Sinaxario de los santos apóstoles Jasón y Sosipater y los que estaban con ellos
Versos:
Para Jasón: * "Jasón encontró vida perecedera en tierra extranjera, pero encontró otra adquirida incluso más allá".
A Sosipater (o Sosípatro): "Muriendo Sosipater tu rostro mostró la gloria, del Padre de Dios el Logos".
A los siete mártires que fueron ladrones: "Cuando los ladrones se enteraron de la porción asignada al ladrón en el Edén, se apresuraron a obtener su suerte en la brea ardiente".
Para Kerkyra: "Las heridas perforadas por la flecha del rey, dejó una marca que brilló como una perla".
A Eusebio: ** "El fuego te limpió de inmundicia, Eusebio, haciéndote el oro puro de Cristo.
Para Zenon y Vitalion: "No temas, Vitalion, al acercarte al fuego, pues Zenon va antes que tú y entra de antemano".
A Neon: "No queriendo adorar a los dioses de los griegos, el neón se quemó y destruyó la fe de los griegos".
El veintinueve Jasón partió de la tierra.
De estos dos apóstoles, Jasón era de Tarso de Cilicia y fue el primero en ser atrapado en la búsqueda de la piedad. Sosipater era de Livadia en Acaya y recibió la fe de Cristo después de Jasón. Ambos se convirtieron en discípulos del apóstol Pablo, quien escribe de ellos en su Epístola a los Romanos: "Timoteo, mi colaborador, os saluda; también Lucio, Jasón y Sosipater, mis parientes" (Rom. 16:21). Jasón se convirtió en el obispo de su tierra natal, a saber, Tarso, *** y Sosipater se convirtió en obispo de la Iglesia de Iconio. Después de pastorear esas iglesias, viajaron hacia el oeste y llegaron a la isla de Kerkyra, **** donde construyeron una iglesia en nombre de San Esteban el Protomártir.
Allí oficiaron liturgias para Dios y reunieron a los incrédulos en la fe de Cristo. Fueron acusados ante el rey llamado Kerkyllinos, por lo que fueron encarcelados. Allí también estaban encerrados siete líderes de ladrones, cuyos nombres eran los siguientes: Saturninus, Iakischolus, Faustianus, Jannuarius, Marsalios, Euphrasios y Mamminos. Estos fueron enseñados por los apóstoles con sus palabras, y les informaron con las maravillas que obraron, llevándolos así a la fe en Cristo, y en lugar de lobos los convirtieron en ovejas. Después de esto, fueron colocados en un caldero de fuego, lleno de brea, aceite, cera y azufre. Allí sus vidas llegaron a su fin y recibieron la corona del concurso. Asimismo, al guardia de la prisión, debido a que llegó a creer en Cristo, le cortaron la mano izquierda y las dos piernas. Después le cortaron la cabeza, mientras invocaba el nombre del Señor.
El rey hizo sacar a Jasón y Sosipater de la prisión y los entregó al eparca de Kerkyra para que fueran castigados. Este, después de pedir a los Apóstoles que negaran a Cristo y ver que se mantenían firmes, los hizo atar y meter en la cárcel. Al verlos atados y condenados, y al enterarse de que habían sufrido por Cristo, Kerkyra, la hija del rey, se proclamó cristiana. Entonces se quitó las joyas y las distribuyó entre los pobres. Cuando su padre se enteró de esto, la instó a cambiar. No queriendo hacerlo, también fue encarcelada y luego entregada a un etíope para que la corrompiera. El etíope, tan pronto como tocó la puerta de la prisión, fue despedazado por un animal salvaje.
Cuando la Santa Kerkyra se enteró de esto, lo curó y, con sus enseñanzas, lo convirtió en un soldado de Cristo y cristiano. Entonces, el etíope gritó a gran voz: "¡Grande es el Dios de los cristianos!" Cuando el rey se enteró de esto, lo hizo torturar, y así el renombrado entregó su alma a las manos de Dios. Luego, los soldados llevaron mucha leña a la prisión y encendieron un fuego para consumir a Santa Kerkyra. Cuando hicieron esto, la Santa quedó ileso. De esta manera reunió a muchos para que creyeran en Cristo. Luego la colgaron de un poste de madera, debajo del cual hicieron humo para asfixiarla. Después le dispararon flechas y la hirieron tanto, que por el dolor entregó su alma en manos de Dios.
