miércoles, 16 de agosto de 2023

Entrada del icono del Señor y Dios y Salvador Jesucristo “ el no hecho por manos de hombres”, traído de la ciudad de Edesa a la Reina de las ciudades protegida por Dios (Constantinopla)

Entrada  del icono del Señor y Dios Y salvador Jesucristo “el no hecho por manos de hombres”  (“τῆς ἀχειροποίητου”, [tis ajiropíitu]), traído de la ciudad de Edesa a la Reina de las ciudades protegida por Dios (Constantinopla).
En el tiempo en el que nuestro Señor predicaba el Evangelio y sanaba todas las enfermedades y debilidades de los hombres, vivía en la ciudad de Edesa, en la orilla del Éufrates, el rey Abgar, un hombre que estaba completamente infectado de lepra.
Escuchó hablar de Cristo, el Sanador de todas las enfermedades y males y envió a un artista, Ananías, a Palestina con una carta para Cristo en la que le suplicaba al Señor que viniera a Edesa y lo sanara de su lepra.
En el caso de que el Señor no pudiera venir, el príncipe ordenó a Ananías retratar su imagen y llevársela, creyendo que su imagen sería capaz de restaurar su salud. El Señor respondió que no podía ir, pues el tiempo de su pasión se acercaba, y tomando un paño, secó su rostro y, en el paño, quedó grabado perfectamente su purísimo rostro. El Señor dio este paño a Ananías con el mensaje de que el príncipe sería sanado por él, pero no totalmente, y después, le enviaría un mensajero que le eliminaría el resto de su enfermedad.
Al recibir este paño, el rey Abgar lo besó y la lepra desapareció completamente de su cuerpo, pero un resto permaneció en su rostro. 
 



El rey Abgar, recibiendo el Mandylion del apóstol Tadeo.




Más tarde, el apóstol Tadeo, predicando el Evangelio, vino a Abgar y secretamente lo sanó y lo bautizó. Entonces, el príncipe destruyó los ídolos que estaban ante las puertas de la ciudad y por encima de las puertas puso el paño con el rostro de Cristo sobre una madera, enmarcándola con un marco de oro y adornándolo con perlas. También, el príncipe escribió bajo el icono, en las puertas: “Oh Cristo Dios, todo el que espera en ti no será defraudado”.
Más tarde, uno de los biznietos de Abgar restauró la idolatría y el obispo de Edesa respondiendo a esto fue una noche y colgó este icono sobre las puertas. Pasaron siglos desde entonces. Durante el reinado del emperador Justiniano, el rey persa Chozroes atacó Edesa y la ciudad tuvo grandes dificultades. Sucedió que Eulabio, el obispo de Edesa, tuvo una visión de la Santa Theotokos que le reveló el misterio del muro sellado y del icono olvidado. El icono fue descubierto, y por su poder, el ejército persa fue derrotado.
 



"Verdadero icono de Nuestro Salvador
Jesús Cristo frente al Rey Abgar"



Iconos  “No hechos por mano de hombres” del Señor Jesucristo. 

- El primer icono no hecho por manos fue enviado por nuestro Señor al gobernante local de Edesa, llamado Abgar, en un pañuelo en el que El se había limpiado la cara, para curarlo asi de la lepra de su cuerpo, que lo dejó aislado en su palacio. Este milagro que tuvo lugar se celebra hoy y el icono se conoce como el Santo Mandylion. (16 de agosto)
- El segundo icono es una impresión milagrosa de la primera en mosaico, en Camuliana de Capadocia en asia Menor, hoy Kayseri en Turquía y se celebra el 16 de agosto.
- El tercero es una impresión del santo rostro de Cristo, que fue hallado milagrosamente en una tela blanca por condescendencia en aras de Santa Aquilina, y se celebra el 9 de agosto.
- El cuarto icono "no hechos por manos", que se celebra el 11 de Agosto, también es una impresión de la forma de nuestro Señor presentada por nuestra santa Iglesia.




Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, synaxarion.gr, orthodoxwiki.org