San Sequanus * nació en la ciudad de Mesmont, en Borgoña. Sus padres le dieron una excelente educación y le permitieron abrazar el monaquismo, al que se inclinó desde la niñez.
Después de ser tonsurado por su sacerdote y vivir como ermitaño, el obispo de Langres lo ordenó sacerdote por su forma de vida santa. Sin embargo, no era del agrado del clero local, por lo que fue al Monasterio de Reome en Auxois bajo la dirección del abad Jean, y allí estudió la Sagrada Escritura y alcanzó todas las virtudes.
Finalmente, Sequanus se fue para fundar su propio monasterio en el bosque de Cestres, cerca del Sena, en 534. Se ganó una reputación de milagros, comenzó a reunir seguidores y el monasterio pronto floreció. El monasterio atrajo a los campesinos cercanos que comenzaron a establecer una pequeña comunidad alrededor de la iglesia.
Esta comunidad finalmente se convirtió en la ciudad de Saint-Seine-l'Abbaye. Sequanus murió alrededor del 580 el 19 de septiembre y fue enterrado en la Abadía de Saint-Seine. Sus reliquias fueron robadas durante la Revolución Francesa y se presume que fueron destruidas.
San Gregorio de Tours, en su libro Gloria de los confesores (Cap. 86), escribe sobre su gracia milagrosa:
"Sequanus, un abad en el territorio de Langres, era un hombre de gran poder. Mientras estaba vivo, a menudo liberaba a los hombres del vínculo de la obligación diabólica; después de su muerte, por sus propios méritos en su tumba, permitió a los hombres que estaban atados por la cadena de una prisión para partir como hombres libres.
El rey Guntramn [561-592] perdió un cuerno que había sido robado. Con el sonido de este cuerno se había acostumbrado a recoger sus sabuesos molosos o esparcir manadas de [ciervos] en el bosque. Este robo [lo hizo] encadenar a muchos hombres y privar a algunos hombres de sus posesiones.
Frescos de a vida de Saint Seine |
Tres de estos hombres buscaron el santuario del confesor
antes mencionado. Cuando el rey Guntramn se enteró, ordenó que los
hombres fueran atados con cadenas y grilletes. Así se hizo. En medio de la noche apareció en la iglesia una luz más brillante que la luz humana.
Los tornillos de los grilletes de hierro de sus pies se rompieron, los eslabones de las cadenas se rompieron, y los cautivos fueron liberados. El rey se aterrorizó cuando escuchó esto, y rápidamente les otorgó el poder de una libre elección".
Su vida estuvo representada en una serie de frescos de dos filas de 21 cuadros pintados en la pared de la iglesia abacial de la Abadía de Saint-Seine en 1504. Muy dañados durante la Revolución, fueron restaurados; fueron clasificados como monumentos históricos en 1908.
San Secuano o Seine, Abad (c. 580 p.c.)
De las Vidas de los Santos de A. Butler,
Este santo monje nació en la pequeña localidad de Mesmont, en Borgoña. Durante algún tiempo vivió solitario en los bosques de Verrey-sous-Drée, en una choza que él mismo construyó con troncos y ramas. Se afirma que ningún día probaba bocado hasta haber recitado el salterio completo. El obispo de Langrés lo elevó al sacerdocio cuando el santo era todavía muy joven.
Como consecuencia de aquella temprana ordenación, fue víctima de las oposiciones y aun de las persecuciones de algunos miembros del clero y, para escapar a ellas, tomó la prudente medida de ponerse a las órdenes y bajo la dirección del santo abad Juan, que gobernaba el monasterio de Réomé. Ahí se perfeccionó en el estudio de las Sagradas Escrituras y en la práctica de todas las virtudes religiosas. Al cabo de algún tiempo, construyó un monasterio en los bosques de Segestre, cerca de las fuentes del río Sena, y los monjes que vivieron ahí contribuyeron en gran medida a civilizar a los pobladores de la comarca que, según se dice, practicaban el canibalismo.
La aldea que con el tiempo se construyó en torno a la abadía, llevó el nombre de Saint-Seine en honor del fundador. La disciplina regular que estableció éste en el monasterio, le dio mucha fama y atrajo a numerosos discípulos. Dios le otorgó la gracia de obrar milagros. En los martirologios más antiguos se le menciona con el nombre de San Sigón.**
NOTAS:
* Su nombre original era Sigo, que luego de su muerte cambió a Seine. Esto se debe a que su abadía estaba ubicada en la zona de donde nace el río Sena. Sequanus es su nombre en latín.
** En el Hieronymianum se conmemora a San Secuano con estas palabras: "depositio sancti Sigonis, presbiteri et confessoris", pero San Gregorio de Tours, que habla de él en época todavía más antigua, le llama "Sequanus". Hay una biografía anónima impresa en el Acta Sanctorum, sept. vol. VI, pero su valor histórico es muy relativo.
Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com, Vidas de los Santos de A. Butler, en.wikipedia.org