sábado, 3 de junio de 2023

Santos Mártires Luciniano, Paula y los niños Claudio, Hipatio, Pablo y Dionisio

Versos: 
"Luciniano junto con Paula y los niños, con tu sangre compraste la corona de los mártires".

"Luciniano es colocado en la cruz hacia abajo, no como Cristo que llevó el título arriba".

"Los niños numerados que fueron numerados dos veces dos, fueron establecidos como hijos de Dios Padre por la espada".

"Quien es digna de la gloria futura como Pablo, habiendo afirmado su sufrimiento ahora, Paula es decapitada".
En el tercero Luciniano es extendido en la cruz.

El Señor nos aseguró que "lo imposible para los hombres, posible para Dios es" (Lc. 18, 27). Es decir, aquello que es imposible de hacer con la fuerza enfermiza y la lógica del hombre, es viable y posible para Dios. Porque, ¿quién hubiera esperado de un hombre que pasó casi toda su vida en la idolatría, de la que era incluso un sacerdote, se convirtiera al cristianismo?  Pues esto sucedió con el anciano sacerdote idólatra Luciniano (del gr. "Λουκιλλιανὸς",[Lukinianós]), que vivió en los años del rey Aureliano, en el 270 d.C.









Luciliano vivía no muy lejos de la ciudad de Nicomedia. Era ya de edad avanzada y tenía el pelo blanco, cuando escuchó por primera vez una predicación cristiana en su tierra natal, Nicomedia. La gracia divina creó un verdadero seismo en su interior. Las creencias paganas que estaban tan profundamente arraigadas en su alma fueron destruidas como torres de papel. Sus ojos seniles se abrieron y con una vivacidad juvenil proclamó su fe en Cristo. Intentó, de hecho, con su predicación, atraer a otras almas a Dios. 
Fue informado de esto el conde Libania (del gr. "Λιβάνια", [Libánia]). Con valentía, Luciliano confesó a Cristo frente a él. A continuación, el duque, presionado por sus sacerdotes paganos, que consideraban a Luciliano desertor de su religión, ordenó que lo torturaran. Le golpearon en la mandíbula, le fustigaron con varas y le suspendieron boca abajo.
 



Martirio de San Luciniano  y de San Paula



Luego le llevaron a la prisión, donde el Santo Luciniano encontró a cuatro niños, Claudio, Hipatio, Pablo y Dionisio, quienes por la misma razón fueron encarcelados.
Sacándolo de la cárcel con los cuatro chicos, fueron llevados ante el prefecto. Permaneciendo firme en la fe de Cristo, fue puesto, junto con los cuatro, en un horno encendido. Sin embargo, una lluvia celestial descendió y apagó la llama, por lo que el Santo salió del horno junto con los cuatro niños sin sufrir ninguna quemadura. El prefecto ordenó entonces que fueran enviados a Bizancio, donde el Santo y los niños debían ser asesinados. Así fueron decapitados los santos infantes. San Luciniano fue clavado en una cruz, y le desgarraron sus carnes. De esta manera, el bendito entregó su alma en las manos de Dios.



Martirios de los Santos




La santa virgen Paula estaba junto con los santos en el camino y cuidaba las heridas del mártir Luciniano. Cuando los cinco fueron ejecutados, ella recogió sus santos restos. Ella heredó la fe cristiana de sus antepasados, y su trabajo consistía en ingresar a las cárceles, donde consolaba y cuidaba a los mártires sufrientes en nombre de Cristo. Por esta razón ella fue arrestada y llevada ante el prefecto. 
Debido a que no fue persuadida para que ofreciese sacrificio a los ídolos, primero fue despojada de su ropa, azotada con correas y luego golpeada con varas. Debido a que muchos huesos le fueron rotos  por las muchas palizas, por esta razón un Ángel del Señor vino y la sanó, y no solo esto, sino que también la fortaleció durante su martirio. 
Entonces fue llevada nuevamente ante el prefecto, y ella lo despreció, por lo que fue golpeada en la boca y encarcelada.
 
 
 





 
La Santa fue presentada nuevamente para su tercer examen, y colocada en un horno encendido, del cual fue mantenida ilesa por el ángel divino. Finalmente, el prefecto ordenó que la llevaran a Bizancio, donde sería decapitada. 
Cuando la Santa llegó al lugar de la ejecución de San Luciniano y de los cuatro niños, también fue decapitada, y así la bendita recibió la corona del combate. Su Sinaxis (congregación de fieles en un determinado lugar) y Fiesta se celebran en su Iglesia, que se encuentra cerca de la del Arcángel Miguel, en una isla llamada Oxia.



