Cuando falleció su amado esposo, de manera inesperada, ella se quedó completamente sola en la tarea de educar a 5 niños y sin la ayuda de nadie.
Sin embargo, ella no se alarmó ya que sabía que el Señor la ayudaría a superar cada uno de los obstáculos que se presentasen en su camino. Nacida alrededor del 240 en el Reino de Arabia (Siria en nuestros días), la Venerable Teodota fue una madre piadosa cristiana cuya fe en Jesús Cristo no podía ser quebrada. A pesar de las grandes dificultades que ella enfrentó como madre viuda, la amorosa Teodota no sólo se las manejó para educar exitosamente a sus hijos, sino que también educó a los cinco tanto en la Sagrada Escritura como en las Enseñanzas de la Santa Iglesia.
Sin embargo, ella no se alarmó ya que sabía que el Señor la ayudaría a superar cada uno de los obstáculos que se presentasen en su camino. Nacida alrededor del 240 en el Reino de Arabia (Siria en nuestros días), la Venerable Teodota fue una madre piadosa cristiana cuya fe en Jesús Cristo no podía ser quebrada. A pesar de las grandes dificultades que ella enfrentó como madre viuda, la amorosa Teodota no sólo se las manejó para educar exitosamente a sus hijos, sino que también educó a los cinco tanto en la Sagrada Escritura como en las Enseñanzas de la Santa Iglesia.
La crianza de sus hijos fue clave modelando la vida de dos de ellos: los santos trabajadores maravillosos y no-mercenarios, Cosme y Damián. Ambos hombres llegarían a ser posteriormente grandes santos de la Iglesia mientras pasaron su vida como doctores y misioneros del Santo Evangelio de Jesucristo.
"Η ΑΓ'ΙΑ ΘΕΟΔΌΤΗ", [I Ayía Zeodóti] LA SANTA TEODOTA (junto a sus hijos los Santos Anárguiros Cosme y Damián) |
Ambos, Cosme y Damián, reflejaban claramente el profundo amor que tenía su madre por ellos sanando a los enfermos y expulsando a los demonios. Sin embargo, ellos siempre se rehusaron a recibir cualquier tipo de retribución por sus compasivas acciones. Debido a que nunca usaron sus habilidades médicas recibidas por Dios, así como su vasto conocimiento en el uso de hierbas medicinales para obtener ganancias, la Santa Iglesia les dio a estos hermanos altruistas el título de “los que se rehusaron a ser Mercenarios.” *
El legado espiritual que la Venerable Teodota les dejó a sus dos hijos-médicos los ayudó a que ellos realizasen numerosos milagros al tiempo que convertían al Cristianismo a cientos de sus pacientes en el transcurso de los años. En uno de esos milagros se cuenta el de un granjero que se había tragado una serpiente mientras dormía bajo un árbol (la víbora había reptado hasta su boca cuando él roncaba) quien rezó fervientemente a los dos santos y luego se sintió muy feliz cuando el reptil salió inmediatamente de su cuerpo adolorido.
Debido a la fiel y piadosa maternidad que les proveyó a sus hijos en el mundo de la Antigua Siria, la Venerable Teodota es recordada con especial cariño el dos de Enero de cada año. Su vida nos muestra como las tareas más simples y ordinarias (tal como es el cuidado de los hijos) –cuando se realizan con fe en Dios y con amor por los demás- pueden ser una magnífica oportunidad para servir al Dios Todopoderoso. Educando bien a sus hijos Santa Teodota se aseguró de que ellos puediesen tener unas vidas vividas con piadosa virtud que complaciesen sin cesar al Padre Santo.
El legado espiritual que la Venerable Teodota les dejó a sus dos hijos-médicos los ayudó a que ellos realizasen numerosos milagros al tiempo que convertían al Cristianismo a cientos de sus pacientes en el transcurso de los años. En uno de esos milagros se cuenta el de un granjero que se había tragado una serpiente mientras dormía bajo un árbol (la víbora había reptado hasta su boca cuando él roncaba) quien rezó fervientemente a los dos santos y luego se sintió muy feliz cuando el reptil salió inmediatamente de su cuerpo adolorido.
Debido a la fiel y piadosa maternidad que les proveyó a sus hijos en el mundo de la Antigua Siria, la Venerable Teodota es recordada con especial cariño el dos de Enero de cada año. Su vida nos muestra como las tareas más simples y ordinarias (tal como es el cuidado de los hijos) –cuando se realizan con fe en Dios y con amor por los demás- pueden ser una magnífica oportunidad para servir al Dios Todopoderoso. Educando bien a sus hijos Santa Teodota se aseguró de que ellos puediesen tener unas vidas vividas con piadosa virtud que complaciesen sin cesar al Padre Santo.
