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Se despojó gozosamente de la cubierta de su carne".
Estas mujeres* vivieron durante el reinado del emperador Licinio (308-324) y eran de Adrianópolis de Macedonia. Siendo cristianas, siguieron a Cristo, teniendo como maestro y guía al diácono Ammoun. Habiendo sido capturadas por el gobernante de la ciudad de Adrianópolis, cuyo nombre era Babdon, y siendo severamente castigados por no adorar a los ídolos, oraron a Dios, y - ¡Oh, el milagro! - inmediatamente el sacerdote de los ídolos fue levantado y suspendido en el aire.
Allí permaneció como castigo por muchas horas, hasta que finalmente cayó, y así el maligno se apartó de la aflicción. Luego, San Ammoun fue suspendido y lacerado en sus costados. Luego se le colocó sobre su cabeza un yelmo de hierro ardiente.
Debido a que no fue herido en absoluto por estos, fue enviado con las Santas Vírgenes antes mencionadas de Berroen a Heraclea en Tracia, al tirano Licinio. Por su orden, diez vírgenes fueron arrojadas al fuego y allí encontraron su fin; ocho fueron decapitadas junto con el diácono Ammoun; otras diez, siendo heridos por la espada en la boca y en el corazón, entregaron sus espíritus.
El resto de las doce que quedaron, algunas fueron cortadas en pedazos con cuchillos, mientras que a otras se les hizo beber hierro fundido, y así se fueron al Señor.
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NOTA:
* Según la tradición, los nombres de estas Cuarenta Santas Vírgenes varían, pero un conjunto se da de la siguiente manera: Adamantine, Athena, Akrive, Antigone, Arivea, Aspasia, Aphrodite, Dione, Dodone, Elpinike, Erasmia, Erato, Ermeneia, Evterpe, Thaleia, Theanoe, Theano, Theonymphe, Theophane, Kalliroe, Kalliste, Kleio, Kleonike, Kleopatra, Koralia, Lambro, Margarita, Marianthe, Melpomene, Moscho, Ourania, Pandora, Penelope, Polymnia, Polynike, Sapfo, Terpsícore, Troada, Haido, y Harikleia.
Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com, diakonima.gr
