Desde muy joven, este santo se entregó a la vida ascética, y a través de la sobriedad y la oración meticulosa, expulsó de su alma la mente carnal. Así brilló como el sol radiante, e iluminó a aquellos que estaban oscurecidos por sus pasiones y las artimañas de los demonios. Y no solo hizo milagros extraordinarios en esta vida presente, sino que después de partir al Señor, realiza una cantidad cada vez mayor de milagros y curaciones para aquellos que se acercanan a él con fe. Estas palabras se pueden confirmar en su cueva, donde se pueden encontrar sus honorables reliquias. **
San Lámpado el Taumaturgo de Irenopolis ( izq.)) |
* Lámpado, del gr. "Λαμπαδός", [Lampadós], del verbo "λάμπω", [lámbo] iluminar,brillar. Es decir, aquel que ilumina, que brilla.
** No se sabe mucho más sobre San Lambados además de lo que está escrito aquí, aunque en fuentes eslavas se ha conservado que vivió y fue sepultado en Irenopolis de Isauria alrededor del siglo X.
Apolitiquio tono 4º
Desde la infancia que llevaste, una vida igual a la de los ángeles, tus obras brillaron, dando un carácter radiante, revelando tu perfección; con tu desapego, ganaste brillo, desatando las pasiones de la noche, Lámpado portador de Dios, de aquellos que se acercan a ti con anhelo, Padre, por tus intercesiones.
Condaquio tono 4º
Como una lámpara brillaste en el ascetismo, bendito Lámpado, otorgando luz a todos aquellos que con elogios gritan: Alégrate Venerable, adorno inspirado divinamente.
Megalinario
Al brillar en el mundo a través de tus virtudes, desatas las corrupciones del alma y las enfermedades de la oscuridad, y como alguien que emite luz, con la luz que brilla desde arriba, Oh Lámpado, guía nuestras vidas hacia la excelencia.
Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com, synaxarion.gr, diakonima.gr, saint.gr