domingo, 27 de octubre de 2024

San Demetrio el Nuevo de Basarabov (+ s.XIII)

San Demetrio nació a principios del siglo XIII en una familia campesina en el pueblo de Basarabov, situado en la región al sur del Danubio, que, en ese momento, pertenecía al Reino de Bulgaria.


Desde su niñez, Demetrio luchó valientemente por la virtud, a través del ayuno y la oración. Un día, mientras sacaba las vacas a pastar, pisó un nido de pájaros, escondido en la hierba, y aplastó a los pajaritos que había en él. Su arrepentimiento por lo que había hecho fue tan grande que decidió andar descalzo durante tres inviernos y veranos.

Más tarde se unió a un monasterio y, habiendo aprendido a obedecer, fue a vivir en una cueva en el bosque cerca del río Lom. 






Allí, desconocido para los hombres, derramó su oración y lágrimas ante Dios. Fue advertido de su muerte, y cuando llegó el día, se acostó entre dos losas de piedra y entregó su alma en paz a Dios.

Pasaron los años y se perdió todo recuerdo del santo asceta. Tres siglos después, cuando el río crecía, sus aguas subieron e inundaron la cueva. La corriente levantó las losas de piedra, se llevó el cuerpo incorrupto del Santo y lo dejó enterrado en la grava. 






Cien años después de eso, el Santo se apareció en un sueño a una niña paralítica y le dijo que le pidiera a sus padres que la llevaran a la orilla del río para que la sanara. Cuando se difundió la noticia, el clero de la diócesis y una gran multitud acompañaron a la familia al lugar, donde antes los habitantes del distrito habían visto una luz misteriosa. 

 


Monasterio de Basarabov y la cueva de San Demetrio




Comenzaron a cavar y pronto encontraron el cuerpo del Santo incorrupto, brillando con la gracia del Espíritu Santo, a través del cual la niña fue sanada de inmediato. La sagrada reliquia fue llevada con gran solemnidad al pueblo de Basarabov, donde se llevaron a cabo otras curaciones, y vino gente de todo el país para venerarla. 



Catedral de Bucarest, donde hoy descansan las
sagradas reliquias de San Demetrio el Nuevo



El príncipe de Hungría-Valaquia envió sacerdotes y dignatarios para que vieran por sí mismos este milagroso descubrimiento. Luego construyó una iglesia en el pueblo donde a lo largo de los años el Santo obró muchos milagros.

En 1774, hacia el final de la era ruso-turca, el ejército ruso acampó cerca del pueblo, y el general P. Saltikov ordenó que las reliquias fueran llevadas a Rusia para protegerlas de la posibilidad de profanación por parte de los turcos. 



Reliquias incorruptas de San Demetrio



Cuando las reliquias y su escolta llegaron a Bucarest, un cristiano piadoso y amigo del general, Hadji-Demetrius, le pidió que no privara al pueblo rumano del cuerpo de su compatriota. El general estuvo de acuerdo, y solo tomó una de las manos del Santo que envió a la Laura de las Cuevas de Kiev. 

El cuerpo de San Demetrio fue depositado en la catedral de Bucarest donde, debido a sus muchos milagros, ha sido venerado desde entonces como protector de la ciudad y de toda Rumanía. Cada año, el 27 de octubre, la gente se agolpa en Bucarest para un festival de tres días en honor a San Demetrio el Nuevo, cuyas honorables reliquias nunca dejan de destilar un celestial delicioso aroma.

 








Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com (The Synaxarion: The Lives of the Saints of the Orthodox Church, vol. 1, Hieromonk Makarios of Simonos Petra, Ormylia, 1998, págs. 490-491.)

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