Su cónyuge, el príncipe Simeón de Vyazma, y también el príncipe Yuri de Smolensk, se vieron obligados a huir de sus tierras nativas, que el príncipe lituano Vitovt había tomado. Entonces el príncipe Basilio de Moscú otorgó la ciudad de Tver de Torzhok a los príncipes exiliados.
El príncipe Yuri quedó cautivado por la belleza de Juliana e intentó por todos los medios persuadirla de que cometiera adulterio, pero Juliana se mantuvo fiel a su esposo.
Durante una fiesta, el príncipe Yuri mató al marido de Juliana con la esperanza de llevársela por la fuerza. Santa Juliana resistió al violador hiriéndolo con un cuchillo. El enfurecido príncipe Yuri ordenó que le cortaran las manos y los pies y que arrojaran su cuerpo al río Tvertsa.
Preocupado por su conciencia y censurado por todos, el príncipe Yuri huyó a los tártaros, pero ni siquiera allí encontró la paz. Se instaló en el desierto de Riazán donde murió en 1408.
El martirio de santa Juliana se produjo en el invierno de 1406. En la primavera de 1407 vieron el cuerpo de la princesa Juliana flotando en el río. Cierto campesino escuchó una voz desde arriba, ordenando que el cuerpo de Santa Juliana fuera enterrado en la Catedral de Torzhok en el lado derecho por las puertas del sur.
Posteriormente se construyó una tumba para su cuerpo en la Catedral de la Transfiguración del Salvador, donde muchos recibieron curación de ella.
En relación con la glorificación de santa Juliana el 2 de junio de 1819, se construyó una capilla en el lado derecho, dedicada a ella. En la Catedral de la Transfiguración del Señor, donde antes había una capilla sobre la tumba de la Santa, se construyó una iglesia dedicada también a Santa Juliana en 1906.
Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com, oca.org
