"Antes de morir Eusquemo, dijo como Pablo: Camina con nobleza como en el día".
Este Santo vivió en tiempos de los iconoclastas. Desde la infancia fue bien educado y alcanzó la madurez perfecta, convirtiéndose en un templo ungido del Espíritu Santo. Después de convertirse en monje, fue elevado al alto oficio del sacerdocio y se llenó de la gracia de Dios. Herido con celo divino, avergonzó a los sacerdotes iconoclastas heréticos, obrando anecdóticos milagros.
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| Situación del Mar de Mármara |
Un bebé muerto que era sostenido por su madre, fue levantado por sus oraciones y devuelto a la vida. Incluso se volvió temible para las fieras, porque solo con su orden podía hacerlas huir, cuando devoraban los brotes de verduras.
Fue encerrado en prisión por los iconoclastas, porque veneraba a los iconos venerados y santos. Con sus enseñanzas, persuadió a quienes lo custodiaban a venerar los santos iconos.
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| Situación de Lámpsaco |
Y tan maravilloso resultó ser esto, que mientras el Santo estaba preso y exiliado, cuidaba de los pobres, mostrándoles misericordia según su fuerza. Su vida llegó a su fin en paz, y después de la muerte no dejó de ser un benefactor a través de sus infinitos milagros, a quienes se le acercaron fielmente, rociando a todos los enfermos con su gracia.
NOTAS:
* San Nicodemo del Monte Atos escribe al respecto: "Por tanto, los sacerdotes deben hacer referencia al nombre de este San Eusquemo, cuando lean en los cultivos las oraciones de San Trifón".
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Campeón de la ortodoxia, maestro de la pureza y del verdadero culto, el iluminador del universo y el adorno de los jerarcas: sabio padre Eusquemo tus enseñanzas han brillado con luz sobre todas las cosas. Intercede ante Cristo Dios para salvar nuestras almas.
Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com, oca.org, wikipedia.org
