Versos:
A Hermione: "Hermes se abre paso en los cielos, porque Hermione encontró la salvación".
A Teótimos y Teódoulos: "Teótimos murió con Teódoulos, honrados por el Señor como siervos".
A Petronio: "Para Petronios Cristo era una roca, permaneciendo por encima del poder de las tentaciones".
Ella se enfrentó a dos emperadores romanos, Trajano y Adriano, y se negó firmemente a desobedecer a su ardiente fe cristiana. También fue una gran doctora y la fundadora del primer hospital cristiano en Efeso. Increíblemente valiente, Santa Hermione, la Mártir, ocupa un lugar especial entre los santos palestinos –un lugar reservado para las mujeres valientes poseedoras de una fe inquebrantable en Jesucristo.
Nacida en el pueblo costero de Cesaréa en Palestina, Santa
Hermione fue una de las cuatro hijas del Diácono San Felipe. A Hermione: "Hermes se abre paso en los cielos, porque Hermione encontró la salvación".
A Teótimos y Teódoulos: "Teótimos murió con Teódoulos, honrados por el Señor como siervos".
A Petronio: "Para Petronios Cristo era una roca, permaneciendo por encima del poder de las tentaciones".
Ella se enfrentó a dos emperadores romanos, Trajano y Adriano, y se negó firmemente a desobedecer a su ardiente fe cristiana. También fue una gran doctora y la fundadora del primer hospital cristiano en Efeso. Increíblemente valiente, Santa Hermione, la Mártir, ocupa un lugar especial entre los santos palestinos –un lugar reservado para las mujeres valientes poseedoras de una fe inquebrantable en Jesucristo.
Luego de estudiar
el arte de la medicina curativa, se unió a su hermana Eukidia en un viaje a la
ciudad de Efeso, ubicada en el Asia Menor, en donde esperaba ayudar en sus
esfuerzos evangelizadores al apóstol Juan, el teólogo. Desafortunadamente al
momento de su llegada, a inicios del Siglo Segundo, el ardiente discípulo de
Cristo ya había fallecido.
Fuentes consultadas: saint.gr, apostoliki-diakonia.gr.,pemptousia.gr, Sinaxario de los doce meses del año de de San Nicodemo el Athonita, diakonima.gr
A pesar de ello Santa Hermione se negó a sentirse
descorazonada. Rápidamente creó un hospital Cristiano en el cual practicó sus
conocimientos de curación de manera notable. Pronto su reputación como doctora
–así como de cristiana devota- alcanzó los oídos del Emperador Romano Trajano,
quien gobernó desde el 98 al 117.
Irritado por su poca disposición a rendir obediencia a sus dioses paganos, el tirano Romano hizo una pausa en su Guerra contra los Persas con el objetivo de hacerla renunciar a Cristo, cuyo nombre sagrado invocaba la santa, frecuentemente, durante sus curaciones.
Trajano falló en su intento de remecer la fe de Hermione. Cuando ella se negó a abdicar de sus creencias, ordenó que fuese abofeteada repetidamente en el rostro y durante largas horas –pero este duro castigo también falló en conseguir el efecto deseado.
Trajano falló en su intento de remecer la fe de Hermione. Cuando ella se negó a abdicar de sus creencias, ordenó que fuese abofeteada repetidamente en el rostro y durante largas horas –pero este duro castigo también falló en conseguir el efecto deseado.
Cuando su sucesor Adrián (117-138) apareció en escena
algunos años después, éste estaba completamente determinado a mostrarle al
mundo que una mujer cristiana, aunque valiente, podría ser persuadida por la
fuerza a adorar a los ídolos paganos.
La Santa "Parzenomártir"(Virgen Mártir), "Anárguiri"
(Despreciadora del dinero), "Iamatikí" (Curadora, sanadora) Hermione,
fundadora del primer hospital cristianoen Éfeso, 4 de Septiembre.
