Versos:
"Profeta Barúc amigo de Jeremías, tú bailas con los profetas de Cristo en los cielos".
Amigo devoto y discípulo de Jeremías, el Gran Profeta del Antiguo Testamento, Barúc (el Santo Profeta), transcribió a mano un pergamino conteniendo las profecías más urgentes de sus compañeros… realizando así un servicio enormemente importante que ayudó a pavimentar el camino para la llegada del Cristianismo, 500 años después de su muerte. Nacido en el Siglo Sexto antes de Cristo, éste Profeta de Tierra Santa, fue un escriba legendario.
También fue descendiente de una familia aristocrática Judía, cuya elevada posición en la vida le enseñó, paradójicamente, a vivir en humildad.
"Profeta Barúc amigo de Jeremías, tú bailas con los profetas de Cristo en los cielos".
Amigo devoto y discípulo de Jeremías, el Gran Profeta del Antiguo Testamento, Barúc (el Santo Profeta), transcribió a mano un pergamino conteniendo las profecías más urgentes de sus compañeros… realizando así un servicio enormemente importante que ayudó a pavimentar el camino para la llegada del Cristianismo, 500 años después de su muerte. Nacido en el Siglo Sexto antes de Cristo, éste Profeta de Tierra Santa, fue un escriba legendario.
También fue descendiente de una familia aristocrática Judía, cuya elevada posición en la vida le enseñó, paradójicamente, a vivir en humildad.
Hijo del bien instalado Neriah y hermano de Seriah Ben
Norah, camarlengo del poderoso Rey Zedekiah de Judá, Barúc destacaba entre la
clase gobernante.
Barúc, el Santo Profeta |
A pesar de ello permaneció fiel a lo largo de toda su vida al profeta Jeremías, cuyas palabras desafiaron, día tras día, el orden reinante– no obstante que en ciertos momentos su fidelidad le acarreó un gran riesgo.
Por ejemplo, en una ocasión mientras el profeta se escondía de la ira del Rey Jehoiakim, Barúc honraba los deseos de Jeremías leyendo en voz alta sus más recientes profecías en las que lanzaba una advertencia a la gente reunida en Jerusalén.
Estas profecías fueron pronunciadas en el clímax de
un día de ayuno, produciendo una tremenda consternación entre los adoradores,
muchos de los cuales quisieron castigar severamente a Barúc por atreverse a
pronunciar ese tipo de verdades tan chocantes. Barúc, junto con su amigo Jeremías, fue testigo de la
destrucción de la ciudad de Jerusalén y el saqueo del templo por parte del rey
Babilonio invasor, Nabucodonosor, el año 599 antes de Cristo. A pesar de ese
desastre se mantuvo fiel a las profecías de Jeremías, las mismas que continuó
proclamando a lo largo de su vida. Barúc también presenció la espantosa
invasión destructiva de los Babilonios en los años 587-597 antes de Cristo.
Este asedio fue arrollador, sin embargo Barúc nunca dejó de
proclamar su oposición ante este ataque. Y su fe en el futuro de la ciudad fue
refrendado por su apoyo a la decisión de Jeremías de comprar un estado (en
Anatoth), en un colina en las afueras de Jerusalén, que en ese entonces estaba
ocupada por el Rey invasor. También formó parte del destino de Barúc el ser un
testigo doliente del martirio de Jeremías, quien murió apedreado por proclamar
sus terribles profecías.
"Ο ΔΊΚΑΙΟΣ ΒΑΡΟΎΧ", [O DÍKEOS BARÚJ], EL JUSTO BARUC |
Es perfectamente entendible que el Santo Profeta Barúc
–habiendo sido testigo de tantos eventos trágicos y destructivos a lo largo de
su vida- sea descrito frecuentemente, por sus amigos, como “sobrepasado por el
abatimiento.” Sin embargo su muerte, luego de una vida larga y dificultosa, no
dejó de lado su figura como centro de controversia. De acuerdo a una leyenda
persistente, cuando un rey Arabe invasor ordenó que se abriera su tumba, se
llevó la sorpresa de su vida al ver que todos aquellos soldados Arabes que
tocaban el lugar santo morían instantáneamente.
Cuando finalmente la tumba fue abierta por su propia gente,
el cuerpo del Profeta estaba intacto.
La vida de este hombre de Dios, de gran corazón, permanece hasta nuestros días como un clásico ejemplo de cómo la lealtad a los verdaderos amigos –cuando está fundada firmemente en la lealtad a Dios- puede modelar y sostener la vida humana.
La vida de este hombre de Dios, de gran corazón, permanece hasta nuestros días como un clásico ejemplo de cómo la lealtad a los verdaderos amigos –cuando está fundada firmemente en la lealtad a Dios- puede modelar y sostener la vida humana.
NOTA:
* En lmagen inicial (arriba izquierda), Icono del Santo Profeta Barúc, del Monasterio Kirillo-Belozersky, traducido al inglés como White Lake [traducción del nombre de la ciudad de Beloozero]. Este Monasterio de San Cirilo, solía era el monasterio más grande y la fortaleza más fuerte del norte de Rusia.
Apolitiquio tono 4º
Oh Profeta, que anunciaste la Encarnación divina del Señor; Oh Barúc, divinamente inspirado, proclamándola a todo el mundo: este es nuestro Dios y no hay quien se le compare; El está por encima de toda la tierra, habiendo nacido de una Virgen: El ha hecho brillar en nuestras almas la luz divina del conocimiento. El ha traído la salvación a todos aquellos que cantan su alabanza.
Apolitiquio tono plagal del 4º
Fuiste digno de la luz de la profecía y te hiciste compañero de Jeremías. Pronosticaste el auto-vaciado de Dios el Logos que Él originó para la salvación del mundo. Los que participamos de esto en la verdadera Fe te honramos, Oh Profeta Barúc.
Condaquio en el tono 2º
Condaquio tono pl. del 4º
Como un arpa profética cantaste y pronosticaste la dispensación del Redentor: "Este es nuestro Dios que se mostró sobre la tierra y nadie más podrá ser comparado con Él". Así ha revelado la puerta del conocimiento, oh Barúc, a aquellos que adoran Su venida.
Fuentes cosultadas: Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. Johnsanidopouos, saint.gr