Era de la ciudad de Hermópolis que está en Egipto. Detenido por su fe cristiana, fue llevado a juicio y se presentó ante el gobernante de allí, quien lo instó a negar a Cristo. Incapaz de ser persuadido, fue puesto en una prisión oscura y muy sucia. A los pocos días fue sacado de la cárcel, lacerado con hierro, luego crucificado y todo su cuerpo golpeado. Después de esto fue tendido sobre el potro, y también le quemaron los costados, abrasándole también su pecho con barras de hierro al rojo vivo.
Después de esto lo colocaron en un horno ardiendo, donde dejaron al santo por tres días, siendo mantenido ileso por la gracia de Dios. Luego fue le obligaron a consumir una bebida envenenada, la cual no tuvo ningún efecto. Mediante este milagro, trajo a la fe de Cristo al que preparó el veneno mortal. Por esto fue condenado a recibir del Señor la corona del martirio. Acto seguido fueron cortados los tendones del mártir y lo pusieron en un caldero de fuego. Luego le arrancaron el cuero cabelludo y finalmente fue decapitado, y así el bendito recibió la corona inmarcesible del martirio. *
NOTA:
* Este santo también se celebra el 8 de febrero, donde se dice que sufrió el martirio con sus hermanas Marta y María.
Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com, synaxarion.gr