Después de estas cosas, el rey Kerkyllinos inició una persecución contra los cristianos. Debido a que los cristianos huyeron a una pequeña isla cercana, el propio rey se subió a un barco para ir allí y castigarlos. Cuando llegó en medio del mar, fue sumergido en las profundidades del mar como el faraón de antaño. Y el pueblo del Señor ofreció himnos y acción de gracias a Dios, mientras Jasón y Sosipater fueron liberados de la prisión, enseñando sin obstáculos la palabra de Dios.
Entonces vino a gobernar otro rey, y habiendo aprendido acerca de los santos, ordenó que le trajeran un caldero de hierro, y le pusieron brea, resina y cera, lo pusieron a hervir y después metieron a los santos adentro. Sin embargo, los santos permanecieron ilesos, mientras que algunos de los mismos incrédulos fueron quemados y otros llegaron a creer en Cristo. El rey entonces ató una piedra a su cuello y se arrepintió y se lamentó, diciendo: "Oh Dios de Jasón y Sosipater, ayúdame y ten misericordia de mí". Entonces el bendito Jasón reunió a todos los que llegaron a creer, y les enseñó palabras de verdad, en presencia del rey, y después de catequizarlos, los bautizó a todos junto con el rey en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
El rey recibió el nombre de Sebastián y pocos días después el hijo del rey se enfermó y murió. El apóstol Jason oró por él y lo resucitó. Muchas otras cosas hicieron el Santo, digno de palabras y conmemoración. Construyeron una hermosa iglesia junto con el rey, e hicieron todas las cosas beneficiosa y venerablemente. Habiendo aumentado el rebaño de Cristo, su vida llegó a su fin en la vejez profunda, y pasaron de la tierra hasta los cielos.
NOTAS:
* San Jasón también es conmemorado el 10 de noviembre.
** Eusebio, Zenon, Vitalion y Neon no se mencionan en el sinaxario (Vidas breves de Santos para ser ser léidos durante el Oficio Litúrgico), pero fueron quemados hasta la muerte por el rey Kerkyllinos después de convertirse a la fe cristiana en la predicación de Jasón y Sosipater.
*** Algunos creen que este es el Jasón mencionado en Hechos 17 que le dio alojamiento a San Pablo en Salónica.
**** El escritor del sinaxario en realidad lo llama Cyrene, mientras que las copias del sinaxarion escriben Kerkyra. Sin embargo, Cyrene está en Libia de África, mientras que la tradición dice que Jasón y Sosipater fueron a Kerkyra (Corfú).
Santos Apóstoles Jasón y Sosípatro de los Setenta
Por +Demetri Khoury, Obispo de Jableh, Siria.
Fue en este
idílico paisaje, sólo algunas décadas luego de la muerte y resurrección de
Jesús Cristo, que uno de Sus primeros obispos soportaría inmensas torturas bajo un
déspota romano que quería destruir su fe.
Sin embargo, al final, las luchas heroicas del Santo Apóstol
Jasón formarían parte de un capítulo triunfante en la historia primitiva de la Santa Iglesia. Jasón se había convertido al
Santo Evangelio gracias a San Pablo, de quien era un pariente lejano. Cuando el
Gran Apóstol vio cuán dedicado era predicando la Buena Nueva de Jesús Cristo a las
multitudes, se mostró complacido al saber que Jasón había accedido a ser parte
de Los Setenta –este numeroso grupo de Discípulos, reclutados por los Doce
Originales a quienes se les encargó llevar el mensaje de salvación en
Jesucristo a todo el mundo conocido.
El Santo Apóstol Jasón había nacido y sido educado en la
ciudad de Tarso, localizada en la Provincia de Cilicia (hoy en día parte de la
moderna Turquía). Habiendo sido bautizado por San Pablo durante uno de sus
muchos viajes, Jasón probaría ser un discípulo extremadamente efectivo, quien
frecuentemente sanaba a los enfermos y realizaba otros milagros, al mismo
tiempo que atraía muchas conversiones para el Santo Evangelio. Por un buen
número de años sirvió como obispo en su región de Tarso.
