Durante una visita al Monasterio de Ratsk por San Máximo, Metropolitano de Kiev y Toda Rusia (6 de diciembre de 1306), San Pedro le obsequió con este icono. El metropolitano se lo llevó a Vladimir en Klyazma, donde se encontraba entonces su catedral.
Tras la muerte de San Máximo, el abad Gerontius, que deseaba convertirse en el nuevo metropolitano, tenía la intención de llevar este icono al Patriarca Atanasio de Constantinopla (24 de octubre). Sin embargo, el viaje del abad Gerontius se retrasó debido a una terrible tormenta en el mar. Durante esta tormenta, la Santísima Theotokos se le apareció y le dijo: "El oficio de obispo no te será conferido a ti, sino al que pintó mi Icono".
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| Icono de la Madre de Dios de San Pedro de Moscú |
Cuando compareció ante el patriarca Atanasio, San Pedro ya estaba en Constantinopla y había sido consagrado metropolitano. El Patriarca entregó el icono a San Pedro con las palabras: “Toma el santo icono de la Madre de Dios, que pintaste con tus propias manos, por eso la Siempre Virgen misma te ha otorgado este regalo, y ella predijo tu camino... "
San Pedro llevó el icono a Vladimir, y cuando la catedral metropolitana fue transferida a Moscú en el año 1325, el icono fue colocado en la Catedral de la Dormición sobre la mesa de oblación.
Fuentes consultadas: oca.org, saint.gr
