homilía "En el nacimiento de nuestra Santísima Señora Madre de Dios y siempre Virgen María", que fue concebida de manera "casta", pero aumentó con su lucha la santidad dada a ella de sus padres, la guardia de todos los innecesarios y pensamientos que ponen en peligro el alma antes de experimentarlos.
(2) El Anciano vivió en ascetismo en el Sinaí, en los Santos. Episteme y Galaction, de 1962 a 1964. Este hecho no nos lo reveló él.
(San Paísio el Atonita, Libro IV: La vida familiar, Santo Hesychasterion de "San Juan Evangelista el Teólogo", Souroti, Tesalónica, 2007)
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος πλ. α’. Τὸν συνάναρχον Λόγον.
Ἡ δυὰς ἡ ἁγία καὶ θεοτίμητος, Ἰωακεὶμ καὶ ἡ Ἄννα ὡς τοῦ Θεοῦ ἀγχιστεῖς, ἀνυμνείσθωσαν φαιδρῶς ᾀσμάτων κάλλεσιν· οὗτοι γὰρ ἔτεκον ἡμῖν, τὴν τεκοῦσαν ὑπὲρ νοῦν, τὸν ἄσαρκον βροτωθέντα, εἰς σωτηρίαν τοῦ κόσμου, μεθ’ ἧς πρεσβεύουσι σωθῆναι ἡμᾶς.
Apolitiquio tono pl. del 1º (tono 5). Al Logos Coeterno.
Cantemos alabanzas a Joaquín y Ana, la pareja honrada por Dios (y ellos son sus parientes). Ellos han dado a luz para nosotros a la Doncella que de una manera incomprensible, dio a luz a Aquel que, aunque sin carne, se encarnó para salvar al mundo. Con ella interceden por nuestras almas.
Έτερον Ἀπολυτίκιον Ἦχος β’.
Τῶν δικαίων Θεοπατόρων σου Κύριε, τὴν μνήμην ἑορτάζοντες, δι᾽ αὐτῶν σε δυσωποῦμεν, Σῶσον τὰς ψυχὰς ἡμῶν.
Otro apolitiquio tono 2º
Al celebrar la memoria de Tus justos antepasados, Oh Señor
Dios nuestro, te pedimos que, por su intercesión, salves nuestras almas.
Κοντάκιον. Ἦχος β’. Τὰ ἄνω ζητῶν.
Εὐφραίνεται νῦν, ἡ Ἄννα τῆς στειρώσεως, λυθεῖσα δεσμῶν, καὶ τρέφει τὴν πανάχραντον, συγκαλοῦσα ἅπαντας ἀνυμνῆσαι τὸν δωρησάμενον, ἐκ νηδύος αὐτῆς τοὶς βροτοίς, τὴν μόνην Μητέρα καὶ ἀπείρανδρον.
Εὐφραίνεται νῦν, ἡ Ἄννα τῆς στειρώσεως, λυθεῖσα δεσμῶν, καὶ τρέφει τὴν πανάχραντον, συγκαλοῦσα ἅπαντας ἀνυμνῆσαι τὸν δωρησάμενον, ἐκ νηδύος αὐτῆς τοὶς βροτοίς, τὴν μόνην Μητέρα καὶ ἀπείρανδρον.
Condaquio tono 2º. Buscando lo superior.
Ahora Ana está alegre, pues ha sido liberada de los límites
de la esterilidad; y alimentando a la que es toda pura, ella ha llamado a todos
para que puedan alabarlo a El, quien ha sido portado por la Madre más pura y
que no ha conocido varón.
Fuentes consultadas: saint.gr, apostoliki-diakonia.gr, pemptousia.gr, Sinaxario de los doce meses del año de de San Nicodemo el Athonita, diakonima.gr, synaxarion.gr