Según la mayoría de los historiadores de su época Santa Teodota llevó una vida larga y apacible antes de volver a las manos del Señor alrededor del año 320. Ella murió sólo algunos años antes de que se iniciase el tan importante Concilio de Nicea (325), durante el cual se articularon las doctrinas teológicas fundamentales de la Santa Iglesia (conocidas como el Credo de Nicea) por los Padres Conciliares.
"'Ο ΆΓΙΟΣ ΚΟΣΜΆΣ ό Ανάργυρος, Ή ΑΓΊΑ ΘΕΟΔΌΤΗ ή μήτηρ αυτών, Ό ΆΓΙΟΣ ΔΑΜΙΑΝΌΣ ό ανάργυρος" EL SANTO COSME el Anárguiro, LA SANTA TEODOTA la madre de ellos, EL SANTO DAMIÁN el Anárguiro |
Sin embargo, la Venerable Teodota no necesitó una “doctrina” para vivir los valores espirituales del cristianismo. Como una humilde mujer que pasó sus días luchando para encontrar comida suficiente con la cual alimentar a sus hijos, esta mujer piadosa siria actuó con amor y devoción cada día de su vida.
No se contentó con atender meramente las necesidades materiales de sus retoños, sino que también encontró la fortaleza para enseñarles en el corazón las grandes verdades del Santo Evangelio de Jesucristo. Esas verdades estaban basadas en dos ideas muy simples: Debemos amar totalmente a Dios y debemos amar a nuestro prójimo tanto como nos amamos a nosotros mismos.
Por el hecho de que ella actuó con amor y compasión en cada cosa que hacía la Venerable Teodota ha llegado a ser un luminoso ejemplo del mensaje sanador de Dios para la humanidad. De la misma manera como ella amó y protegió a sus hijos cuando se encontraban bajo su cuidado, de esa misma manera el Dios Todopoderoso nos mira cuidadosamente a cada uno de nosotros.
No se contentó con atender meramente las necesidades materiales de sus retoños, sino que también encontró la fortaleza para enseñarles en el corazón las grandes verdades del Santo Evangelio de Jesucristo. Esas verdades estaban basadas en dos ideas muy simples: Debemos amar totalmente a Dios y debemos amar a nuestro prójimo tanto como nos amamos a nosotros mismos.
Por el hecho de que ella actuó con amor y compasión en cada cosa que hacía la Venerable Teodota ha llegado a ser un luminoso ejemplo del mensaje sanador de Dios para la humanidad. De la misma manera como ella amó y protegió a sus hijos cuando se encontraban bajo su cuidado, de esa misma manera el Dios Todopoderoso nos mira cuidadosamente a cada uno de nosotros.
NOTA:
*Este término procede del griego antiguo “ανάργυρος”, [anárguiros], «sin dinero». Fue utilizado para denominar a cada uno de los Santos, los cuales curaban a los enfermos sin recibir dinero. También son conocidos como inmercenarios. Estos santos Cosme y Damián, hijos de Teodota, no se deben confundir con:
- Los Santos Cosme y Damián de Roma, martirizados por lapidación por su propio maestro (257 d.C.), en los tiempos del emperador Carino. Celebramos su memoria el 1 de Julio.
- Los Santos Cosme, Damián, Leoncio, Áncimo y Euprepio (o Eutropio), cinco hermanos carnales de Arabia. Fueron martirizados y decapitados durante las persecuciones del emperador Diocleciano (284-305). Su memoria celebramos el 17 de Octubre.
Apolitiquio tono 3º
Habiendo dado a luz a los que se rehusaron a ser Mercenarios, Oh Piadosa Teodota, te regocijaste en el servicio a Cristo en la tarea que se te encomendó. Por eso, Oh santa, intercede por nosotros para seamos salvados del espíritu de descontento del mundo y que a través de la misericordia de Dios seamos encontrados dignos de la salvación eterna.
Contaquio tono grave
Con gozo instruiste a tus hijos en la Fe salvadora, Oh santa Teodota, enseñándoles a que obedezcan en todas las cosas los mandatos del Evangelio de Cristo, llegando a ser médicos y mensajeros de la salvación. Todo el honor y gloria te lo debemos por lo que cantamos: Aleluya.