Como un miembro carismático y ampliamente reconocido de Los Setenta, Jasón era bastante conocido en el mundo Cristiano de su época. Pablo lo menciona en un pasaje clave en su Epístola a los Romanos (16, 21), en el que les dice a la comunidad Cristiana en la Ciudad Eterna:
Os saluda (...) Jasón y Sosípatro, mis parientes.
San Jasón. Icono portátil de 1649 de Emanuel Tsáne, Iglesia de San Jasón y Sosipatros en Kérkira (Corfú). |
Luego de muchos años de servicio episcopal sirviendo con
piedad y diligencia se le pidió a Jasón que llevara su mensaje algunas millas
hacia el oeste... a una bellísima isla del Mar Iónico que era un hervidero de paganos
adoradores de ídolos quienes estaban envueltos en las formas más egregias de
religión falsa. Estos idólatras confundidos veneraban deidades hechas de oro y
plata con
piedras preciosas.
El se dirigió voluntariamente hacia este reino complicado
cuya violencia resultaba solamente comparable con la belleza de su geografía.
Al principio, mientras predicaba la palabra de Dios y construía la iglesia
principal dedicada a Esteban, el Protomártir, las cosas parecían ir bastante
bien. Pero muy pronto un grupo de paganos que odiaban al Cristianismo y que
habían odiado la manera en la que Jasón había conseguido muchas conversiones en
su isla se dirigieron hacia el Emperador Romano gobernante difamándolo
injustamente.
San Sosipatros. Icono portátil de 1649 de Emanuel Tsáne, Iglesia de San Jasón y Sosipatros en Kérkira. |
Tal como sucedía habitualmente el Emperador creyó todas
la maldades que le dijeron acerca del clérigo e inmediatamente envió una orden
al Gobernador Provincial para que lo encarcelase hasta que renunciara a esa fe inaceptable.
Para hacer del castigo aún más desagradable Jasón fue encerrado junto a siete
notorios bandidos con la esperanza de que lo maltratasen sólo por diversión.
Los siete criminales –Saturn, Jakisol, Faustus, Enero,
Marcellus, Euthracius y Mamas– eran famosos a lo largo del reino de Ionia por
su falsedad, rapacería y crueldad. Sin embargo, de manera sorprendente, ellos
se convirtieron muy pronto a la Buena Nueva de Jesús Cristo gracias a este alegre
apóstol, quien sin lugar a dudas les recordó el hecho de que el Salvador había
sido crucificado junto a dos ladrones de toda la vida.
Cuando el Emperador escuchó acerca de la conversión de estos siete criminales estalló de rabia y ordenó inmediatamente que fuesen hervidos en un recipiente gigante lleno de brea hirviente.
Cuando el Emperador escuchó acerca de la conversión de estos siete criminales estalló de rabia y ordenó inmediatamente que fuesen hervidos en un recipiente gigante lleno de brea hirviente.
A pesar de su suerte
las víctimas se dirigieron hacia su muerte con un espíritu alegre...
impresionando tanto a su carcelero, que se convirtió a la fe en ese mismo
instante. Su castigo fue rápido: le cortaron una mano con la espada, luego los
pies, y finalmente fue decapitado.
El Emperador estuvo junto a él. Determinado a quebrar la
voluntad de este rebelde lo asignó bajo la custodia de un príncipe muy cruel
llamado Cipriano, quien era un experto en crear nuevas formas brutales de
tortura. Pero el Emperador muy pronto se encontró con otra desagradable
sorpresa: Su propia hija Kyrkyra, habiendo presenciado algunos de los
sufrimientos de Jasón, había
declarado ser Cristiana producto de la empatía de sus tribulaciones.
El vencido Emperador estaba perdiendo su paciencia.
Enojado, más allá del auto dominio, encarceló a su hija y ordenó que fuese desflorada (violada) por un fornicador famoso llamado Myrin. No mucho tiempo después
el malhechor colocó un inmenso y feroz oso en la celda de la doncella. Pero
aparentemente, antes de ser destrozada hasta morir, la fiel Kyrkyra le había
rezado a Jesús Cristo pidiéndole por su ayuda. Cuando el oso apareció completamente
domesticado el villano se convirtió y unió sus voces a las de la doncella
cantando alabanzas a Dios.
