Versos:
"Los pastores dejaron atrás su propio rebaño, apresurándose para ver a Cristo el Buen Pastor".
En este día, conmemoramos a los pastores que contemplaron al Señor.
En esta región apacentaba David los ganados de su padre cuando fue ungido por Samuel (cfr. 1 S 16, 1-13) y, tres generaciones antes, su bisabuela Rut espigaba los campos de trigo y cebada detrás de los segadores de Booz (cfr. Rt 2, 1-17). Siglos después, cuando se cumplió el momento de la venida del Hijo de Dios a la tierra, allí tuvo lugar el primer anuncio del nacimiento de Jesús:
Apolitiquio tono 4
Tu Natividad, Cristo nuestro Dios, ha hecho que la luz del conocimiento amanezca en el mundo, porque por ella a los que adoraban las estrellas se les enseñó una estrella para venerarte, el Sol de la justicia, y conocerte la Fuente del Día desde lo alto. Señor, gloria a ti.
Condaquio tono 3
Hoy la Virgen da a luz a Aquel que es sobre todo ser, y la tierra le ofrece la Cueva a la que nadie puede acercarse; Los ángeles con los pastores dan gloria, y los magos viajan con una estrella; para nosotros ha nacido un niño pequeño: Dios eterno.
Oikos
Belén ha abierto el Edén, venid, veamos;
Hemos encontrado deleite en secreto, venid a recibirlo
Las alegrías del paraíso dentro de la cueva;
Allí ha aparecido la raíz no regada cuya flor es el perdón,
Se ha encontrado el pozo no cavado
Del cual David una vez quiso beber;
Allí una virgen ha dado a luz un bebé
Y a la vez ha saciado la sed de Adán y David.
Por eso apresurémonos a este lugar donde ha nacido
Un niño pequeño: Dios eterno.
"Los pastores dejaron atrás su propio rebaño, apresurándose para ver a Cristo el Buen Pastor".
En este día, conmemoramos a los pastores que contemplaron al Señor.
En esta región apacentaba David los ganados de su padre cuando fue ungido por Samuel (cfr. 1 S 16, 1-13) y, tres generaciones antes, su bisabuela Rut espigaba los campos de trigo y cebada detrás de los segadores de Booz (cfr. Rt 2, 1-17). Siglos después, cuando se cumplió el momento de la venida del Hijo de Dios a la tierra, allí tuvo lugar el primer anuncio del nacimiento de Jesús:
“Había unos pastores por aquellos contornos, que dormían al
raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche. De improviso un ángel
del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de luz. Y se
llenaron de un gran temor. El ángel les dijo: -No temáis. Mirad que vengo a
anunciaros una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: hoy os ha nacido,
en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor; y esto os
servirá de señal: encontraréis a un niño envuelto en pañales y reclinado en un
pesebre” (Lc 2, 8-12).
Aunque el relato evangélico no permite identificar con certeza el lugar de aquella aparición, los cristianos enseguida la situaron en un paraje a unos dos o tres kilómetros al este de Belén, donde hoy se encuentra el pueblo de Bet Sahur: “la casa de los vigías”. San Jerónimo lo menciona (cfr. San Jerónimo, Epistola CVIII. Epitaphium Sanctae Paulae, 10), asociándolo al emplazamiento bíblico llamado Migdaléder -“la torre de Ader” o “del rebaño”-, donde Jacob estableció su campamento tras la muerte de Raquel (cfr. Gn 35, 21).
Los ángeles y los pastores. (Lucas 2, 8-20)
8 Había pastores en la misma región, que velaban y
guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la
gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os
doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un
Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto
en pañales, acostado en un pesebre.
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud
de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14 !Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
Tu Natividad, Cristo nuestro Dios, ha hecho que la luz del conocimiento amanezca en el mundo, porque por ella a los que adoraban las estrellas se les enseñó una estrella para venerarte, el Sol de la justicia, y conocerte la Fuente del Día desde lo alto. Señor, gloria a ti.
Condaquio tono 3
Hoy la Virgen da a luz a Aquel que es sobre todo ser, y la tierra le ofrece la Cueva a la que nadie puede acercarse; Los ángeles con los pastores dan gloria, y los magos viajan con una estrella; para nosotros ha nacido un niño pequeño: Dios eterno.
Oikos
Belén ha abierto el Edén, venid, veamos;
Hemos encontrado deleite en secreto, venid a recibirlo
Las alegrías del paraíso dentro de la cueva;
Allí ha aparecido la raíz no regada cuya flor es el perdón,
Se ha encontrado el pozo no cavado
Del cual David una vez quiso beber;
Allí una virgen ha dado a luz un bebé
Y a la vez ha saciado la sed de Adán y David.
Por eso apresurémonos a este lugar donde ha nacido
Un niño pequeño: Dios eterno.
Fuentes consultadas: synaxarion.gr, biblegateway.com, primeroscristianos.com, saint.gr