martes, 7 de mayo de 2024

MARTES DE PASCUA

Semana de Renovación (del gr. “Διακαινήσιμος Ἑβδομάς”), Semana Brillante (del ing. “Bright Week”), o Semana de Pascua o Pascual o es el nombre utilizado por la Iglesia Católica y Apostólica Ortodoxa* para el período de siete días que comienza en Pascua y continúa hasta (sin incluir) el domingo siguiente, que se conoce como Domingo de Tomás.


Reflexión para el Martes Brillante 

Por San Teófano el Recluso
 
En ese momento los judíos intentaron ensombrecer la luz de la Resurrección de Cristo con la bruma de una mentira: "Sus discípulos le robaron" (Mt 28,13). Fue fácil superar tanta mezquindad, y triunfó la verdad. Pero hasta ahora el enemigo no ha cesado de esparcir niebla ante el Sol de la Resurrección, con la esperanza de ensombrecerlo. ¡Que nadie se turbe! ¿Qué se puede esperar del padre de la mentira que no sea mentira? Enseñó a muchos de sus secuaces a escribir libros enteros contra la Resurrección. Esta niebla escrita también es disipada por los libros. 











No cojas un libro malo, y no te envolverá la niebla; pero si accidentalmente encuentras un libro así, toma un buen libro como antídoto, y refrescarás tu cabeza y tu pecho. Hay otra niebla que viene del enemigo—en nuestros pensamientos. Pero esto también se puede disipar inmediatamente, como humo en el viento, mediante un sensible discernimiento cristiano. Repasa todo lo anterior con discernimiento y verás claro como el agua que hubiera sido imposible que todo esto sucediera sino por el poder de la Resurrección de Cristo. Esta convicción será entonces un firme punto de vista desde el cual fácilmente repeleréis y derribaréis a los enemigos de la Verdad.


NOTA: 

* Utilizan la misma denominación otras incalculables ramificaciones existentes hoy en día, erróneamente autodenominadas “iglesias”, como las “católicas ortodoxas orientales”, las de “rito bizantino”, la “católica siro malabar” y “siro malankara”, la “greco-católica ucraniana y greco-católica rumana”, uniatas en general, y tantas otras sometidas a la gran ramera de Bablonia (v. Roma), con la cual "fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución" (Ap. 17,2), a la cual le queda cada vez menos tiempo para su caída y condena.

Sólo los bautizados en la Una y Santa Iglesia Católica y Apostólica Ortodoxa continúan la revelación realizada por Jesús Cristo a los apóstoles.