Para este instante, completamente fuera de sus casillas,
el tirano ordenó a sus hombres que incendien la prisión –pero cuando la piadosa
Kyrkyra emergió completamente ilesa de entre las llamas rugientes muchísimos
más ciudadanos se convirtieron. Finalmente, el trastornado padre, hizo que le
disparasen flechas a su hija, con lo que ella se unió alegremente a las filas
de los Bienaventurados Mártires.
A lo largo de todos estos sorprendentes milagros (y muchos
más que se dieron lugar en los años posteriores), el Santo Apóstol Jasón nunca
perdió su fe en Jesucristo, el Hijo de Dios. Cuando murió de anciano, alrededor
del año 110 –aún viviendo en la bella isla Griega en medio del Mar Iónico sus
habitantes ya se habían convertido - prácticamente en su totalidad- al Santo
Evangelio. Jasón falleció con una oración de gratitud en sus labios.
De la vida de este Santo Obispo e ilustre miembro de Los
Setenta aprendemos que la verdadera fe algunas veces requiere de nosotros el
creer en la realidad de acontecimientos que parecen desafiar a los cotidianos. Jasón
confiaba en su corazón más que en la simple lógica. El confiaba en Dios antes
que en cualquier cosa y su fe fue recompensada miles de veces durante su
exitosa y larga
vida.
Apolitykion tono 4º (MODELO: “Ταχύ προκατάλαβε” [Tají prokatálabe], “Se adelantó rápidamente)
Ἀπολυτίκιον (Κατέβασμα) Ἦχος δ’. Ταχὺ προκατάλαβε.
Δυὰς ἡ ὁμότροπος, τῶν Ἀποστόλων Χριστοῦ, Ἰάσων ὁ ἔνδοξος, Σωσίπατρος ὁ κλεινός, συμφώνως τιμάσθωσαν οὗτοι γὰρ δεδειγμένοι, τὸν τῆς χάριτος λόγον, ηὔγασαν ἐν Κερκύρᾳ, εὐσεβείας τὸ φέγγος, πρεσβεύοντες τῷ Κυρίῳ, ὑπὲρ τῶν ψυχῶν ἠμῶν.
Apolytikion tono 4º
Honramos
a la pareja de apóstoles de Cristo de ideas afines, Jason inspirado por
Dios y el noble Sosipater. Porque recibieron la palabra de gracia e
iluminaron a Kerkyra con la luz de la piedad. Interceden ante Cristo
nuestro Dios para que nuestras almas sean salvadas.
Έτερον Ἀπολυτίκιον Ἦχος γ’.
Ἀπόστολοι ἅγιοι, πρεσβεύσατε τῷ ἐλεήμονι Θεῷ ἵνα πταισμάτων ἄφεσιν, παράσχῃ ταῖς ψυχαῖς ἡμῶν.
Otro apolytikion tono 3º
Oh Santos Apóstoles, intercedan ante el Dios misericordioso para que El conceda a nuestras almas el
perdón por nuestras ofensas.
Kontakion tono 1º
Oh Apóstoles tres veces bendecidos, iluminados por las enseñanzas de Pablo, iluminaron al mundo entero. Brillas en ella con milagros, Jason, fuente de curaciones, y Sosipater, gloria de los mártires. Oh, apóstoles portadores de Dios, santos protectores de los necesitados, oren a Dios para que nuestras almas sean salvadas.
Kontakion tono grave
Habiendo estado iluminado por las enseñanzas de San Pablo, llegaron a ser luminarias para el mundo entero, oh tres veces bendecidos; ya que ustedes han iluminado el mundo con milagros, Oh Jasón, fuente de sanación, y Sosípatro, gloria de los Mártires de Cristo. Oh Apóstoles, portadores de Dios, protectores de los que están en necesidad, rogad a Dios para se salven nuestras almas.
Habiendo estado iluminado por las enseñanzas de San Pablo, llegaron a ser luminarias para el mundo entero, oh tres veces bendecidos; ya que ustedes han iluminado el mundo con milagros, Oh Jasón, fuente de sanación, y Sosípatro, gloria de los Mártires de Cristo. Oh Apóstoles, portadores de Dios, protectores de los que están en necesidad, rogad a Dios para se salven nuestras almas.
Fuentes consultadas: *saint.gr, *Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury * byzmusic.gr