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Luego de haberla arrestado, él mismo la
interrogó con palabras como las siguientes:
“Dime tú edad vieja y de donde procedes.”
Santa Hermione no pestañeó y le respondió instantáneamente:
“Cristo conoce mi edad y mi procedencia”
Enfurecido, Adrián la mandó a azotar y luego a que
atravesaran sus pies con alambres. Ella resistió estas pruebas sin quejarse.
Redoblando sus esfuerzos ordenó entonces que fuese arrojada dentro de un caldero
con brea hirviente. Antes de ser arrojada al caldero Santa Hermione hizo el
signo de la Cruz y emergió algunos minutos después sin la más mínima
quemaduraMientras se encontraba en medio del calor infernal pronunció, en voz
muy fuerte, un reto que al parecer incluía las siguientes palabras:
“¡Oh, Emperador, el Señor Dios vive! Si tú no sientes el
calor del fuego desde la distancia en la que te encuentras, sabiendo que no me
afecta a pesar de encontrarme en medio de este caldero hirviente.”
Incapaz de creer lo veían sus ojos, Adrián se acercó y tocó
uno de los lados del caldero… y vio como se le quemaba la carne de su mano
hasta el hueso. Rugiendo de dolor ordenó a sus tropas que la torturen sin
compasión. Fue golpeada y en sus pies le usieron clavos; luego intentaron
freírla en una enorme sartén. Cuando fue arrojada desnuda sobre la superficie
hirviente ella anunció rápidamente: “El Dios de los Cristianos es Grande.”
Momentos después, el fuego debajo de la sartén explotó en varias direcciones
quemando gravemente a los muchos observadores.
La oración de Santa Hermione provocó que los dioses paganos
del tempo de Adrián se cayeran y quedaran destrozados, ante lo cual el amargado
tirano ordenó que fuese decapitada. Pero justo antes de su gloriosa muerte como
mártir, esta santa, maravillosamente fiel, realizó otro milagro. Sucedió en los
momentos previos a su muerte – cuando sus dos verdugos, Teodulos y Teotimus,
vieron que sus manos se encontraban paralizadas.
Conscientes de su poder
curativo y de hacer milagros se
arrodillaron a sus pies y le manifestaron su deseo de convertirse al
Cristianismo ahí mismo, a la vista de todos. Sin dudarlo un momento la santa
los curó y les prometió el gozo eterno en el reino de su Señor Jesucristo.
Ellos murieron muy pronto y recibieron la recompensa celestial.
Santa Hermione, quien pasó gran parte de su vida realizando
obras buenas y curando a los enfermos en la ciudad de Efeso (en la actualidad
parte de Turquía), ha inspirado a muchísimos cristianos a lo largo de los
siglos a “ponerse de pie y ser tomados en cuenta” cuando los gobernantes
poderosos intentan perseguir la fe. Su vida debe ser para nosotros un ejemplo
inolvidable de la capacidad de Dios de infundir en cada uno de nosotros una
valentía extraordinaria, en el momento en que seamos probados por causa
suya.
Apolitiquio tono 4º
Oh Señor Jesús, ante ti gritó el cordero con fuerte voz: Oh
mi novia, te amo; y buscándote, ahora te encuentro, y por el bautismo soy
crucificado y enterrado. Yo sufro por tu causa, de modo que yo pueda reinar
contigo; muero por tu causa para que pueda vivir contigo: acéptame como ofrenda
en mi anhelo de ser un sacrificio sin mancha. Salva nuestras almas, Señor, a
través de su intercesión, ya que Tú eres grande en misericordia.
Condaquio tono 2º
Nosotros, los fieles, conocemos tú admirable templo como un
lugar para sanar nuestras almas por lo que te pedimos: Oh Virgen y mártir
Hermione, reza sin cesar por todos nosotros a Cristo nuestro Señor.
Fuentes consultadas: saint.gr, apostoliki-diakonia.gr.,pemptousia.gr, Sinaxario de los doce meses del año de de San Nicodemo el Athonita, diakonima.gr