Aparición de San Luciniano a San Paísio del Monte Atos.
 
Del libro "Vida del Anciano Paísio el Agiorita", por el Hieromonje Isaac.
 

« Los Santos Panteleimon y Luciniano.

Era un 2 de junio de 1979 por la tarde. El Anciano apenas había transportado sus cosas a la Kelia de “Panaguda”, sin haber tenido tiempo de ordenarlas. Se preparaba para hacer Vísperas y preguntó al monje que le estaba ayudando, quién era el Santo del día siguiente, pero aquel no se acordaba. Le dijo que mañana cuando viniese se lo diría y se marchó deprisa, porque estaba anocheciendo. Lo siguiente que sucedió lo narró el Anciano de la siguiente manera: “Tenía los Mensuales (libros litúrgicos) en cajas. Buscaba encontrar mis gafas para ver el Santo del día y no las encontraba. Para no perder tiempo, hice Vísperas con el komposkini diciendo: “Santos del día intercedan por nosotros”.
 
 






Cuando a medianoche me levanté, intenté otra vez con la linterna durante media hora más o menos encontrar al Santo del día, y otra vez sin resultado. Dije “se me ha escapado el oficio de Medianoche”. Para no pasar la noche buscando, otra vez al komposkini, “Santos de Dios….”, sin referirme a los nombres de los Santos del día. » Entonces vi a San Panteleimon acompañando a un Santo dentro de mi Kelia. -¿Quién eres? le pregunté. San Luciniano, respondió. »No me acordaba si existe tal nombre de Santo y volví a preguntar: -¿Luciano? -No. Luciliano. -¿Cómo? ¿Longuino? Pregunté por segunda vez. -Lu-ci-lia-no, repitió el Santo, pronunciando lentamente por tercera vez su nombre. »A continuación dirigiéndose hacia San Panteleimon le dijo que me examinase de los traumas de la operación, para ver si me había recuperado y sanado.
Se me acercó San Panteleimon que vestía con la bata blanca como médico. Una vez me hubo examinado poniendo su mano en mi pecho, en el lugar en que se había realizado la operación de los pulmones, dijo a San Luciliano: “Está bien. Que lo tengas en cuenta en tus exámenes de médico”. 
 
 



 
 
 
Los Santos desaparecieron y el Yérontas glorificando a Dios y agradeciendo a los Santos, encendió la vela y encontró que aquel día era 3 de Junio y era el día de San Luciniano.
El día siguiente por la mañana, cuando vino el monje que le ayudaba, el Yérontas le preguntó sonriendo: “¿San Luciniano, eh?” y le relató la aparición de los dos Santos. El Yérontas cuando leyó el martirologio del Santo, quedó sorprendido asimilando la siguiente “coincidencia”: Toda la vida del Santo, que se encuentra en el Santo Monasterio Ibiron, fua anotada un 27 de Febrero, es decir, la fecha en que se había aparecido al Yérontas la Santa Efimía. Esta relación del Mártir con la Santa Efimía quien tanta devoción tenía el Yérontas, y también la cercanía del tiempo y especialmente del lugar del martirio de los dos Santos le agradó especialmente al Yérontas. Después le honraba cada año y puso su icono en la Iglesia y en su kelia. Después se fue a una Skete de Kutlumusiu y reverenció a San Panteleimon. Dijo que el icono de su Santuario se parece mucho su Santo rostro (tal como le había visto). Este admirable acontecimiento consoló al Yérontas y expulsó la fatiga y las aflicciones que pasaba en aquella época transitoria. »
 

Apolitiquio tono 1º   (MODELO: "Χορς γγελικός", [Jorós Anguelikós], "Coro angelical")

Apolitiquio tono 1º

Como una estrella radiante, brillaste de la noche del error y mataste al astuto enemigo, oh Luciniano. Junto con la santa Paula y los cuatro niños, recen a Cristo nuestro Dios para que nuestras almas sean salvadas.

Condaquio tono 2º

Oh glorioso mártir, sufriste graves tormentos, y junto con Paula y los niños clamaste a tu Creador: Oh Salvador, somos sacrificados como ovejas ofrecidas por amor a Ti.







Fuentes consultadas: saint.gr. dioakonima.gr, synaxarion.gr, "Vida del Anciano Paísio el Atonita", Hieromonje Isaac.