domingo, 15 de septiembre de 2024

San Porfirio el Mimo

Versos:
"Persuadi
do para burlarse del bautismo, burlas el error, siendo limpiado Porfirio, y decapitado por la espada".


San Porfirio fue actor en tiempos del emperador Juliano el Apóstata (361-363). En el transcurso de la celebración de su cumpleaños, el Emperador persuadió a Porfirio para que imitara y se burlara de los Misterios Cristianos, específicamente del Santo Bautismo.

Entonces, Porfirio entró en una pila con agua y gritó: "El siervo de Dios Porfirio es bautizado en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Y sumergido en el agua, salió y se vistió con la túnica blanca del recién iluminado, gritando:

 "¡Ahora soy cristiano!".

Aunque al principio todos pensaron que lo decía en broma, su acto y su confesión provocaron un cambio en Porfirio, pues fue tocado por la gracia de Dios, y llegó a creer verdaderamente en Cristo, cuyo nombre confesó valientemente ante el Emperador y todos los espectadores. Por eso se ordenó decapitar a Porfirio, sellando así con su sangre su audaz confesión y completando su acto.







Este San Porfirio puede ser la misma persona que San Porfirio el Actor, que se convirtió de la misma manera bajo el emperador Aureliano (c. 270) y se celebra el 4 de noviembre. Sin embargo, dado que se dan dos fechas diferentes y se componen dos versos yámbicos iniciales diferentes, deben permanecer distinguidos como dos personas distintas.


Una reflexión de San Nikolai Velimirovich

"Dios no puede ser burlado" (Gálatas 6:7). Dios castiga a los burladores para corregirlos o los convierte en aquello de lo que se habían burlado. Inicialmente, San Porfirio era famoso entre los paganos como un burlador del cristianismo. En una ocasión, se estaba burlando del Misterio cristiano del Bautismo ante el emperador Juliano el Apóstata y su séquito. Pero sucedió algo totalmente inesperado. Cuando Porfirio se sumergió en el agua y pronunció las palabras del bautismo en nombre de la Santísima Trinidad, su espíritu cambió repentinamente y se convirtió en un verdadero cristiano. 






En lugar de burlarse de la fe cristiana, comenzó a denunciar al emperador por su idolatría impura, por lo que fue torturado y decapitado. Algo similar le sucedió al comediante Ginés (Genesio, Gennesus), probablemente en la época de Diocleciano. Este Género parodiaba la Divina Liturgia cristiana ante una multitud de paganos, divirtiéndolos con sus burlas y ocurrencias. De repente, cambió y gritó ante la gente: "Creo y deseo ser bautizado". Al principio, los espectadores pensaron que sus palabras eran parte de su farsa, pero él repitió su declaración de fe en Cristo. Cuando Ginés permaneció firme en su nueva fe, incluso cuando fue interrogado por la corte y el propio emperador, fue torturado y asesinado. Así, el burlador de Cristo se convirtió en mártir de Cristo.


 


Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com, synaxarion.gr 

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