Versos:"Jristos fue decapitado por amor al Señor, y observó ser un jardinero en la tierra del Edén".
Por San Nikodemo el Hagiorita.
Jristos nació en Albania. Cuando tenía cuarenta años, viajó a la reina de las ciudades, Constantinopla, y allí se convirtió en jardinero. Un día, mientras vendía manzanas en el mercado, acordó venderle a un turco todas sus manzanas. Pero luego se produjo una discusión entre ellos sobre el precio de la venta.
El vengativo turco, por malicia, calumnió al cristiano. Le acusó de que deseaba convertirse en musulmán. El turco, por lo tanto, no solo llevó a Jristos a la fuerza ante el juez, sino que también proporcionó testigos falsos ante el tribunal. Atestiguaron que Jristos realmente quería convertirse en musulmán.
El juez interrogó al acusado sobre la acusación.
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Él respondió con gran coraje: "Soy cristiano. Nunca pronuncié algo así sobre convertirme al Islam. Es imposible para mí abandonar mi fe ortodoxa, aunque sufriera mil males".
Después de esta escena de la corte, el juez ordenó que el mártir fuera severamente azotado. Entonces fue atado y le dieron un golpe en la cabeza, lo que le causó una gran herida y derrame de sangre. Jristos fue enviado a la cárcel, donde sus pies fueron presionados en cepos. En ese momento, el sabio monje Kaisarios Dapontes estaba en esa cárcel por razones políticas (fue él quien registró este martirio). Cuando vio al mártir apresado en esos cepos, intentó consolarlo. El monje tuvo éxito en liberar secretamente a Jristos de las ataduras.
Después de esta escena de la corte, el juez ordenó que el mártir fuera severamente azotado. Entonces fue atado y le dieron un golpe en la cabeza, lo que le causó una gran herida y derrame de sangre. Jristos fue enviado a la cárcel, donde sus pies fueron presionados en cepos. En ese momento, el sabio monje Kaisarios Dapontes estaba en esa cárcel por razones políticas (fue él quien registró este martirio). Cuando vio al mártir apresado en esos cepos, intentó consolarlo. El monje tuvo éxito en liberar secretamente a Jristos de las ataduras.
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Le ofreció comida a Jristos, diciendo: "Come y fortalécete a ti mismo".
El mártir sacudió la cabeza, sin querer comer, y dijo: "¿Por qué debería comer? No espero vivir. Por lo tanto, podría morir por mi hambre y sed por Cristo". El mártir le dio al monje una lima de metal, que tenía en el cinturón. Le rogó que lo ofreciera a la Iglesia, para que los sacerdotes realizaran Liturgias Divinas y lo conmemoraran después de su muerte.
Ese mismo día, los turcos sacaron al mártir de la cárcel y le sesgaron la cabeza. Así, el bendito recibió la corona del martirio el día 12 de febrero, en el año 1748. ¡Gloria a Jesucristo por los siglos! Amén.
(Aunque este relato está tomado del Nuevo Martirologio de San Nicodemo del Monte Atos, el autor original fue el monje Kaisarios Dapontes, un notable autor y poeta, que vivió entre 1714 y 1784).
El mártir sacudió la cabeza, sin querer comer, y dijo: "¿Por qué debería comer? No espero vivir. Por lo tanto, podría morir por mi hambre y sed por Cristo". El mártir le dio al monje una lima de metal, que tenía en el cinturón. Le rogó que lo ofreciera a la Iglesia, para que los sacerdotes realizaran Liturgias Divinas y lo conmemoraran después de su muerte.
Ese mismo día, los turcos sacaron al mártir de la cárcel y le sesgaron la cabeza. Así, el bendito recibió la corona del martirio el día 12 de febrero, en el año 1748. ¡Gloria a Jesucristo por los siglos! Amén.
(Aunque este relato está tomado del Nuevo Martirologio de San Nicodemo del Monte Atos, el autor original fue el monje Kaisarios Dapontes, un notable autor y poeta, que vivió entre 1714 y 1784).
