lunes, 6 de mayo de 2024

LUNES DE PASCUA

Semana de Renovación (del gr. “Διακαινήσιμος Ἑβδομάς”), Semana Brillante (del ing. “Bright Week”), o Semana de Pascua o Pascual o es el nombre utilizado por la Iglesia Católica y Apostólica Ortodoxa* para el período de siete días que comienza en Pascua y continúa hasta (sin incluir) el domingo siguiente, que se conoce como Domingo de Tomás.
Reflexión para el Lunes Brillante 

Por San Teófano el Recluso
 
Cuando el ángel anunció las buenas nuevas de la encarnación del Señor, dijo: "¡Salve, llena de gracia!" (Lucas 1:28); al anunciar a los pastores el nacimiento de Cristo Salvador, dijo también: "He aquí os traigo buenas nuevas de gran gozo" (Lc 2,10). Pero al anunciar la resurrección del Señor a las mujeres, el ángel sólo dice: "¡Él no está aquí, sino que ha resucitado!" (Lucas 24:6). Él no agrega “regocijaos”, porque el gozo llenaría su corazón por sí solo, tan pronto como llegara la seguridad de que el Señor había resucitado en verdad. 








En ese momento esta seguridad era tangible: el ángel la preparó; el Señor en Su aparición lo completó. ¡Y la alegría de todos fue inagotablemente plena! Ahora nuestra iglesia, casas y calles están vestidas con ropas de regocijo, y todos están sumidos en una corriente general de alegría. Aparta ahora tus pensamientos de lo externo, y reuniéndolos en tu corazón, levanta la verdad de la Resurrección, en toda su amplitud, profundidad y altura; para que vuestro gozo sea más que exterior. Lleva ese espíritu de alegría, como un manantial de agua brillante, que brota de las profundidades de la tierra.



NOTA: 

* Utilizan la misma denominación otras incalculables ramificaciones existentes hoy en día, erróneamente autodenominadas “iglesias”, como las “católicas ortodoxas orientales”, las de “rito bizantino”, la “católica siro malabar” y “siro malankara”, la “greco-católica ucraniana y greco-católica rumana”, uniatas en general, y tantas otras sometidas a la gran ramera de Bablonia (v. Roma), con la cual "fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución" (Ap. 17,2), a la cual le queda cada vez menos tiempo para su caída y condena.

Sólo los bautizados en la Una y Santa Iglesia Católica y Apostólica Ortodoxa continúan la revelación realizada por Jesús Cristo a los santos apóstoles.