domingo, 20 de octubre de 2024

Domingo VI de Lucas. La curación del endemoniado de la tierra de los gadarenos.

20-10-2024. DOMINGO IV DE LUCAS (XVII después de Pentecostés).

Tono pl. del 4 (8º). Evangelio de Maitines 6 (p.7-8)

 

LECTURA DEL LIBRO DE LOS APOSTOLES

Epístola del Apostol Pablo a los Efesios (2, 4-10)*


4. Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amo,

5. estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia habéis sido salvados -

6. y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús,

7. a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

 

 

 



8. Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios;

9. tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe.

10. En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos.

 

* Lectura según las Lecturas Apostólicas y Evangélicas de los Domingos y de las Fiestas, del "Eklogadion, del Servicio Apostólico de la Iglesia de Grecia". Estas lecturas pueden cambiar según la Fiesta o Santo celebrados y según el lugar

 

 



 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO.

Domingo VI de Lucas (8, 27-39).


26. Arribaron a la región de los gerasenos, que está frente a Galilea.

 
27. Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre, poseído por los demonios, y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido, ni moraba en una casa, sino en los sepulcros.

28. Al ver a Jesús, cayó ante él, gritando con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes.»

29. Es que él había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre; pues en muchas ocasiones se apoderaba de él; le sujetaban con cadenas y grillos para custodiarle, pero rompiendo las ligaduras era empujado por el demonio al desierto.

 

 

 

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30. Jesús le preguntó: «¿Cuál es tu nombre? «El contestó: «Legión»; porque habían entrado en él muchos demonios.

31. Y le suplicaban que no les mandara irse al abismo.

32. Había allí una gran piara de puercos que pacían en el monte; y le suplicaron que les permitiera entrar en ellos; y se lo permitió.

33. Salieron los demonios de aquel hombre y entraron en los puercos; y la piara se arrojó al lago de lo alto del precipicio, y se ahogó.

34. Viendo los porqueros lo que había pasado, huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas.

 

 

 

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35. Salieron, pues, a ver lo que había occurido y, llegando donde Jesús, encontraron al hombre del que habían salido los demonios, sentado, vestido y en su sano juicio, a los pies de Jesús; y se llenaron de temor.

36. Los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.

37. Entonces toda la gente del país de los gerasenos le rogaron que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de gran temor. El, subiendo a la barca, regresó.

38. El hombre de quien habían salido los demonios, le pedía estar con él; pero le despidió, diciendo:

39. «Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho contigo.» Y fue por toda la ciudad proclamando todo lo que Jesús había hecho con él.


De la Biblia Católica de Jerusalén



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HOMILÍA. DOMINGO VI DE LUCAS. (Luc. 8, 26-39). “La curación del endemoniado de la tierra de los gadarenos ”.

 

¡ Miseria !




CON EL BARCO DE SUS DISCÍPULOS LLEGÓ EL SEÑOR A LA ORILLA ESTE DEL Lago de Genesaret, a la región de los Gadarenos. Y nada más llegar a tierra, se presentó delante de él un... ¿¡Pero qué hombre era este!? Miserable, horroroso su rostro y él entero. Ojos oscurecidos, salvajes, fuera de sus órbitas, su pelo y su barba revueltos y sucios, sacando maldiciones y suciedades de su boca...ninguna ropa sobre él, todo lo más algún harapo, y todo su cuerpo lleno de heridas.

Estaba, el pobre desgraciado, endemoniado. No vivía en ninguna casa, sino en los sepulcros, y nadie podía inmovilizarle, ni con cadenas ni con esposas. Todo lo rompía y caminaba por los desiertos manteniendo en su mano piedras y golpeándose a sí mismo y a los que alguna vez pasaban por allí. El miedo y el terror de todos...

 

 

 


 

 

Vió a Cristo desde lejos y empezó a correr hacia Él dando fuertes gritos. Y cuando se acercó, cayó a sus pies y empezó a gritar: "¿qué relación hay entre nosotros, Jesús, Hijo del Altísimo Dios? por favor, no me tortures y no me envíes todavía al Infierno". Todo esto lo decía temblando el satanás, porque ya el Cristo le había ordenado que saliese fuera de él.

-¿Cuál es tu nombre?

- Legión, -contestó, porque no era uno ni dos, sino que eran miles.-Por favor, permítenos entrar en aquellos cerdos.

Realmente era una gran piara de cerdos, que pastaban más allá (los cuales estaban allí ilegalmente, según la ley mosaica).

- Entrad, dijo Jesucristo.

 

 

 


 



Y de repente toda la piara comenzó a correr hacia un acantilado, y cayeron al mar y se ahogaron.

Todo esto lo vieron los pastores de cerdos y se lo dijeron a los habitantes de la ciudad. Aquellos, con miedo, salieron a encontrar a Cristo. Y cuando vineron junto a Él, encontraron al que antes estaba endemoniado sentado a sus pies, ahora vestido normalmente. Todo esto les hizo atemorizarse. Y rogaron al Cristo que se fuese de allí porque no aguantaban tenerle entre ellos. Ves su ilegalidad...

Lo aceptó el Señor. Entró de nuevo al barco para irse. Entonces el recién curado comenzó a rogarle que se fuese con él. -No, le dijo Cristo, vuelve atrás a ti casa y comenta a todos lo bien que te ha hecho el Dios.

Obedeció él, y empezó desde entonces a caminar por toda la zona y a dar a conocer todo o que le hizo Cristo.



                                           *   *   *



" ...y ninguna ropa sobre él, y no vivía en ninguna casa"

 

Amigo mío, no es necesario decirte lo impresionante que es esta historia que acabas de leer del Santo Evangelio. Sólo una cosa quiero decirte, y no con muchas palabras porque puede ser que entiendas mucho. Observa si quieres que el endemoniado mientras estaba bajo la dominación del diablo, no tenía ni vestidos sobre él ni casa para vivir. Desnudo y siempre fuera.

¿Quizás ves algún parecido con el día de hoy? ¿Quizás la moda que existe en nuestros días de que muestren las personas partes desnudas de sus cuerpos para causar impresión, no sea casualidad? 

 

 

 


 

 

¿Quizás que salgan de casa y pasen toda la noche fuera...te dice algo de sobre quién controla esas situaciones?

Al contrario, has observado cómo se ha hecho este hombre estando cerca de Cristo? Se ha tranquilizado, se ha puesto sus vestimentas, ha vuelto a su casa. Ha encontrado el ritmo normal de su vida.

¿Qué dices después de todo esto? ¿No está clara la conclusión? 

 



Del libro ”Háblame, Cristo. Mensajes para jóvenes de los Evangelios de los Domingos”. Archim. Apóstolos J. Tsoláki. Ed.Sotir

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