Según el Menologio de Basilio II, Prisco llegó a amar a Dios y recibió el Bautismo divino después de abandonar la impiedad de sus antepasados. Él proclamó con valentía a Cristo, y al hacerlo, envalentonó a otros cristianos, mientras que al mismo tiempo convirtió a muchos paganos a la fe en Cristo.
Por esto fue llevado a juicio, y después de denunciar a los dioses y el decreto real que mandaba a todos a adorarlos, instó a todos a reverenciar y adorar a Cristo Crucificado.
Cuando el gobernador escuchó esto, ordenó que se torturara a Prisco. Estaba atado a un poste de madera y sus costados fueron desgarrados con garras de hierro. Después de soportar esto, fue decapitado y se fue al Señor. *
NOTA:
* Cabe señalar que el Sinaxario de Constantinopla dice que completó su martirio al ser quemado vivo, de ahí la referencia en los versos yámbicos.
Fuentes consultadas: johnsanidopolos.com, synaxarion.gr