Esta santa era de la ciudad de Nicomedia y vivió durante el reinado del emperador Maximiano (285-305). Pertenecía a una familia notable y era de mente sensata y piadosa. Después de ser traicionada como cristiana y no ser persuadida para ofrecer sacrificios a los demonios, fue duramente azotada.
Manteniéndose firme en su confesión de la fe cristiana, fue entregada a un hombre bárbaro para que la deshonrara. Sin embargo, la santa lo engañó de esta manera sabia.
Le prometió a aquel bárbaro, que si no la tocaba, ella le daría medicina que lo protegería de toda espada y flecha del enemigo. Al decir esto, también le prometió diciendo: "Si quieres saber si es verdad lo que te digo, pruébalo en mi cuello", y de inmediato dejó al descubierto su cuello.
El bárbaro, pensando que ella estaba diciendo palabras de verdad (y que a ella no la pasaría nada), golpeó con fuerza su cuello con su espada, cortando así su santa cabeza.
De esta manera permaneció inmaculada, y la bienaventurada recibió la corona inmarcesible del martirio.
Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com