sábado, 21 de octubre de 2023

Traslado de las santas reliquias de San Cristódulo el Milagroso de Patmos (1094)

Nuestro Venerable Padre Cristódulo nació en 1020 en Nicea de Bitinia y se convirtió en monje a una edad temprana en el Monte Olimpo de Bitinia.
Desde allí vivió una vida monástica y estableció monasterios en Palestina, Monte Latros, Licea y Kos. En 1080 dejó Kos y se dirigió a Patmos, donde estableció el Monasterio de San Juan el Teólogo en 1088. En 1092 abandonó Patmos debido a las sucesivas incursiones sarracenas y se refugió con sus compañeros en la zona de Limni en el norte de Evia.
 
 





 
 
Mientras estuvo en Evia, una tradición dice que San Cristódulo se quedó en la casa de un hombre rico que permitió que se convirtiera en un monasterio durante el corto tiempo que permaneció allí, mientras que otra tradición dice que encontró una cueva para quedarse en la parte occidental de Limni. Fue allí donde escribió su Última Voluntad y Testamento. Antes de su reposo, aconsejó a sus compañeros que llevaran su cuerpo de regreso a Patmos una vez que las incursiones sarracenas cesasen y los viajes por mar fueran seguros. El 16 de marzo de 1093 reposó en paz en Evia.
 






 
No pasó mucho tiempo antes de que se cumpliera el deseo del Santo, y los mares se calmaron por las incursiones piratas. Mientras los monjes se preparaban para trasladar la reliquia del Santo a Patmos, los residentes locales se reunieron para evitarlo, pues el Santo era para ellos una fuente de consuelo, gracia y curación y llegaron a amar su presencia entre ellos. Por esta razón los monjes escaparon en secreto por la noche, escapando de la atención de los guardias, llevando el cuerpo de su Santo Anciano sobre sus hombros hasta el bote. Su cuerpo fue trasladado a Patmos el 21 de octubre de 1094 y fue recibido con mucha celebración. 
 
 







Se colocó en un sarcófago de mármol en el lado derecho del nártex del monasterio, donde los monjes construyeron una capilla para el Santo. Más tarde, sus reliquias milagrosas fueron colocadas en un santuario plateado, que data de 1796, y sigue siendo una fuente de curación, consuelo y apoyo para quienes llegan con fe y reverencia.



Apolitiquio tono 2º

Tú apagaste el ardor de las pasiones con el fluir de tus lágrimas, oh padre Cristódulo. Oramos con fe: líbranos de las pasiones y los males, porque intercedes incesantemente por nosotros.

Condaquio tono 4º

Regocijándose por el regreso de tus honorables reliquias, tu rebaño te clama con fe: Has venido, has aparecido, mi guardián y libertador, oh santo Cristódulo.
 
 



Fuentes consultadas: mystagogyresourcecenter.com, orthodoxwiki.org

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