Versos:"La fruta fragante de una raíz podrida, la venerada Antusa se desvaneció de la tierra y la vida".
La santa princesa Antusa de Constantinopla era hija del emperador iconoclasta Constantino V, llamado Coprónimo (741-775) y su tercera esposa, Eudokia. Ella y su hermano gemelo, el futuro emperador León IV el Jázaro (775-780), nacieron el 25 de enero de 756 o 757.
Constantino V había torturado previamente a la santa abadesa Antusa de Mantineon (27 de julio) porque veneraba a los iconos sagrados. Durante una campaña en Paflagonia, la trajo ante él nuevamente, prometiéndole tormentos aún más severos si no se volvía a su forma de pensar. Sin embargo, se mantuvo firme en la defensa de los iconos. Constantino le dijo que su esposa estaba teniendo dificultades en su embarazo, y él le pidió que rezara por la emperatriz. Ella accedió a hacerlo, y le dijo que su hijo y su hija nacerían a salvo, e incluso habló sobre su vida futura.
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La hija de la emperatriz Eudokia recibió el nombre de Antusa, en acción de gracias por la entrega segura de los gemelos. Cuando se cumplió la predicción de San Antusa de Mantineon, se le permitió regresar a su convento, donde murió a una edad avanzada.
Cuando la joven Antusa creció, el emperador comenzó a instar a su hija a casarse. Pero desde su juventud, Antusa anhelaba el monacato y se negó a considerar sus sugerencias. Después de la muerte de su padre en 775, esta fruta fragante de pútrida raíz compartió sus posesiones con los pobres y usó su riqueza para adornar muchas iglesias y financiar organizaciones de caridad. Se convirtió en madre de huérfanos y también protectora de viudas. Se dedicó por completo a una vida de piedad, ofreciendo constantemente oraciones al Señor y leyendo las Sagradas Escrituras.
Cuando la joven Antusa creció, el emperador comenzó a instar a su hija a casarse. Pero desde su juventud, Antusa anhelaba el monacato y se negó a considerar sus sugerencias. Después de la muerte de su padre en 775, esta fruta fragante de pútrida raíz compartió sus posesiones con los pobres y usó su riqueza para adornar muchas iglesias y financiar organizaciones de caridad. Se convirtió en madre de huérfanos y también protectora de viudas. Se dedicó por completo a una vida de piedad, ofreciendo constantemente oraciones al Señor y leyendo las Sagradas Escrituras.
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La devota emperatriz Irene (780-802), esposa de León IV el Jázaro, miró a Antusa con amor y estima y la invitó a ser corregente. Antusa, sin embargo, no deseaba ningún honor mundano. Como vivía en el palacio, vestía ropa acorde con su posición como hija del emperador, pero debajo de sus galas llevaba una gruesa prenda de cilicio. Como asceta en el palacio, tenía una dieta estricta y solo bebía agua. Deseando una vida de ascetismo solitario, Antusa ingresó al Monasterio de Santa Eutimia y recibió la tonsura monástica de San Tarasio, el Patriarca de Constantinopla (25 de febrero).
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Ella fundó el Monasterio Eumeneia o Homonoia en Constantinopla, que era conocido por su estricta forma de vida.
Santa Antusa fue un ejemplo de humildad para las otras monjas. Hacía un trabajo duro, limpiaba la iglesia y llevaba agua. Nunca se sentaba a la mesa durante las comidas, sino que servía a las hermanas. Se aseguraba de que nadie saliera del monasterio necesitado. La asceta humilde y gentil vivió hasta los cincuenta y dos años, y murió pacíficamente en 808 o 809.
Fuentes consultadas: saint.gr, synaarion.gr, diakonima.gr, antexoume.wordpress.com
