Versos:
Estas tres mujeres, una madre y sus dos hijas, fueron
conmemoradas en homilías por Eusebio de Emesa * y San Juan Crisóstomo **, a
partir de las cuales recibimos información sobre sus vidas y sus martirios.
Durante la persecución bajo Diocleciano en el año 302 d.C., Dominica, para
escapar de la persecución, huyó de Antioquía con sus dos hijas, Verónica y Prosdoquía
***, y se refugió en la ciudad de Edesa del Norte de Mesopotamia.
En Edesa, el esposo de Dominica y el padre de sus hijas,****
que era un pagano celoso, las persiguió junto con una banda de soldados. Fueron
capturadas y las llevadas a Hierápolis, ciudad cerca de la cual fluía un río.
Mientras los soldados comían y bebían junto a dicho río , ellas entraron
secretamente al río y se entregaron a las corrientes. De pie en medio del río,
con sus hijas una a cada lado de ella, después de rezar, Dominica se bajó a sí
misma y a sus hijas al río, y se ahogaron, o más bien fueron bautizadas en una
nueva vida por su madre.
Así se ayudó a sí misma y especialmente a sus hijas
vírgenes a escapar de ser corrompidas por los soldados borrachos.
Como dice Crisóstomo: "No tenía miedo a la tortura,
sino a los ojos lujuriosos de los incrédulos. No temía que alguien pudiera
perforarle las costillas, pero temía que alguien pudiera destruir la virginidad
de sus hijas".
San Juan Crisóstomo |
Crisóstomo explica además: "[Dominica] soportó torturas
mucho mayores en el río [de las que tendría en la corte]. Mi punto de vista,
como comencé a decir, es que fue realmente mucho más cruel y doloroso que ver
carne flagelada, ahogar sus propias entrañas, quiero decir sus hijas, por su
propia mano, y verlas sofocarse, y requirió una filosofía mucho mayor que
soportar torturas para que ella tuviera la capacidad de agarrar las manos
derechas de sus hijas y arrastrarlas junto con ella por las corrientes del río,
porque no era lo mismo en términos de dolor ver que [sus hijas] sufrían mucho a
manos de otros y que ella misma actuaba como la sirvienta de la muerte, que
ella misma promover su fin, que se enfrentándose a sus hijas en lugar de un verdugo
".
Santa Mártir Dominica, madre de Verónica y Prosdoquía. Menologio Basilio II. |
Y Eusebio concluye su sermón con la siguiente exhortación:
"Estos son los holocaustos, los sacrificios, éstas son las madres e hijas
de la Iglesia, los buenos tesoros, los tesoros más bellos, los honrados
milagros. Hombres, no deseen ser mejores que las mujeres. Mujeres, no deseen
que sus hermanas las dejen atrás".
Crisóstomo nos informa además que sus féretros y sus
reliquias estaban en Antioquía, y exhortó a sus oyentes a ir a sus tumbas a
menudo y venerarlos y pedir sus intercesiones, ya que tienen gran audacia ante
Dios.
NOTAS:
* Eusebio predicó su sermón alrededor del 335.
** Crisóstomo predicó su sermón alrededor del año 391 d.C.
*** Estos nombres, en su modo original del idioma griego,
son: "Δομνίνη", [Domníki] y el de sus hijas "Βερνίκης",
[Berníkis] y "Προσδόκης", [Prosdokís].
**** El Sinaxario de Constantinopla dice que fue
el esposo de Verónica con su padre, pero Crisóstomo y Eusebio dicen que las
hijas eran vírgenes y que solo era su padre y el esposo de Domnina.
Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com,
synaxarion.gr, ispania.gr, wordreference.com, en.wikipedia.org